Fútbol

El legado de Jorge Griffa en la región: “Fue un maestro con todas las letras”

Ubaldo Gutiérrez fue uno de los riocuartenses que pasó por Newell’s y estuvo bajo las órdenes del formador de Casilda y cuenta sus vivencias. También dejaron sus testimonios el carlotense Pablo Doffo y el campeón mundial Sergio Almirón.

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En la tarde del lunes 15 de enero del 2024, la noticia del fallecimiento de Jorge Bernardo Griffa enlutó al fútbol argentino. El casildense que brilló en la Primera de Newell’s Ols Boys de Rosario y en el fútbol español, tiempo después se transformó en uno de los captadores  de talentos más relevantes del mundo en su larga trayectoria en las divisiones inferiores del club rosarino.

Por esa época, en la que los clubes de la capital cordobesa recién comenzabas a incursionar en los torneos de AFA, el paso más factible para cualquier joven que se destacaba en el interior era llegar a Rosario, donde sus clubes ya participaban con tres categorías de inferiores en los torneos “afistas” y evitaban ir a Buenos Aires.

Decenas de jugadores del sur cordobés vivieron la experiencia de pasar pos las inferiores de “la lepra”, algunos con llegada a Primera División y a la selección como los casos de Ariel Boldrini, Fabricio Fuentes y Pablo Guiñazú.

Ubaldo Gutiérrez fue uno de los riocuartenses que pudo disfrutar a Griffa y cuanta lo que significó para él: “Yo lo tuve como profe unos 6 o 7 años y tengo por su puesto los mejores recuerdos. En lo personal me marcó muchísimo en como caminar la vida, con 11 años fue casi un padre, y en lo deportivo ni hablar, fue un maestro con todas las letras”, asegura.

Gutiérrez agrega: “De verdad fue un maestro que nos enseñó , más allá de todo lo deportivo, mucho sobre la vida”. Y describe su llegada y paso por el club rosarino:  “Yo estaba jugando en el Club San Buenaventura y con 11 años me fui a Newell’s, allí me recibe Griffa, fui uno de los jugadores más chicos en la pensión del club hasta ese momento, y él siempre me decía que tenía que disfrutarlo porque el ‘Colorado’ (Carlos) Mac Allister y yo éramos los más chicos que estábamos en las pensiones del fútbol de AFA”. Continúa: “Entré en la Liga Rosarina y con edad quinta jugué en cuarta de AFA y algunos amistosos en Reserva. Me vuelvo cuando se empieza a hacer el embudo, llega Maradona y a todos los que jugábamos en ese puesto se nos cerró lógicamente el circuito, a muchos dejaron libres y a otros mandaron a préstamo. En el caso mío me vine a préstamo a Estudiantes en el Argentino A”.

De Griffa recuerda: “Nos decía que teníamos que tener mucha paciencia para llegar, que quien no la tuvo no vivió del fútbol, eso me quedó muy marcado y fue una realidad, en el caso mío yo no tuve la paciencia y no llegué”.

Además, el riocuartense cuenta: “Fui parte de uno de los libros que él escribió, trabajé con Mariano Toedtli (ayudante de campo de gabriel Heinze) en la parte de pegada y técnica individual”.

“Marcó una etapa de Newell’s que ni siquiera lo pudo lograr él mismo en Boca. Tenía el ojo clínico perfecto. Quien lo pudo tener y disfrutar fue algo único”, agregó en sus descripciones.

“Fue una sensación de tristeza enorme”, contextualizó el momento en que se enteró de su fallecimiento, “hacía un par de años que no lo veía, la última vez lo vi muy mal, se te viene todo lo que viviste con él a la cabeza. Él debe haber visto pasar millones de jugadores, pero te veía y te recordaba siempre y esas cosas te marcaban”, contó Gutiérrez, quien compartió sus días en Rosario con su hermano Juan.

Pablo Doffo: “Uno de los más grandes cazatalentos del mundo”

Otro jugador de la región que estuvo en su radar fuer el carlotense Pablo Doffo, el volante fue parte de una de las captaciones que Griffa realizó en el interior cuando comenzó su trabajo en inferiores de Boca Juniors.

