Fútbol

A dos décadas de la hazaña “canalla”

Se cumplen 20 años de una de las finales más espectaculares, polémicas y épicas en la historia de la Liga Regional de Río Cuarto. Atlético Adelia María revertía un 0-2 contra Independiente Dolores en la reanudación de un partido que duró 20 minutos y lo tuvo con dos jugadores menos. Así lo recuerdan algunos de sus protagonistas en este informe especial.

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Justicia o injusticia se interpreta según desde el pueblo en que se mira la cuestión y analizan los hechos, pero lo que queda claro es que Atlético Adelia María e Independiente Dolores de General Cabrera jugaron la final más espectacular de Liga Regional de Río Cuarto.

Luego de una impresionante recta final en el Torneo Clausura, el “canalla” – dirigido por Hugo Mattea – se consagraba campeón tras un partido desempate ante “la furia roja” que tuvo varios capítulos: primeros 70 minutos de juego, Dolores ganando 2-0, expulsados, suspensión por agresión al árbitro, fallo del Tribunal, y reanudación de los 20 minutos restantes para una épica adeliamariense.

Este 12 de diciembre se cumplieron 20 años de aquella gesta, que tiene opiniones encontradas y que hasta estos días se recuerda. Con motivo al aniversario de ese primer título de Atlético Adelia María en el círculo máximo del fútbol regional, desde Al Toque Deportes viajamos hacia la localidad y repasamos lo hechos más preponderantes con algunos de sus protagonistas.

Marcelo “Bocha” Siliano, Mario Menardi y Luciano “Cotorra” Vogliotti nos recibieron en Adelia María para recordar el título “canalla” que cumple dos décadas.

La gestación del título

El punto de partida de este campeonato del Clausura 2004 de Atlético Adelia María puede situarse en su cancha chica, donde varios de los protagonistas que llegaron a Primera División compartieron divisiones inferiores y eran amigos desde niños. A partir de ahí fueron forjando un sentido de pertenencia singular hacia los colores azul y amarillo.

Otro punto de análisis, y que toma sentido, es la adaptación “final” del Atlético en Primera División, que había ascendido en 1997 y luego de seis temporadas comenzó a tomar protagonismo en los torneos de la máxima categoría.

Como así también, el arribo de Hugo Mattea a la conducción técnica. Una figura preponderante y el arquitecto de un equipo que sembró un precedente en el tiempo.

“De todos los campeonatos anteriores, nos ha marcado el ascenso porque gran parte de ese plantel 2004 fue con chicos del club, creo que el sentido de pertenencia que teníamos, jugábamos por la camiseta, y ahí se empieza a gestar. El ascenso en el año 97 fue muy importante y logró después tener campeonatos buenos, también malos, pero creo que ahí se empieza a gestar todo con el plantel. Todos chicos de acá que sentían la camiseta”, señala Marcelo “Bocha” Siliano, delantero de aquel plantel.

“Fue un grupo de jugadores muy ganador. Me acuerdo desde el día en que ascendimos (1997) que este plantel se hizo cargo del equipo, porque en aquel momento nos habían dicho los dirigentes que era muy difícil organizar fútbol por todo lo que habían tenido que gastar en la campaña del ascenso. Nosotros, con 20 años, nos juntamos y le pusimos el pecho. Desde ese día este grupo quiso hacer historia y dejar algo. Jugaba con el corazón todos los domingos, entonces sabíamos que en algún momento íbamos a estar en la conversación”, agrega Mario Menardi, ex defensor y actual técnico de Atlético.

Lo cierto es que el conjunto de Mattea inicia el Clausura ganándole 2-1 a Renato Cesarini en la primera de las 16 fechas que tuvo el certamen. Santiago Mariscotti había adelantado al “naranja”, mientras que Juan Alberto “Cara” López y Víctor Sodano revirtieron el marcador para los adeliamarienses.

