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El pressing, arma letal del Bayern Múnich

El equipo bávaro venció al PSG y se consagró campeón de la Champions League. Coman marcó el único gol de la final y le dio la sexta estrella al club alemán que ganó todos sus partidos en la competencia. Equipo, construcción de juego, todocampistas y un ejemplo claro del buen empleo del pressing.

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Los "secretos" tácticos del Bayern, rey de Europa.

El estadio Da Luz de Lisboa, propiedad de Benfica (Portugal), vio como el Bayern Múnich desplegó todo su potencial en una nueva edición de la final de la UEFA Champions League.

El equipo bávaro derrotó por 1 a 0 al París Saint Germain y alzó por sexta vez en su historia “La Orejona”. Con el dato particular, que en la edición 2020 los conducidos por Hansi Flick ganaron en todas las presentaciones y lograron el segundo triplete (Liga, Copa Alemania y Champions) de trofeos. El anterior se había producido en 2013.

Bayern logró su sexta Champions League. Las anteriores: 1974, 1975, 1976, 2001 y 2013.

El cambio de chip comenzó con la asunción del DT alemán en sustitución del croata Nico Kovac en la décima fecha del torneo doméstico. En ese entonces, los de Múnich estaban en la séptima posición de la Bundesliga, habían perdido su identidad futbolística y debían recuperar su ADN.

El indicado fue Flick, ex jugador de la institución que había sumado experiencias como estratega principal en el ascenso alemán. Aunque el destacado proceso que tuvo como ayudante de Joachim Low en la Selección Nacional campeona en Brasil 2014 lo catapultó al puesto.

En el equipo de Low, Hansi era el encargado de planificar y armar estrategias de juego de cara a los partidos. Otro detalle esencial para recuperar la táctica bávara Mía san Mía (Nosotros somos nosotros).

Hansi Flick inició su proceso a mediados del 2019, pero su ciclo se vio marcado en la reanudación de la competencia pos pandemia.  Allí aplicó todo su potencial y sacó lo mejor de cada uno de sus dirigidos ante los ojos del mundo.

Los bávaros fueron los mejores de Europa.

Bayer Múnich ganó de punta a punta la Bundesliga, derrotó 4-2 al Leverkusen en la final de la Copa Alemania y desfiló con furia en la “mini” Champions que se definió en 16 días con “mano a mano”.

Los bávaros jugaron los últimos tres partidos (cuartos, semis y final) en tan sólo 10 días. Vapulearon al Barcelona con un 8-2, golearon al Lyon por 3-0 y se impusieron por la mínima ante el PSG. Vale recordar, que el primer partido que disputaron fue la vuelta de octavos (8 de agosto) frente a Chelsea, al cual vencieron por 4-1 y cerraron un 7-1 en el global.

Como si fuera poco, se convirtieron en el primer equipo en la historia en quedarse con la Champions League ganando todos los partidos: 11 juegos, 11 victorias, 43 goles a favor, 8 en contra. 

El francés Kingsley Junior Coman anotó el único gol para el Bayern en la final de Champions.

La avanzada del Bayern mostró el fiel reflejo del estilo de juego alemán. Construcción fluida desde el fondo, armado y culminación de jugadas de afuera hacia adentro, “Todocampistas” que son salida, creación y terminación, y referentes en el mejor nivel de su carrera (Thomas Muller, Robert Lewandowski, Manuel Neuer y Jerome Boateng).

Aunque su mejor arma fue el Pressing. Estrategia que se utiliza desde hace años y hecha por tierra a los “salvadores” del fútbol (individualidades) y sobrepone la idea del conjunto, el equipo. El propio Thomas Muller, con su característica lengua filosa y personalidad, ha declarado que ellos no necesitan un Messi, sino varios poli/multifuncionales que se adapten a una idea.

El Pressing es la ocupación eficiente de espacios. La sincronización en la estructura de un equipo que genera el corte parcial o total en las transacciones de defensa-ataque rival. Es una táctica utilizada y englobada dentro del concepto Presión. Se practica en conjunto, por equipo y generalmente provoca la «asfixia» del rival en el juego.