Doffo fue capitán y campeón de su categoría en el “xeneise” y al igual que Gutiérrez en Newell’s estuvo cuando Maradona regresó al club de La Rivera. Luego quedó libre, pasó por Talleres y Sportivo Belgrano de San Francisco tras lo cual recaló en el fútbol de Malta, donde desarrolló el resto de su carrera y permanece como entrenador.

“Jorge Griffa fue un adelantado, una Biblia del fútbol, un tipo que tenía un conocimiento increíble y uno de los más grandes cazatalentos del mundo”, dice Doffo desde Europa.

“Estaba súper preparado, hablaba de fútbol en todo momento y sabía muchísimo. Un tipo increíble, que nos hizo crecer muchísimo a todos, como jugadores y personas”, lo describe el carlotense. “El día que me llamó a su oficina, yo con 17 años, para avisarme que iba a ir a hacer la pretemporada con Reserva. Me dijo: ‘gringo mételes como haces en tu categoría (octava en ese momento) no te apichones’ una palabra que siempre usaba él”, agrega.

Finalmente, cita una anécdota: “Nosotros usábamos las medias bajas y sin canilleras en los entrenamientos, pero siempre las dejábamos al lado de la cancha y cuando veíamos que él se acercaba a ver los entrenamientos salíamos todos corriendo para ponernos canilleras y subirnos las medias porque se ponía como loco cuando no las tenías”.

Sergio Almirón: “Los clubes de Buenos Aires y el mundo se nutrían de jugadores que salían del trabajo de Griffa”

Así como varios emigraron desde el sur cordobés hacia Rosario, hubo otros que la hicieron a la inversa, entre ellos hay dos DT que fueron jugadores de Griffa y que se desarrollaron por estos pagos, uno es Gastón Leva, con gran trayectoria por la Liga de Río Cuarto, y otro Sergio Almirón, el ex campeón mundial de México ‘86 quien dirigió en las ligas de Canals y Béccar Varela.

Almirón fue integrante de aquel histórico equipo de Newell’s que en 1988 se consagró campeón con un plantel integrado por todos jugadores surgidos en el club y por consiguiente, que habían pasado por las manos de Jorge Griffa.

“Fuimos un equipo que se fue formando de abajo con todos jugadores que crecimos en el club. En el ‘82 los dirigentes le dijeron a Juan Carlos Montes que no había otra posibilidad que jugar con jugadores propios, hicimos muy buena campaña, en el 84 vuelve (Jorge) Solari, que me hizo debutar con 17 años. Fue un proyecto que se bancó con la comisión directiva y Griffa, incluso el cuerpo técnico era del club”.

“Fuimos subcampeones, yo después del Mundial (México 86) me fui a Francia y con Ramos Alfaro decidimos volver rescindiendo muchas cosas afuera para dar una mano al club y allí se logró un campeonato, creo que histórico en el mundo de un equipo campeón con todos jugadores surgidos del club, éramos 19 profesionales”, agrega.

“Él siempre decía: ‘una buena cancha y una buena pelota, después se verá’, yo creo que a todos los que han pasado por las manos de Griffa les fue muy positivo”, sostiene.

También en esa Selección Argentina que consiguió el título mundial de 1986 de la mano de Diego Maradona, hubo una aporte de la escuela de Griffa: “(Jorge) Valdano, (Ricardo) Giusti y yo, fuimos jugadores que nacimos en el club de la mano de Jorge Griffa y tuvimos esa suerte”, cuenta Almirón, quien asegura: “En Boca, River e Independiente se nutrían de jugadores de Newell´s, el club abastecía a los clubes de Buenos Aires y el mundo, que salían del trabajo de Griffa”.

“Jorge fue un pionero de lo que es Divisiones Inferiores, los metió a Newell’s y a Rosario Central en AFA, y la verdad que el fútbol pierde una persona muy conocedora, con muy buen ojo, una persona que sabía lo que quería”, agrega el campeón mundial.

“Ponía hincapié en que había que estudiar, ser buena gente primero y después dejar todo adentro de la cancha y que sintiendo el fútbol era la única manera en que se podía llegar”, recuerda.

Gráfico: Al Toque
Fotos: gentilezas Ubaldo Gutiérrez y Pablo Doffo
Redacción Al Toque

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