Atletismo
De Adelia María a la maratón más grande del mundo en Nueva York
Valentino “Tino” Bossio (38) participó de la Maratón de Nueva York el pasado domingo, una de las carreras más importantes del atletismo mundial. Finalizó cerca del puesto 3.000 de aproximadamente 33.000 corredores. Desde la “Gran Manzana”, el atleta adeliamariense contó cómo cumplió uno de los sueños de su vida.
Sin dudas, la ciudad de Nueva York despierta mística alrededor del mundo cultural, turístico y también deportivo. La “ciudad que nunca duerme” es el epicentro de numerosos espectáculos y eventos del deporte a nivel mundial en diferentes disciplinas.
Icónica por sus barrios, edificios y enormes parques, Nueva York recibe cada año la carrera de atletismo más grande del mundo. Nos referimos a la histórica Maratón de Nueva York.
Esta maratón abarca 42 kilómetros y se corre desde el año 1970, cuando el Club de Corredores de Carretera de Nueva York instauró esta competencia que constaba en dar varias vueltas alrededor de Central Park. La inscripción solo costaba un dólar. Con los años, la vigencia y el don especial de esta ciudad, la maratón se convirtió en la más grande del planeta.
Cuenta con el mismo recorrido desde 1976. Comienza en el Puente de Verrazano en Staten Island; luego atraviesa el tradicional barrio de Brooklyn; pasa por el puente Pulaski para meterse de lleno en Long Island y Queens; cruza el puente Queensboro para llegar a Manhattan del que después sale hasta llegar al Bronx; nuevamente otro puente -el de la Avenida Madison- para regresar a Manhattan y finalizar en el extremo sur de Central Park.
En 2020, la carrera no pudo disputarse debido a la pandemia. Este año, en su edición n° 50, nuestra región estuvo representada con un participante. Se trata de Valentino “Tino” Bossio (38), atleta oriundo de Adelia María, quien cumplió su sueño de correr la maratón más importante del mundo.
Bossio practica running desde el 2007, y completó su primera maratón de 42 kilómetros en 2010. Allí se empezó a gestar un sueño que lo desvelaba, el correr entre los rascacielos que inundan el firmamento neoyorquino. “Vine postergándolo, en alguna oportunidad no pude por algunas cuestiones propias, después no llegué a inscribirme, el año pasado estuvo lo de la pandemia y en este 2021 lo pude concretar. Realmente estoy muy feliz de haber llegado a esta instancia y terminar bien la carrera”, indicó “Tino”.
– ¿Cómo es tu vida con el atletismo?
– Lo hago individualmente, en su momento empecé con un grupo de entrenamiento de Córdoba, me había alentado a esta actividad Leo Sosa -un compañero de Adelia María que corría hace varios años- y me mostró la senda del corredor. Después lo mantuve, tenemos algunos chicos en Adelia que corren, pero no hay conformado un grupo de entrenamiento riguroso y de calidad. Es más bien personal el desafío durante todos estos años y representa una pasión. Lo sigo haciendo de manera amateur pero regularmente durante todo el año. Me voy planteando objetivos, trato de hacer una maratón de 42 kilómetros al año, porque me ayuda a mantenerme en forma.
– ¿De cuántas maratones has participado en tu carrera? ¿Soles correr las que se disputan en la región?
– He participado de varias maratones de 42 kilómetros, esta es la duodécima que hago. Tuve la oportunidad de ir a Chile un año, y esta en Estados Unidos fueron las únicas fuera del país. En Argentina hice el resto, y en la región participo generalmente de la Maratón de los Dos Años y otras competencias de menor kilometraje.
– ¿Cómo fue todo el proceso de inscripción a esta Maratón de Nueva York?
– En el caso de la Maratón de Nueva York el problema es la obtención del cupo para poder correr. Es un evento muy popular acá y es una especie de fiesta el día que se corre la maratón. Lo que hice fue buscar a un operador turístico, que hay distintos en el mundo y otorgan cupos. Yo contraté a uno de los argentinos y la empresa te ofrece los servicios necesarios para llegar a Nueva York, con la inscripción a la carrera incluida.
– ¿Cómo viviste la carrera? ¿Qué fue lo que más te sorprendió?
– Nunca había visto que durante 42 kilómetros haya gente alentándote, yo creía que iba a haber en un par de metros gente, pero acá no se corta nunca. Es maravilloso. La ciudad de Nueva York es imponente, es un contexto diferente. Particularmente hice lo que hago siempre, y sigo una receta propia que la repito. En esta oportunidad tenía más ansiedad que las anteriores, estaba más nervioso. Tienen bien organizada la largada numerosa, se hace en tandas en diferentes momentos y el horario mío fue de las 9:55. Esperé en un parque muy bien preparado que tienen para los corredores. Cuando llegué a la largada, ellos tienen un ritual de cantar el himno y hacer la cuenta regresiva. Desde el kilómetro 3 al 42 era un túnel de gente que realmente me sorprendió.
– Ya en el transcurso de la maratón, ¿te impactaba la propia estampa de la ciudad?
– La carrera circula por los barrios más importantes de la ciudad. En Brooklyn la gente estaba abarrotada sobre los deportistas, te ofrecen comida, frutas, hasta un niño me dio un cartelito que decía “go go go” que no pude guardar porque uno no puede cargar cosas en ese momento. Corrí más de la mitad de la carrera con la piel de gallina, fue una experiencia que no imaginaba y no esperaba que el evento fuese una fiesta para los neoyorquinos. El cruce de los puentes es imponente y complicado porque tienen una pendiente importante, lo que hace que no sea una carrera simple. Hay carreras con menos desniveles, y esta te exige bastante. Cuando ingresamos a Manhattan también, la llegada al Central Park es increíble. En una curva doblamos y chocábamos con el Hotel Plaza, y se me vino la imagen de la película “Mi Pobre Angelito”, esas cosas que continuamente ves en la televisión y ahora estas acá.
– ¿Te encontraste con otros argentinos en la carrera?
– Con el grupo que viajamos somos 35 corredores argentinos aproximadamente, pero había argentinos por todos lados. Estoy seguro que había más de manera individual. Yo tenía una bandera en la remera y otra con la que hice los últimos metros. Todo el mundo me gritaba “Vamos Argentina” todo el tiempo.
– Luego de cumplir este sueño, ¿qué continúa para tu carrera?
– Encontré en esto una pasión, hoy me encuentro en una situación de tranquilidad y felicidad total de haber cumplido un sueño, para mí significaba eso. Alguien me dijo que “sueño que no se cumple se pudre”. Hoy no sé qué carrera correré luego, pero ya me pondré un objetivo y lo haré en el corto plazo. Sinceramente, estoy feliz de haber llegado hasta acá y cumplir este sueño.
Fotos: Gentileza Valentino Bossio
Redacción Al Toque
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