Cumbre de campeones

El viernes por la noche la Liga Regional de Río Cuarto le abrió sus puertas al recuerdo de la conquista más importante de su historia. La entidad madre reconoció a los jugadores y familiares del seleccionado que obtuvo el Campeonato Argentino de 1973.

A días de cumplirse 50 años de la conquista de la Copa “Doctor Adrián Beccar Varela”, la emoción abrazó a los presentes y la nostalgia se apoderó de la noche. La iniciativa del presidente Camilo Mañez en conjunto a José Sebastián Echeverría –emblema y ferviente defensor de nuestro fútbol-  convocó a los campeones para ser homenajeados a través del descubrimiento de un mural en el recinto ubicado en Sebastián Vera 170.

Por un instante la sala de reuniones de la Liga Regional se transformó en un vestuario. Empezaron a sobrevolar jugadas, partidos, charlas y anécdotas que cincuenta años nunca borrarán.

Campeones presentes: Norberto Carrizo (DT), Hugo Fierro (PF), Juan García, Hugo García, Horacio Alaniz, Eduardo Flesia, Carlos Domínguez, Alberto Allende, Carlos Pena y Francisco Gabasio.

Además de los protagonistas centrales, estuvieron presentes familiares directos de Juan Ravetta, Miguel Giordanino, Norberto Garnero, Carlos Rodríguez y Aldo Arana.

La lucidez de Norberto Carrizo no pierde vigencia. El entrenador encabezó la serie de anécdotas valorando la fraternidad entre los jugadores en una época de grandes exponentes que supieron “jugar en equipo, con fútbol y valor”. El “cabezón” puntualizó que “la victoria en Oberá nos marcó como grupo, nos dio confianza como equipo y sentimos que después de esa epopeya éramos campeones”.

En la misma sintonía se expresaron Hugo Fierro (preparador físico) y Juan Carlos Ravetta (hijo del kinesiólogo). Ambos coincidieron que el factor humano fue decisivo para potenciar las cualidades futbolísticas de un equipo que marcó el principal hito del fútbol regional.

El capitán Eduardo Flesia tomó la palabra y ponderó la unión grupal como un elemento clave en la consagración. “Carrizo supo elegir los jugadores justos para armar un gran equipo”, sostuvo el ex defensor de Atenas. A lo que subrayó: “El éxito más importante fue la formación de un grupo de humano bárbaro y la integración de la región con Río Cuarto, eso para mí fue un gran triunfo de aquella selección”.

El paso del tiempo no se detiene, arrasa, aunque siempre hay una pausa para el recuerdo, de memoria activa, de reconocimientos y de amigos que al final de cuentas son los verdaderos vencedores del olvido.

Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque