Atletismo
El ex futbolista que desafía la naturaleza con carreras de montaña
Néstor Fabián Perrone, ex defensor de Lautaro Roncedo y Juventud Unida de Coronel Baigorria, encontró una nueva pasión deportivo y desde 2014 compite en carreras atléticas de alto nivel de exigencia física y mental. El pasado fin de semana completó los 110K del Patagonia Run. ”Valorar el esfuerzo del día a día te va a permitir mayor reconocimiento al final del camino”, indicó.
En la mayoría de los casos que refieren al retiro del fútbol suelen haber ciertas consecuencias que tocan de lleno la humanidad de los protagonistas. El jugador siente afectiva, económica, espacial y mentalmente que ya no es parte y pasa de un día para el otro: de ser partícipe de un grupo de personas donde comparte valores, momentos y tiempo a quedar al margen de toda circunstancia emotiva dentro del deporte. El tiempo, justamente algo que suele sobrar cuando se aleja de las canchas.
Pocos, muy pocos jugadores como el “Rifle” Pandolfi, Damián Manusovich, Christian Bassedas, Gustavo Lombardi pudieron retirarse antes de los 30 años a nivel profesional y dedicarse a otra cosa sin mayores desniveles emocionales. Si pasamos al tenis a Gastón Gaudio le costó mucho su retiro y declaró en una entrevista de Guillermo Salatino que esa adrenalina solo podía reemplazarla con el casino. A Guillermo Coria también le costó tomar la decisión. Hay que seguir, como sea. No importa cómo. Lo que viene será más duro, parece ser el pensamiento predominante.
En el ámbito local también hay un sinfín de protagonistas que, por una razón u otra, forman parte de ese retiro anticipado. Lesiones, cuestiones laborales, circunstancias afectivas, conflictos en el entorno, sanciones y otros puntos más han hecho que futbolistas dejen la actividad y no vuelvan a pisar las canchas de Liga Regional de Río Cuarto.
Uno de esos casos es Néstor Fabián Perrone, quizá poco conocido en nuestro ambiente, pero que marcó un retiro anticipado de la actividad. Perrone fue volante, jugó durante más de una década (14 años) en Lautaro Roncedo de Alcira Gigena y un puñado de partidos en Juventud Unida de Coronel Baigorria. Decidió dejar la actividad a los jóvenes 29 años y dedicarse de lleno a su actividad como productor agropecuario.
Hasta aquí un caso más de tantos. Alguien que antes de los 30 deja el fútbol y se dedica a lo que le da más rédito y bienestar dejando de lado uno de los hobby más populares de la sociedad. Néstor dejó en 2004 y estuvo 10 años sin “hacer nada” en relación a deporte.
Pero en 2014 ocurrió algo mágico, que cambió para bien su físico, semblanza y, por sobre todas las cosas: volvió a ser parte. Motivado por su hija Natalia, Perrone – radicado en Coronel Baigorria – comenzó a salir a correr en los alrededores del pueblo con intenciones de llegar a punto a una nueva edición de la carrera del Instituto Médico Río Cuarto. Aquello era más un deseo a cumplir para su hija, que lo “empujo” a su bienestar físico y pruebe sus condiciones en una competencia formal de atletismo. Lo que no se imaginó Néstor es que tras esa experiencia se iba abrir un nuevo capítulo en su vida. Una nueva pasión con aventuras de por medio que exigen preparación al máximo.
Perrone se entusiasmó tanto que siguió en competencias atléticas y terminó inclinándose por las carreras de montaña. “Por la atracción de los paisajes y lo duro que son los circuitos”, dice el protagonista.
Alpa Corral con el Trail Run Río Cuarto, Yacanto, Jujuy y Ushuaia fueron algunas de las experiencias que fue sumando el ex mediocampista de Roncedo pos retiro del fútbol y con un impasse de 10 años sin actividad. De 12 kilómetros, pasando a 42 y 60, hasta legar a la increíble cifra de 100K en menos de 24 horas. Sí, casi un día corriendo.
Lo último para el baigorrense fue el Patagonia Run, una competencia enmarcada en carrera de montaña que se llevó adelante este pasado fin de semana en San Martín de Los Andes –Neuquén, como lugar principal. Patagonia Run Columbia Montrail 2021 pone a prueba límites y superaciones para los amantes del running, se divide en diferentes categorías (por edades) y distintas distancias a cumplir.
Néstor Perrone fue parte de una larga lista que corrió en los 110K, la segunda de más importancia por detrás de los 163. Compitió, con 46 años, en la categoría de 40 a 49. El ex futbolista finalizó 56 de 399 en la General y 23 de 178 en su divisional, y completó un tiempo de 20 horas y 16 minutos corriendo sobre un límite de 24 horas para cumplir el recorrido.
En el medio muchas adversidades, que a continuación relatará el propio protagonista, que tienen que ver con el tiempo, la geografía y rigor físico acompañados por adrenalina, aventura y paisajes de ensueño.
En los 110 kilómetros triunfó Jesús Agüero, quien aventajó a Miguel Lottero y Nicolás Alfageme.