Así fueron pasando las fechas, con algún que otro empate y triunfos importantes en reductos que siempre le fueron difíciles a Atlético. Tales son los casos de Coronel Baigorria (Juventud Unida), Alcira Gigena (Lautaro Roncedo), General Cabrera (Ateneo Vecinos) y Coronel Moldes (Toro Club).

Aunque siempre persiguió por detrás a Independiente Dolores y recién para la fecha 13, ganando el clásico ante Deportivo Municipal por 2-0, pudo saltar a la cima y manteniendo su invicto. Cabe agregar que Atlético San Basilio – otro de sus eternos rivales – le dio una gran mano al golear 3-0 a los cabrerenses en condición de visitante.

Así lo recuerda Siliano: “Veníamos corriendo de atrás a Dolores, ganábamos y ellos también, cuando ellos empataban, nosotros empatábamos. Esa campaña la ganamos invicta, con 16 partidos de los cuales 11 victorias y 5 empates. Empezamos con Renato Cesarini en Río Cuarto pero después tuvimos triunfos que cuando ganás en esas canchas tenés que pelear. Hemos triunfado en cancha del Toro, habíamos triunfado en cancha de Ateneo, un partido 3 a 2 agónico, ganamos el clásico y nos perfilábamos. Dolores estaba firme y no había forma de bajarlo. Cuando ganás en esas canchas complicadas, el camino se va allanando solo”.

A la última fecha llegaron igualados en 34 puntos Independiente Dolores y Atlético Adelia María. Los de Cabrera visitaban a Estudiantes y los de Adelia recibían a Lutgardis Riveros.

Dolores la tenía más difícil, iba a la cancha del último campeón, aunque contaba con jugadores de jerarquía para sobrepasar el trago. Atlético había preparado la fiesta en su estadio y se esperanzaba con un triunfo.

Lo cierto es que ambos empataron. Atlético lo ganaba desde los 15 minutos de partido con gol del “Cara” López, pero Iván “Ruso” Brusasca le ahogó el festejo faltando 6’ para el final.

¿Cómo tomaron ese empate con Riveros?

Siliano: “Muy bajoneados, porque empezamos ganando y faltando 10 minutos que te lo empaten, imagínate. Toda la gente acá expectante. Fue un golpe duro, nos costó. Nosotros empatamos y ellos (Dolores) terminaron el partido más tarde, estábamos pegados a la radio y ahí supimos que íbamos al desempate”.

Marcelo Siliano, uno de los delanteros que tuvo Atlético Adelia María en ese Clausura 2004 recordó la gesta.

Atlético Adelia María e Independiente Dolores, a una final para definir al campeón

Ninguno de los dos pudo sacarse ventaja en la última fecha del Clausura. Ambos igualaron 1-1, Atlético con Riveros y Dolores ante Estudiantes. Es por eso que se tenían que ver las caras en una cancha neutral para conocer al mejor de todos. Vale recordar que ya se habían medido en la fase regular e igualaron 1-1.

¿En los papeles era mejor Dolores?

“En el fuego sagrado nosotros emparejamos nivel”, dice Vogliotti. Y agrega: “Tenían jugadores distintos, que habían traído de Córdoba y otros locales que mostraban jerarquía. Nosotros fuimos siempre corriendo de atrás de Dolores, logramos alcanzarlos estando invictos y con otros rivales que nos dieron una mano. Como se dice, es mejor correr de atrás y no darse vuelta para ver quién viene (risas)”.

Por su parte, Siliano comenta: “Se vislumbraba que Dolores iba a llegar lejos. Los dos equipos eran muy parejos, tenían jugadores interesantes en todas las líneas. Ellos llegaban empatando con Estudiantes, de visitante, ante un rival difícil, nosotros de local con Riveros y a lo mejor llegaban con confianza. Nosotros no nos íbamos a entregar”.

