Efemérides
Forestello: “El cariño con la gente de Mackenna siempre está”
Hace exactamente 20 años Rubén Darío Forestello era homenajeado en la plaza central de Vicuña Mackenna tras el acto patrio del 25 de mayo. “Yagui” o “El Potrillo” hacía unos días que había alcanzado la gloria con Banfield. “Ese ascenso con Banfield le dio continuidad al mejor momento de mi carrera”, dijo el ex delantero.
Domingo 25 de mayo por la mañana. Vicuña Mackenna decoraba la plaza central con banderitas y papeles con los colores característicos de Argentina. Los alumnos llegaban con su guardapolvo, respetando las indicaciones de las maestras, un poco celosas del orden, y las autoridades despilchaban su mejor traje para salir a escena. El pueblo se preparaba para el acto protocolar en honor a un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. Aunque bajo el brazo se traía una sorpresa, direccionada de lleno a uno de sus representantes en el fútbol grande.
Rubén Darío Forestello, nacido en Realicó – La Pampa, que desde chico se había mudado con sus padres a Vicuña Mackenna, estaba de visita por la localidad y pasaba sus vacaciones en su casa. A sus 30 años pasaba por “EL” momento más especial de su carrera y todo era disfrute.
Forestello venía de consagrarse hacía cinco días con Banfield en cancha de Quilmes. Por cuestiones de seguridad, y ante la presencia de ambas hinchadas, en un duelo caliente que se enmarcó en la final de vuelta, la mañana del domingo 20 de mayo de 2001 fue testigo del triunfo por 4 a 2 del “taladro” sobre el “cervecero”. El equipo conducido por Ramón Mané Ponce pegaba el salto a Primera División con un sensacional récord de 22 partidos invictos.
Ponce reemplazó en el inicio del torneo a “Cachín” Blanco, hizo las veces de DT interino y el equipo se encargó de que no saliera más del puesto. La figura emblemática de ese Banfield fue el recordado José Luis “Garrafa” Sánchez, un desfachatado enganche, de los que ya no quedan, que brilló cuan cancha se le cruzó.
Los que conformaron el once inicial de ese equipo se pararon con línea de tres en el fondo, cuatro mediocampistas, un enlace, y dos delanteros. Fueron el arquero Cristian Luchetti, juvenil del club en aquel momento, los defensores Javier Sanguinetti, Adrián González y Matías Raposo; Leiva y Pablo Del Río como volantes de marca, dos carrileros: Santa Cruz por derecha y Damián Giménez por izquierda, “Garrafa”, y Rubén Darío Forestello con el “Gato” Cristian Fabián Leeb en el ataque.
Fueron 22 partidos invicto para el equipo de “Mané”, que asumió el 11 de octubre del 2000 con un 0 a 0 con Central Córdoba de Rosario y se coronó en cancha de Quilmes con una goleada en la final de vuelta conseguida el 20 de mayo de 2001. Ese Banfield jugó 28 partidos, de los cuales ganó 17, empató 8 y perdió 3, con 51 goles a favor y 25 en contra.
Carlos Leeb fue el máximo goleador con 16 gritos de los 51 del campeón. Al “Gato” lo siguieron José Luis Sánchez (11), Forestello (7), Del Río (3), Adrián González, Mazzucco y San Martín (2 cada uno). Un gol convirtieron Castro, Fonseca, Giménez, Pavone y Sanguinetti. Hubo 3 goles en contra.
Así el “taladro” retornó a Primera luego de cuatro temporadas en el ascenso. Y Rubén Darío Forestello cumplía el sueño que perseguía desde chico.
El objetivo del “Yagui” llegó de grande y tras trece años de carrera. Ya que luego registrar juveniles en San Lorenzo de Almagro, realizó toda su carrera deportiva en el ascenso argentino. Almirante Brown, en dos etapas, Deportivo Armenio, Dock Sud, Tristán Suárez, Samiento de Junín, El Porvenir, también en dos ciclos, y San Martín de Mendoza fue por donde pasó el ex delantero.
Cabe agregar que también sumó experiencia en el exterior vistiendo las camisetas de Deportivo Italchaco de Venezuela y Emelec de Ecuador. Aunque lo más recordado por el protagonista son los ascensos conseguidos con Banfield en 2001 a Primera y con El Porvenir al Nacional B en la temporada 98-99. Para la gente de Vicuña Mackenna también, y así se lo demostró la mañana del 25 de mayo en la plaza central.
