El “Flaco” pasó a ser leyenda

La tarde del sábado 11 de mayo golpeó al ambiente fierrero la triste noticia del fallecimiento de Juan María Traverso, «El flaco de Ramallo», reconocido por la afición como el último ídolo del automovilismo nacional.

Traverso nació en la localidad bonaerense de Ramallo el 28 de diciembre de 1950 y en 34 años de trayectoria automovilística obtuvo 16 campeonatos y 7 subcampeonatos. Sin embargo, los más conocedores de su trayectoria aseguran que el amor del público por Traverso iba más allá de sus logros deportivos.

Todos los títulos

“Para que un piloto se convierta en ídolo debe poseer todas las condiciones que despiertan el interés y la pasión del público aficionado, aunque no haya ganado numerosas carreras. Pero en este caso, Juan María Traverso ganó en casi todas las categorías nacionales, corrió en Europa F2 y Turismo italiano y reunió todas esas virtudes que sorprenden: gran piloto, arriesgado, siempre a fondo hasta la última vuelta con su máquina en llamas o sin una rueda, polémico, inteligente y rebelde ante las injusticias”. Se lee en la contratapa del libro “Juan María Traverso. El ultimo ídolo”, del periodista Eduardo Gesumaria «Sprinter», y que explica el porqué de esa idolatría.

La historia de Juan María Traverso se cruzó en infinidad de oportunidades con Río Cuarto, su tercera victoria en Turismo Carretera, y la primera en suelo cordobés, cuando todavía la categoría corría en los circuitos semipermanentes. La obtuvo hace casi 50 años en La Carlota.

Con el correr del tiempo, y el paso del TC a los autódromos, Río Cuarto fue la plaza elegida por excelencia, y aquí obtuvo 2 victorias, siendo el único piloto que en este circuito festejó con Ford y Chevrolet.

Sin embargo, la unión definitiva entre Traverso y Río Cuarto se la dio el Turismo Competición 2000, categoría en la que se impuso en 8 ocasiones y se convirtió en el piloto más ganador de la historia del autódromo Parque Ciudad de Río Cuarto.

Algunos momentos del Flaco en Río Cuarto que pasaron a la historia

El próximo 23 de mayo se van a cumplir, 20 años de la recordada carrera de la lluvia, en la que tras un toque en plena recta sacó su catarata de insultos más recordada contra Gabriel Ponce De León.

El 24 de mayo de 1998 realizó una increíble maniobra que le permitió, en la recta, pasar de cuarto a primero en una de las series de TC.

En 1992 fue protagonista de otro hecho imborrable cuando escoltaba a Etchegaray, que lanzó el matafuegos de su auto por la ventanilla y Traverso supo esquivar, y así lo recordaron en un vivo que ambos realizaron tiempo atrás.

En 1995 fue protagonista de uno de los pocos errores de manejo que se le recuerde, al punto que hasta se dudó si fue intencional, cuando ingresó en la Chicana en la largada de la carrera.

Todos sus triunfos en Río Cuarto

Así lo recuerda el mundo fierrero

Ianina Zanazzi, pilota emparentada desde sus inicios con Río Cuarto, donde consiguió su primera victoria y visitante constante del Kartódromo de Río Cuarto, y que compartió espacio en la Asociación Argentina de Volantes y amiga personal de Traverso lo despidió con un video en el que mostró fotos que atestiguan su fuerte vínculo y cerró con la siguiente frase: “Por eso no fui a despedirte. Para mi hay gente que va a ser eterna y vos vas a ser uno de esos. Te deseo que no descanses en paz, que hagas mucho quilombo allá arriba y diviertas a todos los que llegaron antes que vos. Te quiero, Flaquito”.

Al Toque Deportes se vinculó con diferentes actores del automovilismo local y regional que también dejaron su testimonio:

Carlos Alberto Valduvino (periodista riocuartense), ponderó el trato del Flaco en cada visita a Río Cuarto: “Es difícil hablar del fallecimiento de Juan María Traverso para los periodistas deportivos que nos tocó vivir aquella gran decisión del Automóvil Club Río Cuarto de darle el autódromo al TC cuando tenía que abandonar los semipermanentes. El Flaco significa fierro, pasión, amor de una época del automovilismo que ya se fue, pero que los nostálgicos siempre recuerdan. Una excelente persona porque, más allá de ser calentón, al momento de tener que atender a periodistas del interior del interior, siempre lo hacía cordialmente. Vuela alto Falco, yo sé que hoy el automovilismo está de duelo, pero fundamentalmente la leyenda seguirá más presente que nunca en todos los fierreros”.