Cambio de planificación en la antesala a la final-desempate

Así lo cuenta Menardi: “En la previa a la final hicimos cosas que antes no habíamos hecho nunca. Concentramos en el hotel Menossi, almorzamos ahí y hasta tuvimos una charla técnica en uno de los salones, todo muy profesional para nosotros que estábamos acostumbrados a subirnos al colectivo, tardar dos horas para viajar, comer un sandwich y salir a la cancha. Me parece que ese cambio no lo supimos asimilar. Aunque no le quito mérito a cómo jugó Dolores esa primera final, estaban mucho mejor que nosotros, relajados y como consecuencia jugaron bien a la pelota. Dolores tenía jugadores con una clase bárbara y ganaba bien. Gracias a Dios se dieron los hechos que hoy en día se cuentan (risas) y pudimos cambiar la mentalidad”.

Menardi, ex defensor y uno de los hacerdores del título canalla.

El partido final que definía al campeón del Torneo Clausura se disputó en cancha de Estudiantes. Independiente Dolores se plantó mejor y con goles de Germán Rodríguez y Marcelo Garelli se imponía 2-0.

“En la primera final salí en los primeros minutos por un cabezaso que tuve con un colega, me corté la cabeza y me hicieron puntos apenas volvimos de jugar. Fue una decepción muy grande desde lo personal, porque no pude ayudar a mis compañeros dentro de la cancha, yo sabía que podía ayudarlos, tenía un carácter especial y siempre incentivaba”, dice Menardi, que a modo de adelanto va siendo protagonista principal de esta historia.

“En los 70 minutos nosotros no le encontramos la vuelta al partido, nos golpearon en los momentos justos. Germán y Garelli nos hacen los goles, y ahí nos costó hasta que llegaron los incidentes. Nos iban ganando bien, habíamos tenido posibilidades pero habíamos cometido errores y perdíamos 2-0”, añade Siliano.

El partido iba por la senda normal, con Independiente Dolores siendo superior a Atlético Adelia María y jsutificándolo con un 2-0 a favor. Hasta que a los 24 minutos del segundo tiempo el árbitro Ramón Ortíz expulsa por doble amarilla a Víctor Sodano – de Atlético – y en la protesta Javier Panero también ve la roja por una supuesta agresión al juez principal. El “canalla” se quedaba con dos hombres menos en cancha.

“Final del partido, esto no se juega más”, escucharon decir al hombre de negro.

Tras la decisión de Ortiz, los cabrerenses dieron una mini vuelta olímpica y al llegar al pueblo fueron esperados por una caravana “roja”. La alegría parecía trasladarse a Dolores, aunque el final quedó abierto y la incertidumbre creció.

Lo que dejó la “primera final” de 70 minutos

“Dolores festejó ante toda nuestra bronca enfrente. Encima en la llegada al pueblo los que no eran hincha del Atlético nos cargaban y hasta nos hicieron banderas. Todos esos detalles nos potenciaron, nos hicieron más aguerridos. Se suspende por situaciones de partido, pero me fui convencido de que el partido se tenía que terminar. A lo mejor había que presentarse para cumplir, aunque la final no tenía que quedar trunca”, detalla Vogliotti.

Vogliotti, otro de los históricos de Atlético que recordó el título de 2004.

En tanto que Siliano añade: “Con el tema de la efervescencia del partido, las pulsaciones estaban a 1000. Cometemos el error, se hace todo el tumulto, lo expulsa a Sodano, Panero se mete y eso a la larga nos termina beneficiando porque logramos jugar los 20 minutos. Son tumultos que se dan en todos los partidos cuando se juega algo tan importante en ese sentido”.

Las tratativas para la reanudación

La semana del 6 al 11 de diciembre sería determinante para los destinos de uno  y otro. Los dirigentes de Atlético Adelia María, junto a Hugo Mattea (DT, iniciaron gestiones para que se completen los 21 minutos restantes. Por su parte, los de Independiente Dolores se mantuvieron agazapados y consultivos a otras Ligas del interior.

Finalmente el ente rector dispuso que el juego final debía completarse. Atlético se preparaba para revertir la historia en dos tiempos (10 y 11 minutos), mientras que la “furia roja” jugaría bajo protesta.

Semana previa a la reanudación, ¿Cómo se vivió?, ¿Era jugar para cumplir?

