Luisina Giovannini: “Estas semanas quedan para siempre”

El jueves, cuando todavía no había comenzado la acción en el Córdoba Lawn Tenis Club, Luisina Giovannini hablaba con la calma y la ilusión de quien atraviesa un momento especial. Con los característicos nervios de estas instancias, entró a una calurosa sala de prensa en la previa al inicio de la serie de playoffs del Grupo C de la Billie Jean King Cup ante Eslovaquia y Suiza.

“La verdad que súper contenta, primero por representar a Argentina y después por tener la posibilidad de jugar en casa”, decía en la charla exclusiva con Al Toque Deportes. A su alrededor, la atmósfera de Selección, los entrenamientos y las primeras tribunas que se iban poblando marcaban el inicio de una semana que para cualquier tenista queda guardada para siempre.

Para la moldense, la experiencia tenía un plus íntimo: su familia viajó desde Coronel Moldes para acompañarla durante toda la serie. “Van a venir el fin de semana, van a estar todos acá. Eso lo hace especial”, contaba. Y agregaba, casi con orgullo familiar: “Es lindo jugar en casa con tu gente. Ellos siempre tratando de dar lo mejor y apoyarme”.

Aprendizaje, nivel y crecimiento

Aunque finalmente no saltó a la cancha en la serie decisiva ante Suiza —Las Guerreras cayeron 2-1 y no pudo obtener la clasificación al cuadro principal de la Billie Jean King Cup 2026—, Giovannini vivió la semana como una oportunidad deportiva enorme. “Vengo subiendo un poco el nivel, jugando torneos más grandes. Creo que me va a servir mucho como experiencia este tipo de torneos”, reflexionaba la joven de 19 años que viene de jugar torneos a nivel WTA 125 en Brasil, Colombia y Tucumán. El roce, la convivencia con jugadoras consolidadas y el ritmo del alto nivel suman, inspiran y empujan.

“Es otro nivel”, admitía. “Sé que tengo el tenis para poder jugar, quizás falta trabajar un poco, pero es el momento de enfrentarlas, ver para qué estoy y sacar lo bueno de cada semana para seguir mejorando”. No suena a frase hecha: su temporada ya venía marcando un salto competitivo, y esta convocatoria lo confirmó.

El valor del equipo en un deporte individual

Si algo repetía Luisina en cada respuesta era la palabra “equipo”. En un deporte donde cada jugadora suele estar sola con su raqueta y su cabeza, estas semanas rompen la lógica: se juega para un escudo, con un banco que palpita cada punto. “Cada vez que me llaman digo que sí y me entusiasmo porque es una semana que queda para siempre, que no se olvida. Son semanas especiales. El tenis es muy individual y estas semanas se disfrutan mucho”, remarcaba.

Por eso, aun sin disputar un partido, su presencia tuvo peso. Fue sostén, fue energía, fue parte de ese respaldo invisible que potencia a quienes entran a la cancha. Estuvo en cada entrenamiento, en cada charla táctica y en cada minuto del fin de semana. En el dobles definitorio ante Suiza, la dupla elegida fue Julia Riera – Jazmín Ortenzi, pero la moldense se mantuvo al borde del court, atenta a cada detalle.

Casa, confianza y una bandera compartida

“Si te sentís afuera de la cancha bien, también se traslada adentro”, decía sobre Córdoba, una plaza en la que ya jugó varias veces. Y la frase se hizo cierta: más allá del resultado, Argentina volvió a mostrar la mística que la caracteriza en la Billie Jean King Cup.

“Argentina siempre va a dar lo mejor. La unión es lo que representa a Argentina”, cerraba Luisina el jueves, sin saber aún que días después tocaría despedirse de la ilusión. La clasificación no se dio, pero su aporte —silencioso, firme y profesional— quedó a la vista. Y, como dijo ella misma, son semanas que se guardan para siempre.

Fotos: Prensa AAT
Redacción Al Toque