“Está todo colapsado, se trata el virus y todas las enfermedades en los hospitales”

La situación sanitaria en el país es compleja, quizás una de los momentos más crudos desde que comenzó la pandemia. Hoy, feriado del 25 de mayo, se informaron 571 muertes en las últimas 24 horas en todo el país y un total de 24.601 casos en todo el país.

Córdoba informó un total de 3.424 casos positivos en esta fecha patria. La situación de nuestra provincia es una de las más difíciles de todo el territorio nacional en medio de este nuevo confinamiento estricto anunciado por el gobierno hasta el 30 de mayo inclusive.

Entre tantos trabajadores y trabajadoras de la salud que ponen el pecho al frente de esta pandemia, se encuentra una jugadora de básquet de la liga local. Se trata de Rocío Dellamea (22), quien viste los colores de Centro Cultural Alberdi y trabaja como enfermera en la Clínica del Sud.

Entre tantos turnos largos de arduo trabajo en la clínica, Rocío atendió a Al Toque Deportes para comentar sobre la realidad de la situación sanitaria en el “Imperio” y cómo es el trabajo para luchar contra el virus día a día, además de su costado relacionado al básquet y el parate de la competencia.

– ¿Hace cuánto que trabajás de enfermera?

Hace 9 meses que entré a la Clínica del Sud, en pleno brote en Río Cuarto. La estoy llevando bastante bien, me contagié en octubre, pero nunca me enteré que lo tuve.

– ¿Cómo se vive al día de hoy la situación sanitaria dentro del hospital?

– La terapia de Río Cuarto está colapsada. La gente también se enferma de otras cosas y eso suma a la falta de insumos, personal y todo. Está muy complicado. En la Clínica también hay cirugías programadas que no se han cancelado por el momento. Está toda la terapia ocupada para Covid y un piso también para los que no tienen tanta complejidad. El resto está ocupado con pacientes con otras enfermedades. Este fin de semana se saturó la guardia por todos los casos que hubo.

– Durante estos días se viralizó una foto de las camas de terapia en los pasillos, ¿te comunicás con colegas de otras instituciones para hablar de la situación?

– Esa foto fue en el Hospital que se pusieron camas en los pasillos y una carpa sanitaria afuera. Hablando con una compañera que trabaja en otra institución, me contó que están colapsados por el virus y otras enfermedades. En el Hospital no dan abasto, al ser regional atienden todos los que vienen de los pueblos. Por la información que llegó están buscando enfermeros para que se sumen al equipo de trabajo de allá.

– ¿Qué opinión tenés sobre el confinamiento anunciado por estos 9 días?

– Se necesitaba, pero igual la gente necesita salir. Lo veo desde ambos lados, como trabajadora de la salud y desde mi casa. La gente necesita comer, necesita salir, también se cansó porque esperaba otras decisiones. Si bien a nosotros capaz en una semana se note en los números de casos,  el año pasado pasamos por lo mismo y estamos acá, es un círculo que no tiene salida. Ojalá que disminuyan los casos.

– Con respecto a lo deportivo, ¿cómo dividías tus tiempos entre el trabajo como enfermera y los entrenamientos? ¿Cómo te encontró este parate?

– Muchas veces que trabajaba en la semana no podía entrenar, pero sino iba de noche o intentaba hacerme un lugarcito. Trataba de, aunque sea, una o dos veces por semana ir para no perder el ritmo. Había frenado un mes entero, pero pude retomar cuando se inició el torneo. Ahora que se suspendió todo de nuevo, no fui al club. Ya habíamos jugado el clásico contra Banda Norte, el partido clave del torneo, que se ganó. Esto te frena la racha. Queremos defender el título que ganamos en 2019. Las chicas venían entrenando muy bien y habían agarrado un buen juego, pero ahora se nos frena todo de nuevo.

– ¿Qué perspectivas tenés tanto en lo deportivo como en lo sanitario?

– Que se vuelva a jugar, aunque sea sin público. Creo que el deporte es salud también. Era un descargo ir a entrenar, y creo que los que practicamos deporte lo hacemos para eso, salir de la rutina. Ojalá que esto del parate sirva para algo, pero en cuanto a lo sanitario no sé qué puede llegar a pasar, está todo muy colapsado. Empecé a trabajar en la etapa más complicada del año pasado que fue a fines de agosto. Ojalá todo esto pase y que la gente que se enferma se pueda recuperar. Lo vivo todos los días de cerca. El virus no es un chiste, la gente la pasa mal, hay cada vez más jóvenes que terminan en terapia. Ojalá que se termine todo pronto.

Fotos: Gentileza Rocío Dellamea
Redacción Al Toque