Esa presión alta se lleva adelante por zonas, fajas o números: Zona alta – Pressing 1 es la que se realiza en ofensiva, Zona media – Pressing 2 en el mediocampo y Zona baja – Pressing 3, en defensa.

En el caso particular del Bayern, hasta el 1 aporta. Manuel Neuer es arquero-líbero, juega a la altura de los centrales, siempre es opción de pase y salida y achica alto a los pelotazos que utiliza el rival hacia sus delanteros con el objetivo de saltar líneas.

El equipo bávaro utiliza esta estrategia como principal arma para desdoblar a los rivales. Generalmente lo hace en zona alta, con sus delanteros complementándose con los medios.


Los defensores también ganan metros en cancha, con la característica de ser grandes lanzadores cuando tienen el fútbol en su poder (caso Boateng y/o Alaba – que dejó el lateral y se metió a la cueva). Los centrales conectan con pases largos a los laterales lanzados (Kimmich y Davies) o a los extremos (Coman, Pericic y Gnabry). Cuando no poseen la pelota, están a la altura del volante central.

Ni hablar de Thiago Alcántara, dueño y señor del sistema, y de dos todocampistas como Muller y Goretka, quienes son laderos del ex Barcelona, se reúnen con los extremos y hasta le “roban” algún que otro gol al polaco Lewandowski en sus ansias por cortar alto y lastimar.

Neymar asfixiado por Lewandowski, Coutinho, Muller y cía.

Ahora bien. ¿Si Choupo Moting o Kyliam Mbappé hubieran marcado en la final dándole la copa al PSG o si Memphis Depay habría vencido la valla de Neuer en la semi con su Lyon, hablaríamos del poderoso sistema Bayern? La respuesta es sí.

Como en otros tantos lugares en el mundo, donde habitan los gigantes del fútbol mundial, en Múnich el análisis está puesto en la forma en que se gana. Los alemanes no desestiman el resultado a favor (lo han demostrado en Mundiales, Champions y competencia que participen), aunque exigen una identidad sostenida en el juego. La expresión bávara Mia San Mia, bajo el mando de Hans-Dieter Flick, está más viva que nunca.

Vladimir Vera – Dt de Lautaro Roncedo de Alcira Gigena

«Según donde se decida recuperar,  de acuerdo a nuestras capacidades como equipo o de acuerdo adónde o qué dificultades presenta el rival ante posible pérdida, será la altura donde se comenzará a ejercer la presión. Como muestra la figura podemos esperar  en 1, 2 o 3. Pero siempre teniendo en cuenta las ventajas y desventajas de hacerlo en una u otra zona».

Lo que sí es importante a tener en cuenta a  la hora de presionar es que mis equipos manejen los siguientes ítems:

  • PRESIÓN AL POSEEDOR: tratando de no perder el duelo 1 vs 1 y atento a la posible pared y en lo posible orientar el pase hacia una banda.
  • COBERTURA LATERAL: NO estar en el lateral, sino llegar dando la opción en la banda para después intentar la recuperación.
  • COBERTURA PROFUNDA: para no ser sorprendido o para que la presión no sea un facilitador de escape ante juego directo.

Nicolás Medina – DT de Acción Juvenil de General Deheza

“Según mi consideración lo primero que hay que hacer es diferenciar presión de pressing, que sepa el futbolista por qué trabajamos esos conceptos en las zonas del campo y si lo vamos a tomar como una identidad o estrategia según el rival de turno o momento de partido. Hay que tener en cuenta la idea de juego del entrenador y las características propias del equipo. A mí la presión alta me gusta, pero que sea en conjunto, por eso hablo de pressing y no de presión, hay que inculcarle al futbolista ofensivo a que se complemente con el defensivo. Hoy el juego es uno solo y debemos estar todos comprometidos a la hora de defender”.

Fotos Reuters
Video MitsoJR
Redacción Al Toque

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