Con la presentación del “Pollito Canalla”, Rosario sigue apostando por la diversión de los chicos

La fría mañana del sábado pasaba como una de las tantas jornadas de fútbol infantojuvenil de la Liga Regional, chicos que corrían de un lado al otro, mamás y papas buscándolos para que se cambien a horario los que tenían que jugar en próximo partido y para que se abriguen los que ya lo hicieron. Los profes armando los equipos y las planillas. El árbitro anotando las incidencias de un partido y preparándose para largar el próximo encuentro.

El frío, una leve briza, y algo de tierra en suspensión eran protagonistas de la jornada y tema de conversación obligados entre los adultos que se iban encontrando, como cada sábado con el mate, un paquete de galletitas y alguna porción de torta.

Era un típico sábado de fútbol infantil, hasta que el ingreso al campo de juego de una de las categorías de Rosario F.C. fue acompañado por una mascota, la cara de esos niños era la de felicidad plena, tal vez el paso del tiempo pueda borrar de la memoria de esos purretes el resultado del juego, pero difícilmente olviden la experiencia de haber sido parte de una sorpresa generalizada. La presentación de un pollito gigante con intenciones de aliviar ánimos y devolverle diversión a los encuentros.

“Tuvo una repercusión muy linda, la gente aplaudió y los chicos estaban contentos”, comentó Carlos Garibogio, presidente de Rosario y mentor de la idea que fue ejecutada por un grupo de madres.

“Lo hicimos entrar con los chicos y durante el partido festejó los goles tanto del local como del visitante. Fue muy lindo porque llevó a que la gente estuviese un poco más distendida”, sostuvo Gariboglio.

“La iniciativa la venía pensando desde hace rato, con la idea de descomprimir un poco la competencia. Yo lo tenía en mente y encontré unas mamás que estaban súper predispuestas para poder confeccionar el traje, se pusieron a disposición, lo armamos y le dimos la idea para que pudieran hacerlo. De ahí en más arrancó esta iniciativa que va a ser implementada en todos los partidos de local, para que todos los chicos tengan la posibilidad de entrar a la cancha con una mascota, que los padres vean que no todo es competencia, sino que lo tomamos como algo un poco más tranquilo y que también lleve a que los chicos estén menos tensionados”, explicó sobre el surgimiento y puesta en práctica de la idea.

“Nos dio mucho resultado. Le hacemos sacar fotos con los jugadores nuestros y con los adversarios también, agregó el presidente de la entidad, quien el mismo sábado avisó que aún la mascota no tenía nombre. Sin embargo, fue tal la repercusión que tuvo entre los jugadores que horas después fue el propio Gariboglio quien se comunicó con Al Toque Deportes para contar que los chicos ya habían elegido el nombre: “El Pollito Canalla”.

Federico Saporiti, técnico de una de las categorías de divisiones inferiores de Lutgardis contó: “Lo vi mientras estaba dirigiendo en cancha grande”, y valoró: “es buenísimo, todo lo que sume es bienvenido”.

Quien lo vivió de mucho más cerca fue Luciano Cañas, el árbitro que estaba a cargo de los encuentros de cancha chica jugados entre Rosario A y Riveros por la Zona 5, “Todas estas cosas suman un montón, le agregan humor a la jornada y hace que las hinchadas se sientan más relajadas” comentó.

“Fue un momento de relax que duró casi 3 partidos porque la mascota estuvo dando vueltas por ahí y generó eso que falta en las canchas y que lleva a que habitualmente todos estén tensionados y sea más estresante que deportivo”, agregó.

Cañas comentó que, si bien desde antes del ingreso del “Pollito Canalla”, la jornada estaba tranquila, la presencia de la mascota “produjo un cambio con efecto positivo en la gente y generó que los 2 equipos se fueran sacar fotos con la mascota”.

“Fue toda una sorpresa, yo sé que Carlos (Garibogio) siempre es impulsor de desestructurar el fútbol para ayudar a que sea un deporte y una diversión, lo que realmente es, tiene siempre esas iniciativas para trasladar ese efecto a la gente, pero fue una sorpresa para todos, causó una impresión graciosa cuando ingresó con los jugadores a la cancha”, dijo el árbitro que hasta se acercó para fotografiarse con “El Pollito Canalla”.

“Todas estas iniciativas suman y son bienvenidas. Todo lo que ayude a que un deporte sea eso, se desestructure y se vuelva divertido para quienes lo juegan y lo ven, bienvenido sea”, cerró el árbitro.

Si bien este tipo de iniciativas debiesen tener como único objetivo agregar un motivo de diversión y color a una jornada que de por sí debiese ser una fiesta del deporte formativo, surge entre palabras como: descomprimir, relajar, bajar tensiones, quitar la presión de la competencia, todos términos que no tienen que figurar en el diccionario del deporte infantil. Sin embargo, en los tiempos que corren es de aplaudir este tipo de actos que ponen su granito de arena en devolverle la alegría a quienes nunca deben perder la sonrisa de correr detrás de una pelota en una cancha.

Fotos: Gentileza Rosario FC
Redacción Al Toque