Siliano: “Así es. La verdad, si hay alguna persona que tuvo mucho que ver en esto fue Hugo (Mattea), luchó hasta lo último para conseguir esos 20 minutos. Nosotros el objetivo era cambiar la imagen, no dejar la imagen que habíamos dado en los 70 minutos, de ese equipo peleador. Hugo consigue los 20 minutos, íbamos para cumplir. El sábado a la noche habíamos tenido un egreso. Por eso se da todo que si se lo contás a alguien no lo puede creer, 20 minutos, 2 menos, 2 a 0, es imposible. Habíamos salido de acá en auto, habrán ido 5 o 6 personas que estaban en la tribuna”

Menardi: “Para nosotros hasta el día jueves estaba todo terminado, no sabíamos nada de la reanudación. El deseo fue de Hugo, quien quería terminar en cancha lo bueno hecho en la temporada. Creo que fue el viernes que recién nos confirmaron de la reanudación. Recuerdo haber peleado con Hugo porque no me iba a poner, por el corte en la cabeza, y después de analizar las bajas que tenía el equipo, y que salíamos a jugar 9 contra 11, me tuvieron que poner. No me voy a olvidar nunca que la única jugada preparada que teníamos era sacar del medio, darle la pelota a Pablo (Pezzini) y tirarla a los delanteros para ver qué podían hacer”.

Vogliotti: “Fue una semana atípica, había incertidumbre por si se jugaba. Hugo paró 9 jugadores en la semana contra 11 de la Reserva y empezamos a practicar jugadas en 20 minutos. Obviamente que después se te tienen que dar las situaciones para revertir ese 2-0, y gracias a Dios se dieron”.

Así se jugó el desempate

Domingo 5 de diciembre de 2004: El partido se suspendió a los 24 minutos, Ramón Ortiz expulsó a Víctor Sodano y por esa acción Javier Panero le aplicó un golpe en la nuca. Cuando el árbitro se retiraba tras la suspensión del partido, desde la parcialidad de Adelia María le arrojaron piedras y palos. Todo eso consta en el informe presentado por Ortiz. Por entonces, Independiente Dolores ganaba dos a cero con goles de Germán Rodríguez (2′ PT) y Marcelo Garelli (42′ PT).

En la semana el HTD dispuso que se juegue el tiempo restante y Atlético Adelia María debía hacerse cargo de todos los costos operativos del encuentro (incluido la logística de Independiente Dolores) y una multa económica de 50 entradas. Además, fueron expulsados Panero y Sodano, por lo que Atlético afrontaría el resto del juego con 9 jugadores. El árbitro también cambió: Héctor Juárez Ortega reemplazó a Ortíz, que había estado en los 70’ anteriores.

Hugo Mattea preparó al equipo para esos partidos que se dan uno en un millón. Cambió el sistema táctico, amoldado a nueve jugadores en cancha, y fue en busca de la heroica.

En ese planteo táctico hubo otra “locura” del estratega. O quizá mejor pensada entre todos. Marcelo “Bocha” Siliano, uno de los goleadores del “canalla” esperaría en el banco de suplentes.

“Yo siempre respeté las decisiones del técnico. Lo que pasa era que teníamos 2 menos y me acuerdo que había jugado el ‘Cara’ (Juan López) solo de punta y después tenías al ‘Tato’ (Fernando Fernández) y a Juan González de volantes. Lo tomé lo más bien, obvio que no me gustaba salir pero ante eso tenía que apoyar al equipo. Cuando se da el incidente recuerdo que los que tenían amarillas se las seguían contanto en la reanudación, fue otro punto clave para la planificación. Siempre respeté las decisiones y le salió de diez el planteo”, detalla Siliano sobre la salida del equipo inicial.

Siliano, uno de los delanteros titulares que tuvo Atlético a lo largo de ese torneo debió esperar en el banco de suplentes en la reanudación de 20 minutos ante Dolores.

¿Cómo habían ganado en motivación?