Haciendo alusión a esa cordialidad con la prensa de tierra adentro, Samuel Beltrán González (periodista de La Carlota), eligió una anécdota para describir su forma de ser: “En una carrera en Río Cuarto, yo estaba en la puerta de la carpa, no me dejaban entrar y él me hizo pasar, le hice una nota a él y a Di Palma”.

Juan Manuel Merlo (Periodista de Río Cuarto), destacó la personalidad del piloto de Ramallo: “Es un día nefasto para el deporte motor, lo importante de todo esto es cómo se lo va a recordar, más allá de los 16 títulos argentinos, lo que dejó de aprendizaje a los jóvenes y algunos contemporáneos. De su personalidad, creo que la gente le reconoce su frontalidad, ese tipo que se bajaba del auto y decía lo que pensaba, era incorrectamente perfecto, se bajaba y para propios y ajenos era el Flaco Traverso, y decía lo que quería. Lo vamos a extrañar mucho. Fue el último gran ídolo, el del pueblo, no el de Ford, Chevrolet, Peugeot, o de cada marca a la que hizo ganar, se nos ha ido el último gran ídolo del pueblo”.

Dardo Perfumo (Periodista de Río Cuarto) describió: “Se nos ha ido un hombre que marcó un antes y un después en esta era moderna del automovilismo. Donde corrió ganó, en todas las categorías de Argentina y en Italia, distintas circunstancias lo volvieron al país cuando tenía todo para entrar a la Fórmula 1. Se nos ha ido físicamente, pero del recuerdo será permanente de un gran ídolo del deporte argentino”.

Entre los muchos que compartieron pista, el canalsense Roberto “Gringo” Del Bo pasó años compitiendo en el Turismo Carretera a su lado, y en diálogo con Al Toque Deportes, dijo: “Hay muchos recuerdos lindos, todos íbamos a correr esperando ganarle al Flaco, porque era el referente en ese momento. Hubo una carrera en Trelew que pudimos largar en la misma fila, lo pude pasar por afuera en la primera curva y no salió el Pace Car así que lo tuve en las 25 vueltas atrás. Él ya era campeón y ese año volvió a salir campeón, me respetó durante toda la carrera como un grande que era y cuando terminó vino y me felicitó por la carrera que había hecho, algo que, para mí, que salí octavo, fue muy elogiante. Como esa tengo montón de anécdotas, era un tipo querido por todos, cascarrabias, furioso, pero en la pista un señor, conmigo se portó siempre de la mejor manera. Para mí fue un grande, todos nos queríamos asemejar a él porque fue, es y será el más grande de todos lo que hemos corrido en el TC, un ejemplo como piloto y como persona, discutido o no para mí un gran tipo. Se fue físicamente, pero va a ser recordado siempre”.

Por su parte, el riocuartense Carlos Alberto “Pájaro” Garro lo despidió en la edición de este lunes en Al Toque Deportes por Al Toque Radio con las siguientes palabras: “Nos ha dejado el último ídolo que tuvo el automovilismo argentino. Para mí, después de haber corrido varias carreras con él, el piloto más rápido que dio el país en toda su historia y con una personalidad muy especial. Era un tipo tremendamente franco, que decía las cosas por su nombre, a veces se pasaba de vuelta y por eso se transformó en ídolo, a los ídolos a veces hay que perdonarles algunas cosas, porque son personas muy especiales. Yo tenía una relación especial con el Flaco, siempre que le pedí algo me lo concedió, a raíz de tener varios amigos en común estaba informado de su estado físico en los últimos días y era muy penoso. Hizo lo que quiso, dijo lo que quiso y ganó todas las carreras que quiso en su vida, así que todos los homenajes que le pueda hacer el automovilismo deportivo van a ser poco en relación a lo que él le dio. Chau flaco, hasta siempre”.

“Nos dejó una leyenda del automovilismo argentino y desde el Autódromo Río Cuarto nos genera una inmensa tristeza el fallecimiento de Juan María Traverso. Por siempre recordaremos sus presencias en nuestro circuito y saludamos a todos sus seres queridos en este difícil momento. ¡Hasta siempre Flaco!”, se leyó en las redes sociales del circuito del imperio.

Se transformó en leyenda el tipo que supo generar pasión en alguien que no sabe diferenciar una válvula de una bugía, ese que supo ganar con el auto en llamas o sin una rueda. El que sin pudor levantaba el pie del acelerador una vuelta antes para demostrar que podía ganar la carrera como lo había hecho desde la primera vuelta, pero decidía ser tercero para cargar menos lastre. Se fue el piloto que ganaba en pista y el personaje divertía siempre, quedará hacia la eternidad la leyenda del Flaco de Ramallo.

Redacción Al Toque