Entrevista a Valencia: “Vamos a jugar con un plus, que es la presencia de Messi”

Hugo Caric

Periodista.

José Daniel Valencia se reconoce ansioso. Cuenta que la inminencia de Qatar 2022 le hace revivir sus tiempos de mundialista en Argentina 1978 y España 1982. Sobre todo el campeonato que se jugó hace más de cuatro décadas en nuestro país, donde el seleccionado de la AFA obtuvo su primera Copa de la FIFA. “Cada cuatro años, cada vez que empieza un Mundial, se empiezan a remover algunos recuerdos. Te llama gente de todos lados y me pone muy contento de que sea así. No es tan fácil ser campeón del mundo y somos muy pocos los futbolistas que lo logramos a lo largo de la historia. Debemos ser cuatrocientos y pico en todo el planeta”, apunta el jujeño, que se enamoró de Córdoba desde su llegada a Talleres en la década del ’70.

“Tengo ganas de que empiece ya”, afirma sobre el certamen que se disputará en Medio Oriente entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre próximos. “Veo todos los partidos, así se jueguen a las tres de la mañana, porque me gusta mucho el fútbol, están las mejores selecciones del mundo y uno quiere seguir aprendiendo”, dice “la Rana”, que tiene 67 años y es embajador de la “T”. “Obviamente, la prioridad son los partidos de Argentina”, resalta. Dice de no tiene cábalas, pero sí una especie de ritual: ver los encuentros en su casa, acompañado de su familia y en silencio.

“No es por ser odioso, sino todo lo contrario. En la cancha la gente te empieza a consultar cosas, porque sabe que has sido jugador de fútbol, y eso es algo que realmente me agrada. El asunto es que, por ponerme a charlar, muchas veces me pierdo lo que pasa adentro de una cancha”, apunta con una sonrisa. “Vivir un Mundial al frente de un televisor es muy diferente a jugarlo. La verdad es que te pone muy nervioso. Desde el living de su casa uno no puede hacer nada. Sólo hacer fuerza para que las cosas salgan bien y que nuestra selección pueda sumar otra estrellita”, enfatiza.

-¿Cómo ves a la selección argentina para este nuevo desafío mundialista?

-Con esperanza e ilusión. La veo como una selección fresca, joven y unida, que tiene los objetivos muy claros. Creo que podemos llegar a estar entre los cuatro primeros, aunque lo digo más que todo como un deseo. La zona que nos tocó es fuerte: Polonia está bien, Arabia Saudita no está ajena al crecimiento que han experimentado los equipos asiáticos y México siempre es complicado. No va a ser sencillo. Hay que tener en cuenta que el fútbol se ha emparejado, y que lo ha hecho hacia abajo. Lo bueno es que vamos a jugar con un plus, que es la presencia de Messi. Así como en el ’78 lo tuvimos a Mario Kempes y en el ’86 contamos con Diego (Maradona), ahora lo tendremos a Lionel. No cualquier seleccionado tiene la posibilidad de contar en sus filas con el mejor futbolista del mundo.

-El equipo ha logrado un buen rendimiento y también ha recuperado el idilio con la gente, ¿ahí están las fortalezas para ilusionarse con la posibilidad de una vuelta olímpica?    

-No sé si tanto lo de la gente, porque nuestro país es muy exitista y esa relación entre el equipo y los hinchas en algún momento puede llegar a cambiar. Sí me ilusiona el nivel que ha demostrado el equipo en las eliminatorias. Me preocupa, o más que todo observo, que en los últimos meses se han jugado muchos partidos, de Ligas, de Copas, de Champions, y que se han ido produciendo muchas lesiones. No sé bien en qué condiciones pueden llegar los jugadores a un Mundial que extrañamente se jugará entre noviembre y diciembre, en la mitad de la temporada. En ese sentido, no estoy muy seguro de que el certamen pueda tener un buen nivel.

-¿Te cierra esa fecha para una Copa del Mundo?

-Hay muchas cosas que no me gustan de este Mundial. Como se armó, las prohibiciones que existen en Qatar… Todo eso me molestó. En lo personal hay un montón de cuestiones que no me gustan del fútbol, que se ha convertido en un gran negocio. Hoy el que gana es el que más plata tiene, y eso me da mucha tristeza. No es me haya quedado en el tiempo, me educaron con otros valores. Yo siempre jugué por diversión, por decirlo de alguna manera, tratando de dar espectáculo. Pero las épocas cambiaron y hay cosas alrededor del fútbol que realmente no están buenas. Por eso nunca quise ser director técnico, a pesar de haber hecho el curso.