Siliano: “El plantel siempre estuvo fuerte pero el cuerpo técnico siempre nos inyectó. Ese viernes no pude entrenar y me habían contado que habían hecho un entrenamiento bárbaro, con 2 menos contra la reserva y le habían pegado un baile. Habían salido prácticas muy buenas pero veías que el plantel estaba motivado. Hubo un papel importante de Hugo, su cuerpo técnico y del profe Diego González, otro de los que nos empujó toda la semana”.

Vogliotti: “Lo que dice el ‘Bocha’ de la semana previa es cierto, nosotros nos incentivamos con los profes. Y creo que la entrada en calor fue clave, Diego González nos motivó a dar todo y nos convertimos en kamikazes. Todo el equipo de trabajo nos incentivó a que se podía”.

¿Del otro lado que sabían? ¿Qué se rumoreaba?

Siliano: “Había llegado el comentario que habían estado muy relajados, que había sido una semana de juntarse, de festejar ese título. Lo que veíamos nosotros que al conseguir esos 20 minutos, nos daba la posibilidad a nosotros de cambiar la imagen y se podía dar vuelta. Veíamos cómo que estaban relajados, al contrario de nosotros que nos habían inyectado que ‘en el fútbol no hay que caerse’ y dimos una muestra de carácter”.

Domingo 12 de diciembre de 2004: En la reanudación del minipartido de 20 minutos, Mario Menardi descontó a los 2 minutos con un golazo de chilena y más tarde Independiente Dolores sufrió la expulsión de Cristian Martínez. Una épica empezaba a gestarse.

Así describe su gol Menardi: “Yo arriesgaba siempre, no era que era la primera vez que hacía una jugada de esas. Pero no voy a mentir y decir que había hecho ese tipo de golazos. Esas maniobras las hacíamos en entrenamientos para divertirnos, la había practicado hasta de defensor, una vez nos costó un clásico por tirarla y dejarle la pelota a ‘Tato’ Fernández para que Municipal nos gane con ese error mío. Después del gol que hago apenas empieza el partido con Dolores sentí la sensación de que se podía, lo miré al PF Diego González – que fue nuestro principal motivador en la semana – y nos hicimos las mismas señas. El gol nos motivó aún más, el grupo se plantó y comenzó a dejar esa imagen buena que quería Hugo”.

A falta de 30 segundos, Carlos Comoglio puso el dos a dos final tras un pase de Juan Alberto López y ese gol mandó la definición al tiempo suplementario. En el alargue fueron expulsados Comoglio (CAAM) y Mercado (AID), no cambió el resultado.

“Cuando empatamos hubo un parate donde pudimos ir al vestuario antes del alargue. En ese momento vimos que nosotros los jugadores estábamos calmos, sabiendo lo bárbaro que habíamos hecho; los que no estaban calmos eran los técnicos, todo lo contrario a la previa. Jugamos otros 30 minutos, más que la reanudación del partido, y lo aguantamos. Desde ahí empezamos a ver que Dolores se puso más nervioso, se les escapó en pocos minutos algo que ya tenían”, recuerda Menardi.

¿Los penales?

Siliano: “Un sufrimiento terrible. A los chicos que les tocó patear lo hicieron bárbaro. Nosotros teníamos a Pablo Pezzini que desde cancha chica atajaba muchos penales, siempre tapaba, en cancha grande también. Los penales fueron bien ejecutados y en el último cuando Juan González hace el gol, fue una locura. Cuando en la mitad de la cancha se juntan los planteles, ya veíamos que no se nos podía escapar. Cuando Pablo ataja el primer penal, nos dimos cuenta que el título era nuestro, una hazaña”.

En los 12 pasos fue el arquero Pezzini quien se convirtió en la principal figura de Atlético atajando dos disparos. El equipo de Mattea se impondría 4-3 sellando una de las remontadas más recordadas en la historia del fútbol regional.

En las imágines de archivo se vislumbra la desazón de la parcialidad cabrerense y la algarabía “canalla”, que tuvo a jugadores disparando para todos lados sin saber cómo celebrar tal hazaña.

