Efemérides
Cuando Guillermo Vilas fue campeón en Río Cuarto
Un día como hoy, pero de 1971, el mejor tenista argentino de la historia venció en el campeonato Ciudad de Río Cuarto organizado por la Liga Regional Riocuartense de Tenis en las instalaciones de Estudiantes. Unos años después, “Willy” coronaría sus títulos de Grand Slam y alcanzaría el n° 2 del ranking mundial.
El 12 de octubre de 1971, las canchas de tenis de la Asociación Atlética Estudiantes se colmaron de público para ver la apasionante definición del Campeonato Ciudad de Río Cuarto, llevado a cabo por entonces, por la Liga Regional Riocuartense de Tenis.
Durante toda esa semana, la ciudad pudo disfrutar a los mejores exponentes del tenis nacional brindando un espectáculo singular para lo que el público estaba acostumbrado. Ricardo Cano, Oscar Escribano y Roberto Aubone son algunos de los nombres que deleitaron a la gente en el polvo de ladrillo.
Pero sin dudas, un joven Guillermo Vilas fue la atracción principal de los fanáticos de este deporte. Con tan solo 19 años, Vilas llegó a Río Cuarto para adquirir rodaje de cara a sus expectativas en el circuito. Solo dos años antes, en noviembre de 1969, había disputado su primer torneo oficial como profesional en el Grand Prix de Buenos Aires.
En aquel momento, todos los encuentros se disputaban al mejor de cinco sets y sin tiebreak en ninguna de las mangas. Por eso se pueden encontrar resultados exorbitantes por aquellas épocas, como un 6-2 14-12 6-3. Eso era posible. En este caso, Vilas no tuvo mayores inconvenientes para alzarse con el título en el Ciudad de Río Cuarto, tras vencer en la final a Cano por 6-0 6-2 2-6 6-1.
Ambos jóvenes, Vilas y Cano compartían también equipo de dobles. En este cuadro, perdieron en la final ante los valores de la experiencia de Escribano y Aubone. La pareja Vilas-Cano fue campeón mundial juvenil de dobles, aunque comenzaron el encuentro perdiendo el primer set en tiebreak -en esta modalidad sí había-.
Los veinteañeros se impusieron en los dos siguientes por 6-1 y 7-5. “Willy” quedó a un paso de completar el título en singles y dobles, pero la pareja Escribano-Aubone remontó el partido y terminó imponiéndose por 7-6 6-4 en el cuarto y quinto set, respectivamente.
Al final del día, luego de cinco horas de un magnífico tenis en el predio del “celeste”, Vilas destacó a la organización del torneo y el buen comportamiento del público. Todos hablaban en aquel momento de la apuesta juvenil más importante de este deporte. Veamos qué sucedió años más tarde de su visita a Río Cuarto.
El despegue y consagración de Vilas
Luego de 1971, el camino dentro del circuito internacional comenzó a allanarse para Vilas. En 1973, consiguió el primer título de su carrera en el Abierto de Buenos Aires, en donde derrotó al sueco Bjorn Börg en la final. Esta consagración marcó el inicio del despegue definitivo de su carrera, que terminó por consolidarse al año siguiente.
En 1974, Vilas logró conquistar 6 títulos en el circuito que le permitieron clasificarse para el Masters que reúne a los mejores jugadores de la temporada. En Australia y sobre césped -superficie en la que más incómodo se sentía- Vilas venció a jugadores como John Newcombe y Bjorn Börg para imponerse en la final ante el rumano Illie Nastase y lograr el mayor título de su carrera hasta ese momento.
Definitivamente, “Willy” se hizo un lugar entre los mejores tenistas del circuito. Al año siguiente llegó a su primer final de Grand Slam, en Roland Garros, donde cayó ante Börg (ya se gestaba una especie de rivalidad entre ambos). Vilas alcanzó dos cuartos de final consecutivos en Wimbledon que marcaron sus mejores actuaciones en “La Catedral”, en 1975 y 1976.
El año 1977 puede ser considerado uno de los más gloriosos en la historia del tenis argentino. En enero, Vilas perdió su primera final del Australian Open ante Roscoe Tanner, pero se desquitó en París ganando Roland Garros, su primer título de Grand Slam, ante el estadounidense Brian Gottfried por 6-0 6-3 6-0. Más tarde ese año, llegaría el título en el US Open, derrotando en la definición a nada más ni nada menos que Jimmy Connors (quizás, la mayor rivalidad de su carrera).
Aquel año Vilas finalizó como n° 2 del ranking mundial, con una polémica manera de contabilizar los puntos. Connors había ganado menos títulos y menos Grand Slams que él. La revista World Tennis, cuyo ranking era el más respetado desde 1953, le concedió el lugar de n° 1 al final de la temporada. En 1978 y 1979, Vilas consiguió el título del Australian Open de manera consecutiva. Esos fueron los 4 títulos de Grand Slam que ganó en su carrera, solo le faltó el emblemático en Wimbledon para completar todos.
Su visita a Río Cuarto fue temprana, pero auspiciosa. Los diarios de la época hablaban de la nueva promesa del tenis argentino y no se equivocaron. No solo fue una promesa cumplida con los años, sino que Vilas instituyó en nuestra cultura el tenis. Un deporte que estaba más alejado de la cotidianidad que el fútbol. Los grandes tenistas que tuvo nuestro país con los años, fueron y serán un producto de lo hecho por Guillermo Vilas.
Redacción Al Toque
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