-¿Pensaste alguna vez que tal vez no te hayas largado a dirigir porque la figura y la influencia del ‘Flaco’ Menotti fueron muy fuertes en tu carrera futbolística?

-No, para nada. Simplemente no me gustó el fútbol que se empezó a jugar cuando decidí colgar los botines, y todo el exitismo que empezó a rodear a este deporte. De todos modos, me saco las ganas en la liga amateur donde juega Dani, mi hijo. Junto a sus amigos, que en su mayoría son abogados como él, tienen un equipo que se llama ‘Palito’ y yo soy el entrenador.

Regreso a casa

El próximo 15 de diciembre, cuando ya se hayan jugado 62 partidos del Mundial de Qatar 2022 y sólo queden por disputarse el tercer puesto y la final, Valencia estará de visita en su tierra natal. Ese día, la Liga Jujeña de Fútbol celebrará su centenario y rebautizará su cancha con el nombre del único campeón mundial nacido en la provincia. “Es el lugar donde nací”, apunta el exmediocampista sobre el estadio donde su padre Carlos era el canchero y su madre Blanca colaboraba con las tareas de mantenimiento. En la ocasión será inaugurada una estatua de “la Rana” con la camiseta y el pantalón “21” que lució en el Mundial ’78 y la Copa en sus manos. “La verdad es que salió muy parecida a mí”, destaca el ídolo de Talleres.

-Lo del trofeo es una licencia del artista, ya que no lo tocaste al término de la final que Argentina le ganó a Holanda el 25 de junio de 1978.

-Es cierto. Terminó el partido y fui al hotel a buscar mi auto. Me acompañó Diego (Maradona) y me escoltaron dos patrulleros. Saqué mis cosas y le dejé una nota a (Ricardo) Pizzarotti, el preparador físico de la selección: ‘¡Profe, somos campeones! Discúlpeme con todos. Quiero ver a mi mamá’. De ahí me fui hasta Jujuy. ¿Si me arrepiento de haberlo hecho? Para nada. Como tampoco me arrepiento de haberme quedado en Talleres cuando me quiso comprar el Real Madrid. Años más tarde tuve la oportunidad de levantar la Copa, primero cuando la trajeron a Córdoba durante una gira promocional y después en Alemania, cuando invitaron a los campeones al Mundial 2006.

-Dijiste que la selección argentina podría estar entre los cuatro primeros en el Mundial de Qatar.

-Me parece que sí. El equipo no tiene un juego que te va a llenar los ojos, pero está bien armadito y todos sus integrantes saben cómo tienen que jugar. Y si lo tenemos iluminado a Messi, quien te dice… En la discusión con nosotros van a estar los mismos de siempre: Alemania, Francia, Inglaterra, Brasil, tal vez Bélgica. Pero depende de muchas cosas. Hoy no hay una selección que juegue como el Barcelona de Guardiola, como la Holanda del ’74 o el Brasil del ’82, que te llene los ojos. Insisto: no es fácil ganar una Copa del Mundo. En 92 años, Argentina lo logró dos veces, más allá de que después ves las propagandas de ‘la tele’ y sólo se habla de México ’86, como si lo nuestro no hubiera existido. Te da un poco de bronca, pero ya sabemos que los argentinos somos muy especiales. Cada uno sabe lo que vivió y sintió en aquella época que fue muy difícil para el país, y considero que es injusto que se mezclen las cosas. El Brasil del ’70 también fue campeón del mundo con una dictadura en el gobierno, y sin embargo allá sólo se habla de Pelé.

-¿Te seduce la idea de un Mundial con 48 equipos y la posibilidad de que dentro de algunos años el torneo se empiece a jugar cada dos años?

-Para nada. Creo que se desvirtuaría totalmente la esencia del campeonato. Pero si les resulta un muy buen negocio, no tengas dudas de que lo van a hacer. No me extrañaría. Quizá hasta terminen armando una Copa cada año.

Fotos: archivo La voz del Interior