¿Los festejos fueron improvisados?

“No sabíamos para dónde disparar, era una locura. Fijate el primer gol, entra un hincha nuestro con un radio en la mano, festejando con nosotros. Después gente que había ido a otro partido, creo que en Atenas, una promoción se jugaba, y venía a ver los penales a la cancha nuestra. Para colmo se da la coincidencia que ese día Municipal desciende con Sampacho acá (en Adelia María). Nosotros nos cruzamos con el plantel de Sampacho en Punta del Agua, nosotros festejando, ellos festejando. Fue algo muy lindo y lo que se vivió acá, ni hablar. En esa época estaba la temporada de pileta, daban la vuelta olímpica alrededor de la pileta los hinchas”, relata Siliano con una sonrisa dibujada en su rostro.

“No supimos nunca cómo festejar. En la semana nos cargaban y nos decían que no estábamos preparados para definir torneos. Eso fue algo que a nosotros nos tocó el orgullo y nos impulsó a no dejar nada por perdido. La semana pasada me pasó algo increíble en cancha de Banda Norte, en el Torneo Proyección donde tengo a mis hijos jugando. Hice un pique para saludar a Enzo Estrada, un amigo, y en ese trayecto me reconocieron por el golazo que hice en la final. Ese detalle es el que me queda, siento que 20 años después la gente nos reconoce. El paso del tiempo te va diciendo lo que logramos, hoy se los muestro a mis hijos y es lo que más me queda”, agrega Menardi.

En el cierre de esta historia, ¿Hay reconocimiento, idolatría, 20 años después?

Siliano: “Me lo decís ahora y se me pone la piel de gallina. Trae muchos recuerdos, emociones. Agradecimiento a ese gran plantel que tuvimos, somos compañeros y gracias a Dios lo vivimos con muchos desde los 5 años en el Atlético. Ni hablar de Hugo Mattea, una mención especial, al cuerpo técnico, Diego González, porque tuvieron mucho que ver en conseguir esos 20 minutos. Marcamos la primera estrellita en el fútbol grande del Atlético. Que te reconozcan quiere decir que uno hizo las cosas bien y es lo más lindo que te da el fútbol.

Vogliotti: “Difícil de lograr algo así con gente del club, sobre todo en estas épocas donde los equipos se refuerzan con mucha gente de afuera. Pero este grupo tenía algo especial, marcamos un camino siendo casi todos de la misma categoría que desde los 5 años se conocían. Obviamente tuvimos gente con trayectoria importante en la Liga que llegaron para reforzarnos, pero el fuego sagrado era propio. Esto último fue lo fundamental. Esa final me marcó para siempre, por lo que se recuerda dentro del club y gente del fútbol que te reconoce por esos hechos”.

Síntesis – Los que salieron a jugar los 20 minutos restantes

  • Atlético Adelia María: Pablo Pezzini; Rubén Gómez, Mario Menardi, Luciano Vogliotti; Matías Comoglio, Carlos Comoglio, Juan González; Fernando Fernández y Juan López. DT: Hugo Mattea.
  • Independiente Dolores: Eduardo Funes; Darío Gallardine, Germán Rodríguez, Cristian Gutiérrez, Nicolás Silva; Oscar Castro, Cristian Martínez, Mauro Ramírez; Jorge Silva, Julio Soda y Fabián Garelli. DT: Eduardo Giuliano.
  • Goles: a los 2’ PT Mario Menardi (CAAM) y 10’ ST Carlos Comoglio (CAAM).
  • Cambios: en el segundo tiempo, Marcelo Siliano por Matías Comoglio (CAAM), Darío Altamirano por Soda (AID) y Daniel Mercado por Jorge Silva (AID).
  • Incidencias: fueron expulsados Carlos Comoglio (CAAM) y Daniel Mercado (AID).
  • Árbitro: Héctor Juárez Ortega.
  • Cancha: Estudiantes

La playlist completa de un título que cumplió 20 años

Fotos y videos: Al Toque
Redacción Al Toque

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