De Vicuña Mackenna a los Juegos Evita: la historia de la escuela de judo Shin Gi Tai

Los logros deportivos siempre tienen por detrás una historia de superación, sacrificio y muchas ganas, sobre todas las cosas. Esta no es la excepción.

La escuela de judo y jiu jitsu “Shin Gi Tai” de Vicuña Mackenna llevó por primera vez a una atleta de dicha localidad a participar de las finales de los Juegos Evita. La competencia nacional se lleva a cabo durante esta semana, hasta el sábado 30, en la ciudad de Mar del Plata.

Se trata de la judoca Margarita Fenoglio, quien con sus 12 años se convirtió en la primera mackennense en competir en las finales del certamen nacional para infantiles y juveniles. En el mes de julio, en la instancia de clasificación disputada en el Estadio Mario Alberto Kempes de la ciudad de Córdoba, Fenoglio logró el primer puesto en la categoría infantil A -40kg. que la llevó de manera directa a las finales nacionales, ya que solo clasificaba el ganador de cada categoría.

Pero para llegar a este gran logro que hoy pone a la escuela en la primera plana de la ciudad, hubo mucho trabajo por detrás. Y, por supuesto, lo sigue habiendo.

Anabel Vázquez, instructora y fundadora de la escuela en Vicuña Mackenna, contó cómo surgió este centro deportivo, filial de la escuela asentada en Río Cuarto de la mano del sensei Juan Carlos Hurtado.

“La escuela se fundó hace cinco años. Esto era una filial de Río Cuarto, que terminó siendo academia por sí misma. Todos estamos matriculados y la escuela está federada. Los chicos están con gente profesional y que saben lo que hacen, avocados al futuro deportivo de los chicos”, le contó Vázquez a Al Toque Deportes.

Actualmente, la escuela reúne a 80 alumnos de diferentes edades, en su mayoría niños y niñas que conocieron y se apasionaron por la actividad del judo: “Empezó todo porque desde los 15 años que yo practico judo y jiu jitsu. Carlos me insistió para abrir una escuela acá en Mackenna, y tuve mis dudas porque era un deporte no reconocido. Él fue un visionario, vio que había futuro. Abrimos, empezamos las primeras clases con 20 niños y se fueron sumando. Alguno que otro dejó en el camino probando diferentes disciplinas, pero la mayoría se ha quedado”, recordó la instructora.

Aparte de esta clasificación de Margarita Fenoglio a los Juegos Evita, la escuela Shin Gi Tai es reconocida por sus buenas actuaciones en torneos a nivel provincial, nacional y sudamericano: “De los torneos nacionales o Centro-República traemos medallas y primeros puestos siempre. En los provinciales también nos va muy bien.  A veces uno no lo ve, pero es el resultado del trabajo que hacemos con el profe Carlos todos los días. Tenemos un grupo deportivo y otro de aprendizaje. A quien esté en condiciones lo hablamos para saber si quiere unirse al grupo deportivo, pero si no es así, continúan con su etapa de aprendizaje”.

Atravesar las dificultades que genera llevar adelante una disciplina poco difundida es moneda corriente para Vázquez y Hurtado, aunque han tenido una gran respuesta en Vicuña Mackenna: “Nos cuesta que se sepa que es una disciplina olímpica, formativa. No hay mucha información sobre el tema. Nosotros lo hacemos muy disciplinario y marcial. Los chicos siguen normas y pautas de conducta. Tenemos un objetivo claro y apuntamos a eso sin distraernos para los costados”, expresó Vázquez.

En cuanto al futuro y las metas principales de la escuela, la instructora dejó en claro que el objetivo es formar personas además de deportistas: “Siempre hablo por nosotros desde el lado de los profesores. Apuntamos al futuro de los niños como personas, que sean autosuficientes, que se valgan por sí mismos, que puedan superar las adversidades. Hay que manejar la frustración y confianza de uno mismo, porque arriba del tatami uno se encuentra solo. Que puedan lidiar con esas situaciones, no solo en el deporte sino en la vida general, darles las herramientas suficientes para superar esas cuestiones. En lo deportivo, seguir creciendo, sacar campeones provinciales, nacionales, sudamericanos. Siempre apuntamos a lograr lo máximo que se pueda, pero que los chicos se sientan cómodos, no es necesario que uno vaya a competir y que lo sufra, ese no es nuestro objetivo”.

Fotos: Gentileza Anabel Vázquez
Redacción Al Toque