Giacometti y Benito se refirieron a su medalla de bronce en los Panamericanos Universitarios

Los tenismesistas Thomas Giacometti y Gastón Benito representaron a la Universidad Nacional de Río Cuarto y a nuestro país en los II FISU America Games, los Juegos Panamericanos Universitarios que se desarrollaron en la ciudad de Mérida, México.

En la competencia, ganaron la medalla de bronce y aportaron una de las 12 medallas ganadas por la delegación argentina, que contó con la participación de 146 deportistas-estudiantes.

Giacometti, nacido en Villa Mercedes, y Benito, oriundo de Vicuña Mackenna, ya habían participado de los primeros Juegos Panamericanos Universitarios que se llevaron a cabo en San Pablo, Brasil, en 2018. Además, fueron invitados a participar de los Juegos Centroamericanos Universitarios disputados en Colombia en 2019.

Ambos dialogaron con Al Toque Deportes luego de regresar de México con su medalla colgada. Cómo fue el viaje, la experiencia de competir al máximo nivel universitario, el nivel de sus oponentes y el “broche de oro” que le dieron a su carrera deportiva-académica.

– ¿Qué significó para ustedes conseguir esta medalla a nivel panamericano?

– Thomas Giacometti: Personalmente, conseguir la medalla a nivel panamericano significó una recompensa de muchísimo esfuerzo y sacrificio durante un montón de años. Tuvimos la capacidad de superar las situaciones adversas, porque con Gastón habíamos tenido la posibilidad de ir a Brasil, a Colombia, representar a la Selección y no se nos había dado. Tras no haber bajado los brazos, pudimos obtener la medalla. Es hermoso para nosotros, deportistas amateurs, que se nos hace cuesta arriba a veces. Representar al país nuevamente significó mucho, sobre todo por la pandemia, por lo difícil que fue seguir entrenando, buscar objetivos y una motivación cuando todo se suspendió. Con Gastón veníamos entrenando mucho, este torneo iba a ser en 2020, entonces toda la transición fue una desmotivación grande. Me pregunté para qué seguía jugando, ganas no había muchas. Los próximos objetivos se veían muy lejos, con una situación de incertidumbre muy grande. Pensar que se podía dar fue la motivación para continuar.

– Gastón Benito: Sacar una medalla en este evento Panamericano, que es el segundo evento universitario más importante del mundo, competir contra todos los países del continente y codearnos con los mejores, es sin duda el logro deportivo más grande que tenemos y lo será toda la vida. Más que la alegría de sacarla y la emoción hasta las lágrimas, uno piensa en el sacrificio. En San Pablo y Colombia estuvimos cerca. Este seguramente fue nuestro último torneo de esta magnitud, y es un broche de oro a esta carrera deportiva universitaria. Si bien seguiré vinculado, le dimos un cierre a una etapa hermosa.

– ¿Cómo fue toda la experiencia del viaje, los entrenamientos, compartir con otras delegaciones y con la Argentina? ¿Qué es lo que más les llamó la atención del evento?

– T.G.: En cuanto al viaje, fue dificultoso porque todo dependía de nosotros. Sacar los vuelos, alojarnos, la comida. Faltaban cuatro días para viajar, tuvimos un problema con una tarjeta y viajamos separados. A la vuelta tuve una escala de 24 horas. Allá para los entrenamientos teníamos que gestionarnos con un club que quedaba a 25 cuadras, donde entrenábamos tres o cuatro horas por la tarde. Nos movimos caminando, conocimos la ciudad de Mérida, que con el calor y la humedad se hacía difícil. Por otro lado, compartir con otras delegaciones y con Argentina misma, es una experiencia muy enriquecedora. Uno se vuelve de estos viajes con muchos aprendizajes. Son momentos únicos, me siento un agradecido de haber vivido todo esto. La organización del evento fue a gran escala, como se hacen los eventos profesionales, con control de las paletas, formación de los equipos para salir a las mesas. Me sorprendió que fuera de tan alto nivel.

– G.B.: El viaje tuvo un condimento especial, porque decidimos organizarnos con Tomi para ir unos días antes. Aprovechamos el viaje, recorrimos un poco, el viaje comenzó en modo turista y después nos sumamos a la delegación. Alentamos a nuestros compañeros hasta los últimos días de competencia que nos tocaba a nosotros. Nos pusimos a punto con los entrenamientos, porque en mi caso, en Vicuña Mackenna no tengo para hacerlo. Allá lo hicimos con intensidad y enfocados en el evento. Lo más llamativo del evento fue sin dudas la combinación de culturas, países. Mérida es un lugar muy bonito, de los tres eventos internacionales a los que fuimos este fue el mejor. Era otra cosa, distinto a lo que estamos acostumbrados.

– ¿Con qué nivel de oponentes se encontraron a esta escala panamericana?

– T.G.: El nivel de los oponentes fue muy alto, tanto como esperábamos o más. Países como México, Costa Rica, Brasil, por lo general llevaban a los jugadores que participan en la Selección Mayor. México, que ganó, tuvo a un jugador que estuvo en el Top 100 mundial el año pasado.

– G.B.: Los oponentes fueron de todo tipo. Teníamos desde los más débiles hasta los más fuertes. México fue el mejor, cosechó 84 medallas doradas en total, y se llevó lo más fuerte en tenis de mesa general, no solo universitarios. Costa Rica dio la sorpresa, en Centroamérica fue fuerte. El resto fue más accesible en cuanto a nivel.

– ¿Son conscientes de lo que lograron representando a la Universidad y al país? Empezaron por los JUR, JUAR, hasta llegar a esta instancia.

– T.G.: Siempre es bueno reflexionar, mirar para atrás y ver todo el camino recorrido. Disfrutar de todo eso, tomar dimensión de todos los eventos y viajes que hemos tenido. Para nosotros fue muy importante competir en los JUAR, somos conscientes de eso y creo que por eso sentíamos que nos merecíamos una medalla en este tipo de eventos. Mirar el medallero y sentir que colaboramos con eso, es algo mágico. Representar a la Universidad, la región y el país, ha sido todo gracias al esfuerzo que hemos dado.

– G.B.: Siempre les cuento a los que se inician en la Universidad que nunca me voy a olvidar cómo arrancamos a jugar y esta aventura a la que le pusimos el broche. No había mesas profesionales, las redes estaban mal, entrenábamos de cualquier forma. Empezamos, el tenis de mesa empezó a tener resultados en los JUR, ganamos varios torneos y el deporte comenzó a ser el punto de atención porque se le daban los resultados. Mejoramos los recursos con el tiempo. No somos un deporte vistoso, uno la rema desde abajo, y con resultados logramos acceder a mejores cosas. Tuvimos un entendimiento como equipo que nos llevó a tener la contundencia que tuvimos en estos últimos años. Ahora a repensar el rol que tendremos dentro del deporte universitario, quizás no tanto jugando, sino en la parte técnica.

Fotos: Gentileza Thomas Giacometti y Gastón Benito
Redacción Al Toque