“Quedó muy lejos en el tiempo, pero debo decir que el cariño con la gente de Mackenna siempre está. En aquel momento fui a visitar a mi mamá, que aún vive ahí, y todo el reconocimiento me lo organizó el ‘Negro’ (Walter Fernando) Abbona, y me tomó como sorpresa, nunca me avisaron. Fue un lindo gesto por parte de mis ex compañeros y la gente de la localidad. Ahora sigo en contacto con ‘Vasco’ Saharrea, porque soy amigo de toda la vida”, recordó Forestello.
Rubén Darío es conocido por el mundillo del fútbol por “Yagui”, un apodo que surgió cuando hacía sus primeras armas en Primera División y en comparación con el característico dibujo animado. Pero en Vicuña Mackenna todavía hay varios que lo llaman “El Potrillo”. Los más allegados, los que más confianza le tienen y a los que el ex delantero todavía recuerda.
“El apodo surgió por ‘Cuqui’ (Humberto) Piazza. En aquel momento subo a Primera de San Martín con 15 años y tenía una potencia tremenda, mucha energía. Además de las ganas de hacerme un lugar. Recuerdo que corría a todo el mundo, presionaba y casi nunca me cansaba. De ahí surgió el ‘potrillo’. Hoy en día quedó en el recuerdo, todo me conocen por ‘Yagui’, el apodo que me pusieron e Almirante Brown”, indicó el ex delantero.
Y sobre el logro que permitió el agasajo dijo: “Ese ascenso con Banfield fue especial, aunque venía de hacer lo mismo con El Porvenir. Banfield le dio continuidad al mejor momento de mi carrera”.
El retiro deportivo de Forestello fue en la temporada 2005-2006 con 35 años vistiendo la camiseta de El Porvenir. En el equipo de Gerli fue también donde hizo sus primeras armas como entrenador, a los meses siguientes de colgar los botines.
Luego pasó por Unión de Sunchales, Santamarina de Tandil, Atlético Rafaela, Colón de Santa Fe, Talleres de Córdoba, cuatro ciclos en San Martín de San Juan, dos en Nueva Chicago, dos en Patronato de Paraná, y uno con San Martín de Tucumán, con quien consiguió el ascenso a la élite de fútbol argentino. Forestello se convirtió con el paso de los años en un experimentado entrenador que vuelca sus conocimientos entre la Primera División y la categoría más importante del ascenso.
En ese marco, repasó: “En San Juan me fue de regular para arriba en los ciclos en los que estuve. Más allá de eso, también me quedó con los nueve meses que estuve en Tucumán, con la final ganada por el ascenso con un 5 a 1 (a Sarmiento de Junín). Después hay resultados históricos como el 4-1 de Rafaela contra Racing, el 6 a 1 con San Juan contra el Boca de Bianchi, el 2-1 con Colón en cancha de River con Ramón Díaz en el banco. Para mí cada momento de mi carrera fue un constante aprendizaje”.
Lo último de Forestello fue Nueva Chicago, entidad en la que dirigió sólo cinco meses en lo que significó su segundo ciclo en Mataderos. El cambio en la conducción dirigencial provocaron la salida, de común acuerdo, del entrenador que fue sustituido por el interino Ezequiel Giaccaglia 8luego ratificado en el puesto).
“La primera etapa en Chicago fue otra de las más extraordinarias (2015 en Primera División), ganamos cinco partidos al hilo y casi nos salvamos con un equipo que prácticamente se hacía descendido, y tuvo partidos históricos como el clásico en cancha de Vélez que ganó 2-1. Lo último en el club no me deja un sabor amargo, porque ganó la oposición en las elecciones y eligieron otro camino, me fui en la segunda fecha cuando estábamos construyendo algo que había iniciado hacía cinco meses. Pero optaron por otros caminos, te lo muestra la elección de jugadores en cada partido, han acortado presupuestos y juegan muchos chicos del club”, aseguró el entrenador.
“Hace 14 años estoy instalado en Rafaela, mis hijos son más de acá que yo y mi esposa, pero todos estamos muy arraigados a la ciudad. La elegí porque luego de mi paso como jugador y DT me quedaron muchos amigos, más allá del fútbol. Por el momento estoy tranquilo, obviamente quiero seguir dentro del circulo de técnicos y aguardo mi momento. El exterior puede ser una buena opción, es el momento para pegar el salto, quizá antes desestimaba esa oportunidad porque disfrutaba de otros proyectos, pero hoy estoy abierto a esa experiencia”, concluyó Forestello.
El 20 de mayo del 2001 Banfield fue un equipo de Primera, lo jugó como tal. Forestello cumplió el sueño de llegar y toda Vicuña Mackenna, un 25 de mayo, lo recibió con los brazos abiertos.
Redacción Al Toque
Fuente: CEDAT (Centro de Documentación Al Toque)
Gráficos: Al Toque
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