Codicia de dinero en el fútbol: ¿qué debe cambiar para que los aficionados no pierdan interés?

La comercialización no se detiene en el fútbol: ahora se pagan millones por traspasos y salarios. Estas sumas se consideran ahora normales, ya que poderosos inversores con intereses principalmente económicos han descubierto el deporte para sí mismos. Lo que ocurre en el terreno de juego parece pasar a un segundo plano y muchos aficionados pierden la alegría de su antiguo deporte favorito.

Parece que los ánimos se están caldeando poco a poco. En muchos lugares, las escenas de aficionados protestan contra la creciente comercialización, que en los últimos años también ha llevado a que el dinero se distribuya de forma cada vez más desigual. La comercialización amenaza al deporte. En su origen, el fútbol se nutre de la emoción y también de la imprevisibilidad del juego. Cualquier equipo puede ganar un partido, incluso contra un rival supuestamente más fuerte.

Esto también hace del fútbol el deporte más popular del mundo para las apuestas deportivas. Cada vez más personas disfrutan de las apuestas deportivas y el mercado está creciendo. Se demandan buenos portales de comparación. Aquí encontrará las mejores casas de apuestas nuevas. Aquí también se gira mucho en torno al tema del dinero. Sin embargo, lo más importante en el deporte debería ser siempre el entretenimiento, que está cada vez más amenazado en el fútbol comercializado.

En el fútbol moderno se manejan cantidades increíbles de dinero

La cantidad de dinero que se maneja en el fútbol profesional queda especialmente clara cuando se observan los récords que se han establecido. No es de extrañar que todos los récords mencionados proceden del pasado reciente.

En la actualidad, los clubes de fútbol gastan cientos de millones en los mejores jugadores. Por ejemplo, el principal club francés, el París Saint-Germain, fichó al brasileño Neymar por 222 millones de euros en 2017 y a Kylian Mbappé por 180 millones de euros ese mismo año.

Las estrellas del fútbol más caras también cobran salarios más altos. Neymar, por ejemplo, gana 75 millones de dólares estadounidenses al año, al igual que su compañero de equipo Lionel Messi. El múltiple campeón del mundo Cristiano Ronaldo también gana más de 70 millones de dólares estadounidenses en su nuevo club, el Al-Nassr FC de Arabia Saudí. Esto ni siquiera incluye los ingresos de los numerosos contratos publicitarios individuales.

Incluso en el caso de los menores, ya fluyen sumas millonarias. En el verano de 2022, el FC Bayern fichó al francés Mathys Tel, de 17 años, por 20 millones de euros. Ya en 2018, el AS Mónaco fichó a los dos talentos Pietro Pellegri y Willem Geubbels por 20 millones de euros cada uno. Cifras increíbles para talentos para los que no es previsible que se produzca realmente la irrupción.

Los orígenes del dinero en el fútbol profesional

El origen del dinero en el fútbol moderno varía. Por regla general, los ingresos de los espectadores desempeñan un papel fundamental para los clubes. El factor decisivo es cuánto puede generar un club con la venta de entradas VIP, ya que éstas suelen generar mayores ingresos que las entradas normales. Sin embargo, la importancia de la venta de entradas para los clubes es cada vez menor.

En su lugar, los ingresos por televisión han cobrado cada vez más importancia en los últimos años y ahora suelen representar más del 50% de los ingresos. La cuantía de los ingresos varía mucho de un país a otro: la Premier League inglesa ingresa más de 2.500 millones de euros por temporada, mientras que la Liga española sólo recibe algo menos de 1.000 millones de euros.

Los clubes de fútbol generan otros ingresos a través de la venta de artículos para los aficionados, los premios en metálico y los patrocinadores. Una fuente de ingresos cada vez más importante para algunos clubes son los mecenas o inversores. Personas adineradas, empresas o incluso Estados invierten en clubes de fútbol, ya sea para generar beneficios o para mejorar su imagen.

Un gran peligro: la creciente división del mundo del fútbol

Sin embargo, no todos los clubes se benefician por igual de estos elevados ingresos. Más bien, los clubes más grandes tienen capacidad financiera para recaudar sumas astronómicas, mientras que los más pequeños tienen que luchar para llegar a fin de mes.

De ello se encarga, entre otras cosas, la Liga de Campeones de la UEFA, que proporciona cada año inmensos ingresos a los principales equipos europeos. En cambio, las competiciones internacionales de menor nivel, como la Europa League de la UEFA o la Liga de Conferencias de la UEFA, apenas ofrecen incentivos económicos atractivos. Por no hablar de los clubes que no se clasifican regularmente para el negocio internacional.

Esto aumenta la brecha financiera entre los participantes en la Liga de Campeones de la UEFA y el resto de clubes de las ligas nacionales. Una posible consecuencia podría ser que siempre sean los mismos clubes los que se proclamen campeones.

Posibles soluciones: ¿Cómo hacer que el fútbol vuelva a ser atractivo?

Está claro que la comercialización del fútbol ha aumentado enormemente en las últimas décadas y los aficionados, jugadores y expertos están cada vez más preocupados por que esto pueda tener un impacto negativo en este deporte. Por lo tanto, ahora hay algunas propuestas interesantes para reducir el impacto negativo de la comercialización.

La primera y más importante es limitar el gasto financiero. Por ejemplo, algunas organizaciones y ligas de fútbol ya han tomado las primeras medidas para limitar la competencia financiera introduciendo topes salariales o incluso restricciones al traspaso de jugadores.

Por otro lado, se trata de repartir de forma más justa el dinero disponible en el fútbol. Por ejemplo, podría introducirse un sistema de pagos solidarios, en virtud del cual los clubes grandes y particularmente fuertes desde el punto de vista financiero cedan un porcentaje de sus ingresos a los clubes más pequeños para ayudarles a seguir siendo competitivos. Asimismo, parte de estos pagos solidarios podrían destinarse a apoyar el fútbol juvenil.

Además, se trata de introducir normas y reglamentos más estrictos para fomentar la competencia y garantizar que todos los clubes tengan las mismas oportunidades. Esto podría incluir limitar la influencia de los inversores o introducir criterios estrictos para la estabilidad financiera de los clubes.

De club a marca: el fútbol se enfrenta a una decisión histórica

La creciente comercialización hace que los clubes de fútbol ya no se presenten como tales, sino principalmente como marcas. Así, el fútbol profesional es cada vez más una puesta en escena y un espectáculo.