Esta última prueba fue parte de una preparación de alto voltaje: El Ultra Trail del Mont-Blanc (UTMB) de Francia, a prueba más mítica del trail running donde más de 10.000 atletas de todo el mundo suelen ser parte. El UTMB tiene 7 distancias: UTMB de 170K y 10.000 metros de desnivel positivo, CCC de 101K, TDS de 145K, OCC de 56K, PTL de 300K y 25.000 metros de desnivel positivo, MCC de 40K y YCC de 15K.
Néstor va por la prueba máxima: los 170K. Deberá esforzarse y superar sus límites mentales y físicos para cruzar la línea de llegada. Este periplo extraordinario en el corazón del macizo francés permitirá a los trailers atravesar valles y collados en contacto con las más bellas cimas, en un escenario alpino único en el mundo. Para eso se prepara Perrone, que entrena los siete días de la semana, hace de 15, 20 hasta 60K con rutinas variadas y completa los 150K semanales corriendo en los alrededores de Coronel Baigorria.
¿Cómo fue su última experiencia en Patagonia Run?
– Hice las de 110 porque me preparo para Mont Blanc, que es en Francia, de 170. Es por eso que lo tomé como para ir tomando forma e ir viendo dónde estoy parado después de un año sin competencia y con poco ritmo. Participaron unas 320 personas aproximadamente, después se dividen por categorías. Los resultados de igual manera, hay una General y después se divide por edades, en mi caso estoy dentro de la categoría de 40 a 49 años. Finalicé 56 en la General y 23 en la categoría, iba con otra expectativa, y terminé haciéndolo en 20 horas 13 minutos.
-¿Hubo algunos inconvenientes?
– Venía bastante bien, pero en los últimos kilómetros empecé a sentir un dolor en parte de la cadera y no pude mantener el ritmo. Los últimos 19 kilómetros los hice caminando, no quería abandonar, porque el objetivo máximo es llegar a la meta en una carrera bastante dura.
– ¿El clima fue una adversidad?
– El clima no influyó tanto porque estuvo bastante lindo el día, obviamente hacía frío. Lo que sí influye es la geografía, porque había bastante desnivel, muchas subidas, pasás por el medio del río y recorrés terreno empedrado o flojo. Partimos de San Martín de Los Andes, pasamos por Lago Lacar y visitamos varias comunas pegadas, todos lugares bellísimos que no terminás de disfrutarlos porque competís de noche y vas concentrado en lo tuyo.
– Más allá del resultado, lo importante es llegar…
– Es un desafío con uno mismo, ya que a la vez vas subiendo en kilómetros y con la mejora física vas escalando puestos. Pero acá hay mucha solidaridad y no tanta competencia, eso se ve mucho en las largas distancias donde influyen varios factores y muchos riesgos.
– ¿Lleva mucho en la actividad?
– Unos siete años. Empecé con carreras en Alpa Corral con 21K, pasé por la de Yacanto, avancé hasta los 60K, fui a Jujuy e hice 110 con 4 mil metros de altura, Ushuaia con 108K y nevada incluida donde sufrí hipotermia y debí abandonar. Todo esto último lo fui haciendo para sumar puntos y llegar a Mont Blanc, algo que al principio me parecía imposible y ahora está muy cerca. Desde el 2014 que corro, estuve varios años sin hacer nada después de jugar al fútbol, y mi hija (Natalia) me propuso empezar en la carrera del Instituto Médico. Después me incliné hacia las carreras de montañas por la atracción de los paisajes y lo duro que son los circuitos. Ahora si la fórmula (el cuerpo) no me falla voy a seguir, pero después de Francia voy a empezar a bajar kilómetros, porque empieza a pasar factura el esfuerzo.
– ¿La familia es un pilar fundamental?
– Mi familia está siempre a mi lado, trato de llevarla a todos lados mientras se pueda. Desde mis viejos, mi mujer y mis hijos suelen venir y alentarme. Otro dato importante es el apoyo por redes sociales de la gente, ese ‘me gusta’, el comentario de ‘dale, que podés’ es un oxígeno para mí. Muchas veces me apoyo en ese aliento cuando estoy cerca de llegar a la meta y empiezo a pensar en dejar. La fuente de energía es ese apoyo, creo que a todos los corredores nos pasa esa sensación.
– ¿Le encuentras similitud con el fútbol?
– Ambas son actividades físicas, pero distintas. En el atletismo entreno de manera individual y me organizo mis rutinas, no me sumo a ningún grupo por cuestiones laborales. Acá hay mucha resistencia física, aguantás muchas más horas que el rigor del fútbol y lo psicológico es clave. Muchas veces tenés que bajar cambios, porque el cansancio empieza a vencerte, y ahí es donde aparece la cabeza y te ayuda a continuar.
– ¿Un mensaje final de lo que es el runnig?
– Creo que en la vida hay muchas cosas atrás, más allá de un triunfo hay que ver todo el esfuerzo previo. Tanto en lo que hago yo, como lo que hace cualquier persona en otro ámbito donde se le cruzan adversidades. Valorar el esfuerzo del día a día en lo que hacés te va a permitir mayor reconocimiento al final del camino.
Redacción Al Toque
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