Fútbol
Con el placer de la casa propia
“Un día dejamos de ser los de cancha prestada”, dijo con la voz entrecortada Carlos Gariboglio, presidente de Rosario Fútbol Club, al referirse al momento histórico en que el club jugó por primera vez en su propio predio.
El almanaque marcaba sábado 1 de noviembre de 2025. Amanecía después de la Noche de Brujas, pero no era un primero de noviembre cualquiera. El frío húmedo de la jornada parecía querer envolverlo todo, salvo a ese puñado de jugadores que, con el corazón encendido, no sentían el clima: algo especial les recorría el pecho. No iba a ser un sábado más.
Coincidía con el aniversario del nacimiento de Homero Manzi, y vaya si hubiese encontrado letra para otra Milonga sentimental si hubiese conocido el andar de Rosario FC.
Era la fecha señalada: última jornada de los torneos Infantiles y Juveniles del año, y primera parada del “canalla” en casa. Después de años de nomadismo, Rosario FC jugaba por primera vez como local en su propio terreno. En Maipú al 3500, el predio se vestía de fiesta. Se encendían las brasas para los primeros choripanes, se colgaban banderas, y el primer pitazo oficial resonaba en el sur de la ciudad.
Durante la tarde se disputaron nueve encuentros correspondientes a la vigesimoctava fecha de la Zona de Oro ante Atlético San Basilio: cuatro en cancha grande y cinco en la chica. El saldo fue de cuatro victorias locales, tres empates y dos triunfos visitantes.
Lisandro López, jugador de la Sub 17 con experiencia en Primera, quedó en la historia al marcar el primer gol en casa. Fue de penal, tras una jugada que él mismo inició. “Fue un honor hacer el primer gol en nuestra cancha. Le di el pase a un compañero, le hicieron el penal y fui a patearlo”, contó emocionado ante los micrófonos de Al Toque Deportes.

Carlos Gariboglio no ocultó su emoción: “Se cumplió un sueño por el que vengo luchando hace 12 años. Hoy parece increíble, pero se terminó la época de cancha prestada”.
“Desde anoche (por el viernes) estoy en un estado emocional muy fuerte. Soy muy sensible, vivo llorando por estas cosas. Nunca pensé que iba a llegar a terminarlo. Anoche no paraba de llorar”, confesó el dirigente.
También relató que, al publicarse la programación, los padres le escribían: “¡Mire Carlos, es en nuestra cancha!”.
“Tratamos de armar todo. Hoy arrancamos con Infanto Juvenil, y ahora hay que trabajar fuerte para que la Primera también juegue acá el año que viene”, cerró con esperanza.

Y la tarde se empezó a apagar, entre los choripanes de la cantina, los abrazos de la categoría 2014 que accedió a semifinales, goles, corridas, atajadas, festejos y desilusiones. Rosario FC encendió el fuego de su propio hogar. Ya no hay que pedir permiso para soñar. La nueva cancha es casa, es refugio, es promesa. Cada línea sobre el césped será una aventura que empieza a escribirse; cada rincón, un latido que dice: “Aquí estamos, y esta es nuestra historia”.
Fotos y Video: Al Toque
Redacción Al Toque
Este artículo fue posible a la autogestión de periodistas. Hoy necesitamos de vos. Te invitamos a que seas parte de la comunidad de Al Toque Deportes asociándote con un mínimo aporte mensual

