Los atletas que forman parte del equipo de Al Toque
Sports Marketing no detienen su marcha durante la etapa de la pandemia.
Algunos pudieron regresar a los entrenamientos presenciales con los protocolos
correspondientes, pero no todo es el deporte en sus vidas.
Más allá de la mesa de trabajo -nunca mejor dicho-, Verónica
Blanco es una mujer que no solo se dedica a su aspecto deportivo en el
tenis de mesa.
Con 35 años comenzó a practicar el deporte debido a una
sugerencia dentro de su rehabilitación. Lo que empezó como un hobby se transformó
en algo mucho más serio, que la llevó finalmente a la competencia oficial y,
por ejemplo, a obtener una medalla de bronce en los Juegos Parapanamericanos de
Lima 2019.
Pero cambiar la vida cotidiana no fue fácil para Blanco.
Quizás no tuvo que modificar muchos hábitos, pero sí tuvo que incorporar un
nuevo e importante aspecto a su rutina: el entrenamiento deportivo.
“Hace cinco años y medio que me dedico al tenis de mesa.
Cuando empecé a hacerlo más serio, me puse a buscar información sobre las
paletas, las gomas, los efectos que trae cada una. Hice un curso de psicología
del deporte y me enfocó más en los entrenamientos”, recuerda Blanco sobre sus
inicios en la actividad.
Las entrenadoras de la Selección Argentina de tenis de
mesa adaptado proveen a la riocuartense de las rutinas de entrenamiento a
realizar en esta época de pandemia. Blanco se dedicó a aprender mucho más del
deporte en general y de la disciplina que practica: “Hace dos años que empecé
a interiorizarme en lo que es el deporte, y lo que uno necesita para que los
entrenamientos den sus resultados después”.
Familia y trabajo: “ping pong”
Verónica Blanco está casada y es madre de tres hijos. En
épocas normales, sin pandemia mediante, hacía rehabilitación dos veces por
semana, entrenaba tenis de mesas otras tres y trabajaba todos los días.
Actualmente, Blanco mantiene su trabajo en EDECOM, en
donde realiza tareas en el área de licencias. Por la situación sanitaria, el
personal fue dividido en dos grupos: una semana asiste lunes, miércoles y
viernes y a la siguiente, martes y jueves.
“La verdad que lo manejo bien, con la ayuda de mi marido
nos vamos organizando con los chicos, el trabajo y los horarios de cada uno.
Mis hijos no son muy grandes pero son independientes y ayudan con todas las tareas
que uno tiene. De esa forma puedo organizarme con todo y con lo deportivo sin
problemas”, afirma Blanco.
El tenis de mesa en pandemia
“En un momento trabajaba junto a un compañero, pero
cuando la situación se puso más brava en la ciudad dejamos de hacerlo y nos
guiamos por los ejercicios que nos envían desde Buenos Aires”, indicó Blanco
sobre sus entrenamientos en la actualidad.
Hace unos días, la Vecinal Industrial proporcionó a
Blanco el lugar totalmente equipado para volver a entrenar. Si bien, por
ahora, no regresará a las prácticas presenciales debido a la situación epidemiológica
en la ciudad, la medallista olímpica se mostró entusiasmada: “De todos los
clubes y vecinales que conozco, está cien por ciento adaptada. Es algo fundamental
y me saca un peso de encima. Si uno entrena en un lugar que no es accesible ya
tiene problemas con eso. Ojalá podamos empezar a entrenar pronto”.
Por último, Blanco reflexionó sobre sus últimos años manejando su vida entre la familia, el trabajo y el deporte: “No fue fácil adaptarse a todo, pero si a uno le gusta y le hace bien es importante. El deporte me independizó mucho, me ayudó a salir, a conocer gente y a conocerme a mí misma. El ambiente que te rodea alimenta a que una siga. No solo con el tenis de mesa, sino con cualquier deporte es importante hacerlo, aunque no se conozca mucho. Hay que alentar a que la gente con discapacidades conozca el deporte y se acerque”.
Redacción Al Toque