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Di María, un ángel para tu selección argentina de todos los tiempos
Rubén Tomé, el entrenador del Club Atlético El Torito de Rosario, abrió los ojos como huevos fritos cuando pasó por la casa y lo vio haciendo jueguitos. Lo invitó a que se sumase a El Torito. Diana, la madre de Ángel Di María, lo llevó. Un médico le había recomendado que su hijo practicara algún deporte por un cuadro de hiperactividad. En el club del barrio La Cerámica, en un año, metió 64 goles. Algunos los gritaba antes de que entrara la pelota. Lo empezaron a contactar desde las radios para hacerle notas. Para Tomé, Di María es “el Ángel”, como lo llama. En 1995, a los seis años, Rosario Central lo “compró” a cambio de 26 pelotas para El Torito. Las malas lenguas dicen hoy que Central nunca las pagó.
Estamos en 2024, y este domingo 14 de julio, Di María jugará su último partido con la camiseta de la selección argentina. Al Torito entran diez chicos por día que quieren jugar a la pelota. Hoy juegan 700. Y hay una lista de espera con 225. “El chiquito que entra al club, entra con esa ilusión: ‘Si Di María era de acá, yo también puedo ser campeón del mundo’”, dice Germán Ángel, presidente de El Torito, uno de los miles de clubes de barrio, formadores, que el presidente Javier Milei “olvidó” mencionar en su avanzada para abrirle la puerta a las sociedades anónimas deportivas en Argentina.
A los 36 años, Di María es una leyenda total del fútbol argentino. Un futbolista que, aún en sepia, destella, irradia colores. Y que asumirá ante Colombia en la final de la Copa América Estados Unidos 2024 su “último baile” con la selección. Será, además de su despedida, la novena final que jugará con la camiseta argentina. Las dos primeras fueron en el título con la Sub 20 en el Mundial Canadá 2007 y en el oro con la Sub 23 en los Juegos Olímpicos Pekín 2008 (gol de pinchadita en el 1-0 a Nigeria). Las tres siguientes fueron con la mayor. Y derrotas, una más dura que la otra. En la del Mundial Brasil 2014 se ausentó por un desgarro y por un motivo no físico. “El Real Madrid (su club de entonces) quería comprar a James Rodríguez después del Mundial y yo sabía que me querían vender para hacerle lugar a él –contó en The Players Tribune en 2018-. Así que no querían que su jugador se rompiera antes de venderlo. Ese es el negocio que la gente no siempre ve”. El entrenador Alejandro Sabella no lo incluyó entre los titulares ni los suplentes. En la de la Copa América Chile 2015 salió lesionado, a los 25 minutos. En la de la Copa América Centenario Estados Unidos 2016, a los 57 minutos.
Si la película de Di María en la selección terminase acá, todo sería tristeza y dolor por lo que no pudo ser. Pero Di María continuó. En las tres finales siguientes, ganadas, marcó goles. En la Copa América Brasil 2021 volvió al Maracaná, donde no había podido estar ante Alemania en 2014. Gol, otra vez por encima del arquero, en el 1-0 a Brasil. Un título para la selección después de 28 años. “Se logró, lo logramos. Los amo mucho, gracias por bancarme siempre. Algún día se iba a romper la pared. Se rompió la pared. Me la di muchas veces pero seguí estando acá, como siempre me enseñaron. Nunca aflojé. Los amo”, le dijo a su familia en una videollamada tras la final, envuelto en lágrimas, sentado en el césped, en un Maracaná vacío por la pandemia de coronavirus. En la Finalissima 2022 ante Italia en Wembley, volvió a picársela al arquero. Y repitió en la final del Mundial Qatar 2022 en el Lusail: definió el mejor contraataque en la mejor final de los Mundiales. “Romper la pared” se titula un documental que Netflix estrenará el 12 de septiembre.
“A Di María me lo resistían, Fernando –le dijo Diego Maradona cuando era entrenador de la selección al periodista Fernando Niembro-. Todos querían que ponga a otros jugadores y yo le dije al pibe: ‘Muero con vos’. Te encaraba acá, de punta, como dicen los italianos. Te hace destrozos. ¿Por qué? Porque tiene enganche para adentro, para afuera. Y tiene gol, y un remate bárbaro. Y es guapo”. Di María había debutado en la mayor el 6 de septiembre de 2008, ante Paraguay por Eliminatorias en el Monumental, con Alfio Basile. Pero fue Maradona quien lo citó, pese a las críticas, para Sudáfrica 2010, su primer Mundial. Era un jugador de selección.
“Está más sensible que nunca y se emociona por todo lo que está viviendo. Nosotros intentamos acompañarlo en sus últimos momentos en la selección”, dijo Lionel Messi, quien también sabe que, a los 37, se le acerca su cierre. Di María advirtió: “Si se gana o se pierde, es fútbol. Pero hice todo el mérito posible para poder irme por la puerta grande”. Di María y Messi, rosarinos, de Central y de Newell’s, compañeros de viaje, son la gran dupla de la historia de la selección. Para muestra vale repasar los encuentros en la cancha, los pases gol, las paredes, las relaciones con la pelota. Van desde la asistencia de Messi en la final de los Juegos de Pekín 2008 hasta el pase de Di María a Messi ante México en Qatar 2022, bajo un clima de tensión y de nerviosismo, ya que una derrota sacaba a la selección en el segundo partido del Mundial, como nunca antes. Pero en ese instante, también, viró el curso de los acontecimientos.
"ES EL ÚLTIMO PARTIDO, QUE LO DISFRUTES COMO EL PRIMERO"
— TN – Todo Noticias (@todonoticias) July 12, 2024
El emotivo mensaje que el DT de El Torito le mandó a Ángel Di María, desde el vestuario que lo vio crecer. El hombre lagrimeó hablando del ídolo, que es un ejemplo para los chicos que se entrenan ahí.
"Es el héroe del… pic.twitter.com/Jk3aYlDOp8
Ángel pudo haber vivido la historia de Miguel, su padre, al que una lesión le truncó la carrera de futbolista cerca de debutar en River. A Miguel lo ayudó en el reparto de bolsas de carbón hasta que debutó en Central, porque su “esqueleto”, con un “cuerpo hambriento, veloz”, ya estaba “preso” de una “ilusión”. “Es tan simple así / (no podés elegir)”, canta el Indio Solari en Un ángel para tu soledad. “Y caés en manos del Ángel de la Soledad / y él, ¡gracias a Dios! / tampoco cree lo que oye”. Pero conviene escuchar a César Menotti: “Merece el mismo reconocimiento que los grandes futbolistas. Yo lo pongo a la altura de (Mario) Kempes, de Maradona, de Messi”. Di María es un ángel que ya juega en la selección de todos los tiempos.
Hermano, estoy llorando. Qué no llegue nunca más el domingo. No quiero ver una selección Argentina sin Di María.
— Ale Liparoti (@AleLiparoti) July 10, 2024
Realmente estoy llorando. pic.twitter.com/bsQhtvlwO9
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