Bardín y 10 más

“Esto es de todo el equipo, no se puede hablar de un solo jugador, porque quedó demostrado que hemos sido 25/26 jugadores que dejamos todo para conseguir el objetivo”. Son las palabras de Ezequiel Bardín, arquero de Sportivo Atenas, minutos después de consumado el ascenso al Federal A en cancha de Sportivo Belgrano de San Francisco.

El experimentado cuidapalos del “albo” fue uno de los tres futbolistas que estuvo presente en todos los partidos y el único que sumó todos los minutos en el severo Regional Federal Amateur. A los 38 años, “Turbina” no es más aquel futbolista que por momentos protestaba de más, salía de manera vertiginosa fuera de su valla y se ganaba más de una amarilla por su temperamento.

En este éxito de Atenas, Bardín demostró ser un referente con todas las letras. No sólo por su edad y trayectoria, sino también con el ejemplo dentro de la cancha. Lo más visible es lo que ocurrió cada fin de semana con la presentación del equipo que conduce Sebastián Montivero ante su público.

Aunque el detrás de escena no es menos importante. Ezequiel realizó un esfuerzo sobrenatural para ponerse a la par de sus compañeros, de hecho los días martes, por cuestiones laborales, entrenó de manera individual con Néstor Ginestar (entrenador de arqueros) desde las 5 de la mañana. Cuando el equipo se incorporaba una hora después.

Esa preparación se trasladó a las actuaciones en los partidos oficiales. A los mano a mano contra Camioneros y Alberdi en fase de grupos, a las heroicas tapadas en los penales frente a Alumni en Villa María por los octavos de final, a las salvadas en Leones versus Sarmiento y al acto cúlmine en la final de la Región Centro contra San Lorenzo de Alem, cuando atajó el primer remate de la tanda y fue el encargado de sellar la serie con su gol.

De Bardín hacia adelante se conformó este Atenas. Un equipo rocoso, que priorizó el equilibrio en el fondo y por muchos ratos se volvió impenetrable. Uno de los ejemplos se vio en la tarde de este domingo pasado, donde 9 de Julio de Rafaela no pudo acertar ni un tiro al arco con peligrosidad.

“El equipo tuvo convencimiento, ganas y hambre. Se levantó en cada paso y piedra que tuvo en el camino, se dedicó a jugar y no a pelear, y tuvo mucho trabajo y sacrificio”, explicó el arquero de Atenas.

“El equipo tuvo convencimiento, ganas y hambre»

La esencia de esa dureza en el fondo se completó con la columna vertebral conformada por los centrales Hugo Paniagua e Ignacio Talavera, dos desconocidos para el mundo ateniense que con sus actuaciones se metieron de lleno en la retina del aficionado.

La punta de ese cuadrilátero es Facundo Tello, volante central de quite, primer pase y relevo que obligó a Montivero a ponerlo como titular indiscutido.

Así se conformó el equilibrio de Atenas, con una gloria en su arco, dos centrales férreos y un volante con mucho oficio.

Bardín, el ídolo más preponderante en el arco del “albo”, nacido el 9 de agosto de 1984, consigue el título más importante en la historia ateniense en el atardecer de su carrera: “Es algo que busqué 15 años, se dio en éste, un año de mucha felicidad y de los más lindos de mi carrera. Creo que irme así, comenzar a culminar mi carrera, es de lo mejor que me podía pasar”

 “Se lo dedico a mi familia, a mi hija que es el amor de mi vida, a Gabriel Tonello (dirigente fallecido el pasado sábado), a la familia de Gabriel, al presidente Federico Felippa, a Franco Panzolatto y ‘Kike’ Bustos (dirigentes), que fueron quienes confiaron en mí a la hora de volver al club, y a toda la gente que nos acompañó”, cerró el arquero.

Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque