Adrián “Junior” Sasso: la emoción solidaria y un 2026 que asoma grande

Adrián “Junior” Sasso se permitió bajar la guardia por un rato. Cambió los guantes por los botines y fue parte del partido solidario que reunió a deportistas de distintos ámbitos en el estadio de Asociación Atlética Estudiantes. Lo vivió con tranquilidad, emoción y una sonrisa que no siempre aparece en la previa de una pelea. El contexto era distinto: ayudar, compartir y disfrutar.

“Para mí fue algo increíble. Estar rodeado de gente tan élite en el deporte, sobre todo en el fútbol, que es algo que siempre me apasionó, fue un orgullo”, contó. De chico soñó con la pelota, aunque el camino lo llevó al boxeo. Por eso, el reencuentro con ese deseo, aunque sea por una tarde, tuvo un valor especial Sasso.

Dentro de la cancha, fiel a su estilo, no se escondió. “Yo lo único que sé es correr, así que cada vez que agarraba la pelota intentaba ir para adelante”, dijo entre risas. Se animó al roce, exigió marcas y hasta hizo transpirar a algún rival. “La gente de afuera dice que lo hice bien”, agregó, con humildad, pero sin quitarle mérito al disfrute.

El escenario también potenció la experiencia. Fue su primera vez en el Estadio Ciudad de Río Cuarto Antonio Candini, un lugar cargado de historia que hoy vive un momento especial con Estudiantes en Primera División. “Nunca había jugado ahí. Con más razón lo disfruté. Es una cancha hermosa y se nota que siempre la están mejorando”, valoró. Aunque aclaró que su corazón futbolero sigue ligado a Banda Norte, reconoció la importancia del presente del “león” para toda la ciudad.

Después del evento solidario, la charla volvió a su terreno natural. El cierre del año encuentra a Sasso fuerte desde lo físico y, sobre todo, desde lo mental. “Fue el año más importante en cuanto a entrenamientos. Aprendimos muchísimas cosas nuevas. Si bien tuve una sola pelea, que fue mi debut internacional, en actividad fue pobre, pero trato de sacar lo positivo”, analizó.

La falta de competencia no lo relajó. Todo lo contrario. “Entrené hasta los días feriados, el 24, el 25, el 31. Siempre mantuve el nivel. Eso me va a dar resultado cuando llegue la oportunidad”, aseguró, convencido de que la constancia termina pagando.

Y el 2026 aparece en el horizonte con expectativas. Hay una pelea grande “dando vueltas”, que no se pudo concretar este año por cuestiones contractuales. No quiso confirmar demasiado, pero dejó pistas. “Ojalá podamos arrancar el año con una buena pelea y seguir trabajando para dejar a la ciudad en lo más alto del boxeo”, deslizó. Ante la consulta, eligió el silencio estratégico, aunque marcó el rumbo: el objetivo sigue siendo el exterior, donde ya dio el primer paso y quiere seguir creciendo.

Entre la emoción solidaria, el orgullo local y la ambición deportiva, Adrián “Junior” Sasso cerró su 2025 con algo valioso: la certeza de estar preparado. El golpe fuerte, si todo se alinea, puede llegar en el próximo round.

Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque