El circo como pretexto: la carpa se arma en África

Leonardo Gasseuy

Paul Kagame y John C. Malone no tienen nada en común (o casi nada). El primero es negro, el otro es blanco. Kagame es africano, Malone estadounidense. El africano se formó como militar y el americano es ingeniero eléctrico y economista. El militar es el Presidente de Ruanda, el ingeniero y economista el chairman y dueño de Liberty Media (y mil cosas más), parecería que las diferencias sustanciales que los separa, no encuentra puntos en común, pero hay (al menos uno conocido): el megalómano presidente quiere traer a su país la Formula 1 y Malone, dueño del circo motor, quiere volver a desembarcar en ese continente. Las dicotomías se achican hasta diluirse cuando la voluntad y los intereses de un totalitario coincide con la voracidad de un tiburón impúdico.

Ruanda es un país de una belleza deslumbrante, por su naturaleza y por la disposición que esa naturaleza le dio a su geografía. Está enclavada en una región de África donde confluyen los ríos más importantes y nacen los grandes lagos. Está en el Valle del Rif, donde dicen, con algunas certezas y no tantas pruebas, el ser humano comenzó a ser bípedo. En el Rif el hombre enderezó la curvatura de su espalda y elevó el mentón, con eso ganó en resistencias a la insolación y a los traslados (tal vez no sea casual que en el Rift también esta Kenia y nunca son casualidades las marcas de sus maratonistas).

Es loco, en medio de un mundo tan loco, ver que en el lugar donde la especie empezó a ser esta especie, el odio y la intolerancia convirtieron la tierra en sangre.

El genocidio de 1994, donde en 100 días la mayoría Hutus asesinó a más de 800.000 tutsi, generó más de un millón de desplazados y la violación de 400.000 mujeres tuvo un autor intelectual: Bélgica. Después de colonizarla en 1923, y en medio de las salvajadas, aportaron la idea y el desarrollo para el posterior genocidio.

Asociados con la Iglesia católica, los belgas instauraron un nuevo orden: manipularon la historia de Ruanda para crear una jerarquía de carácter racial (no social) argumentando que la minoría tutsi constituía una raza superior, más civilizada y más cercana a los europeos que los hutus. Llegaron a afirmar que los tutsis eran “europeos bajo piel negra”, no fue otra cosa que poner en marcha los germinadores del odio, que luego la historia muestra, como se abriga a los hechos con la pilcha de la inapelabilidad. En ese contexto, tras el caos y con la sangre fresca, Kagame, el hoy presidente, asumió el doble rol de vicepresidente y ministro de defensa. Fue el trampolín. Cuando le llegó su momento se adueñó del país en forma literal.

Malone, tiene 83 años, es el típico personaje de Conecticut. Tipo duro. Le gusta que se lo apoden con aspereza. “El guerrero de la autopista de la información”, “El Cowboy de Cable”, son algunos. Lo que más intimida de Malone es su constancia. Una paciencia recta y precisa hasta la obsesión.

AT&T, McKinsey & Co., CI, TCI (Tele-Communications Inc., Liberty Media, Global, Starz, Lionsgate, Charter Communications, ITV o All3Media) es parte del entramado televisivo que reina en EEUU, Europa y América Latina. Sólo Liberty Global, la mayor empresa de TV por cable del mundo, tiene 28 millones de clientes en una docena de países.

En 2016 compró la F1 por 8.000 millones de dólares. Hoy la historia es otra, “tuvimos suerte” dicen sus allegados, “pagamos barato un negocio semi virgen” le atribuyen a Ecclestone, el histórico ex dueño, subestimar (nunca entendió) el rol de las redes sociales en el negocio. Liberty lo modificó, explotó exponencialmente y pone proa rumbo a África.

Kagame fue electo presidente por cuarta vez en julio, luego de modificar la Constitución y pisotear los caminos legales. Saco el 99.17 % de los votos, una farsa democrática legitimizada por todos y adulada en Occidente. Absolutismo absoluto. Por todo.

La historia reciente de Ruanda está plagada de asesinatos y muertes misteriosas de altos cargos políticos y militares, muchas de las cuales le son atribuidas al régimen de Kagame por disidentes y organizaciones de derechos humanos.

En 2010, Bernard Ntaganda se declaró candidato presidencial contra Kagame y fue encarcelado varios años. En 2017, Diane Rwigara, candidata independiente, fue detenida y acusada de falsificar firmas para su candidatura y posteriormente absuelta. La única oposición que Kagame tolera es el Partido Verde, que en 2017 y 2024 no llegó ni al 1% de los votos. El hecho de declararse ganador de las elecciones, por casi el 100 por ciento de los votos, cataloga la realidad, donde lo procaz con lo perverso se conjugan con la misma naturalidad.

La prolijidad administrativa y la real exposición de sus números hacen que Ruanda brille como un rubí en el centro de África. En 2023 creció un 8,3% impulsado por el sector servicios. Es una de las mejores 40 economías del mundo para hacer inversiones y uno de los 3 países menos corruptos de África.

Se ha posicionado como un lugar turístico tranquilo, atrayendo la celebración de congresos de más alto nivel, sus ciudades son las más limpias de África y Kigali la capital (en sus zonas mostrables) se parece a Sidney.

Pero la portentosa fachada de sus publicidades y exposiciones trasladan de megalómano a absurdo las voluntades de esta “prolija tiranía”. Por ejemplo, hoy, Ruanda es patrocinador de manga del Arsenal de Inglaterra, socio premium del PSG, socio platinum del Bayern Munich y socio fundador y anfitrión de la Liga Africana de Básquet. Demasiado mucho. El germen de corrosión, el que marca el desenlace fatal, seguro nació hace décadas y se nutrió con frugalidad con sus mejores alimentos: el pecado del silencio, la miopía inocente o la omisión interesada.

Las confluencias entre Kagame y Malone o Ruanda y Liberty Media es el neo cesarismo mercantil . Kagame amplía su poder en forma obscena, copa la región (dicen que camiones ruandeses vienen del Congo cargados de Coltan, un mineral esencial para la fabricación de armas inteligentes y dispositivos electrónicos).

Malone además de la F1, le compró a Warner Bros Discovery el total de las acciones de la Formula E, y en estas horas, a través de una maniobra financiera (tan propias de Malone), Liberty Media emitió 940 millones (fueron suscriptas por Goldman Sachs) y le compró a la española Dorna Sports los derechos exclusivos para manejar el Moto GP. Todas llegarán al continente y articularán el negocio con Ticketmaster la boletera del holding. Si se arma la carpa para arrancar con el circo en África será con todos los espectáculos, todos de un solo dueño, siempre con el sello de la casa.

Cuando Kagame modificó la constitución se garantizó el poder hasta 2034. Es todo absolutismo y voracidad, esa que manifiesta Malone en ser el mayor terrateniente privado dentro de los Estados Unidos (lo es) y es el tercero en general luego del estado norteamericano y las reservas indígenas. Tiene 949.000 hectáreas y los voceros de Silver Spur Ranch, la rama agrícola ganadera del holding, confirman que hay proyectos de expansión.

Siempre un pacman comercial necesita de un autócrata. Pobre África. Estos actores, promueven y pronostican cualquier cosa, pero garantizan con exactitud que la histórica hemorragia interna del continente no se va a detener. Hace más de 1.900 años Plutarco dijo que la bebida apaga la sed, la comida satisface el hambre, pero el oro triplica la codicia. Una codicia genocida que en África insoslayablemente siempre tiene como aderezo la sangre inocente.

Gráfico: Al Toque