El Jockey Club pidió regresar a las carreras sin público

El año ya transita su segunda parte y la pandemia de coronavirus continúa amenazando la normalidad de las actividades deportivas. El turf no está exento, pese a ser una de las disciplinas con más aptitudes para su regreso.

El 28 de junio pasado, luego de una reunión entre las autoridades municipales y la comisión de carreras del Jockey Club, se habilitó la realización de carreras sin público y respetando los protocolos sanitarios y de distanciamiento personal. Fue el primer club hípico en regresar a las actividades en todo el país.

Luego de la primera experiencia en este tipo de carreras, con transmisión vía streaming y un representante por cada caballo que competía, el COE volvió a prohibir la actividad. La segunda carrera estaba programada para el 19 de julio, pero el club recibió un comunicado días antes en el que se impedía llevarla a cabo.

Iván Grillo, miembro de la comisión de carreras y encargado de la organización de las mismas en el Jockey Club, comentó acerca de esta situación: “No había surgido, hasta ese momento, nada en la ciudad. El COE alegó que los contagios en distintas zonas de la provincia eran el problema, pero hasta ese entonces los focos se concentraban en lugares que están a más de 200 kilómetros de Río Cuarto. Esa respuesta no tuvo coherencia”.

En este marco, Grillo se reunió con las autoridades municipales: “Planteamos al COE la normalidad de las carreras dentro de esta ‘nueva normalidad’ y respetando todos los protocolos. Hay muchas actividades que ya están habilitadas en la ciudad, inclusive nosotros ya corrimos. No entiendo por qué no podemos hacerlo otra vez. El caso que se presentó está supuestamente aislado y en un barrio totalmente opuesto al del hipódromo”, explicó el encargado de las carreras.

Como en casi todos los rubros deportivos que están frenados debido a la pandemia, los trabajadores del hipódromo son los más afectados: “El 30% de los premios de las carreras que podemos organizar van a parar a los vareadores, cuidadores, jockeys, etc. Tenemos más o menos 400 familias que viven del turf en la ciudad. Hasta ahora los propietarios no han decidido llevarse caballos, pero si lo hicieran implicaría un peón que se queda sin trabajo y un cuidador con un caballo menos y su ingreso económico perjudicado”, expresó Grillo.

Sumado a la mala situación económica de los trabajadores, el aspecto anímico también genera un problema: “Cambia el entusiasmo si los propietarios ven correr a sus caballos, aunque sea por teléfono. Se produce otro ambiente y se modifican los ánimos. Estoy de acuerdo con que todo el mundo tiene que trabajar dentro de su protocolo, pero hay actividades habilitadas que son mucho más riesgosas que una carrera que se puede hacer sin público y sin contacto entre los que participan”, afirmó el miembro de la comisión de carreras del Jockey.

La única carrera que el club pudo organizar en medio de la pandemia había dejado conclusiones positivas para Grillo y los demás miembros de la comisión: “En una carrera de doce caballos, como mucho había quince personas en todo el predio. Salió todo bárbaro, en tiempo y forma. Solo tuvimos inconvenientes con las apuestas online. La primera vez cuesta, pero como todo, después funciona. Teníamos expectativas porque ya tenemos aceitado ese déficit del juego online”.

Con respecto al futuro, desde el Jockey enviaron una carta al COE regional pidiendo la normalización de las carreras, pero sin obtener respuesta. Este jueves 6 de agosto se realizará una manifestación que partirá desde el club y finalizará en la Plaza Olmos, al frente de la Municipalidad: “Será una marcha pacífica en la que pediremos simplemente trabajar. Uno está comprometido con el protocolo y es justo hacerlo valer, pero queremos respuestas válidas y respetar las fuentes de trabajo”, concluyó Grillo.

Fotos: Jockey Club Río Cuarto

Redacción Al Toque