Fútbol
De la mano de un DT con sello universitario
Joaquín Albelo condujo los destinos de Universidad y en el año de su debut como entrenador consiguió el título y el ascenso directo. «La primera lágrima fue antes del partido», reconoció emocionado.
En la última fecha de la Zona Campeonato, con goleada 6 a 0 sobre Santa Paula de Carnerillo, Universidad Nacional de Río Cuarto selló el título del Torneo «Juan Alberto ‘Cara’ López», de Primera B y consiguió su cuarto ascenso a Primera A.
El DT, Joaquín Albelo, quien asumió en el cargo a comienzo de año, reemplazando a Fabio Gutiérrez, quien asumió como coordinador, expresó: «Fueron 9 meses, desde que engendramos una bestia y hoy parió».
«Estoy muy emocionado, lo único que me sale es agradecimiento y una emoción muy grande», continuó el entrenador en el repaso de su paso al frente del plantel universitario.
«Vengo de acá, soy del riñón de la Uni, nací futbolísticamente acá, me criaron con sus valores y me dejaron muchas enseñanzas», contó Albelo, quien agregó: «Me acuerdo de cada profe y a Fabio (Gutiérrez) me queda agradecerle, esto es de él que confió en mi y cada vez que había algo malo se puso al frente. Es un amigo inmenso».
También se refirió al plantel: «Los chicos se bancaron, color, frio, lluvia, esto es todo de ellos», y contó las sensaciones que tuvieron que administrar desde el momento en que comenzaron a depender de si mismo, a falta de 5 fechas para terminar el torneo: «Sabíamos que a partir de que empezamos a depender de nosotros mismos, el equipo ya andaba solo, que lo único que nos quedaba era estar bien mentalmente, afrontar los partidos con una mentalidad fuerte y saber que si defendíamos la idea los resultados iban a venir, y los chicos hicieron lo que tenían que hacer».

Tras eso, Universidad cerró su participación con 5 triunfos en fila y rescató el espíritu del equipo: «Sufrimos varias bajas, y también recuperamos jugadores importantes».
«Yo no doy por finalizado ningún partido, pero cuando Facu (Carlos Facundo Lucero) metió el cuarto, me pude relajar un poquito más, fueron otras las sensaciones, pude mirar un poquito más para atrás», reconoció, y fruto de esa sensación, seguramente desencadenó en el cambio de arquero, que le permitió darle los minutos finales a Santiago Cesca: «Fue un premio a él porque hace mucho tiempo que viene peleándola», señaló.
Finalmente, para el cierre se refirió a su emoción: «La primera lágrima fue antes del partido. Uno se juega muchas cosas. Emocionalmente, exteriorizo mucho, para bien y más. En la charla traté de estar lo más centrado posible, porque es el momento más importante».
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque
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