Gustavo Fernández, mano a mano con Al Toque: “Las ciudades del interior tienen una gran cultura deportiva”

Si hay historias de resiliencia en el deporte argentino, sin dudas una de las más destacadas es la de Gustavo Fernández (30). El “lobito” nació en Río Tercero el 20 de enero de 1994, hijo del “lobo original”, Gustavo Ismael Fernández, quien fue una gloria de la Liga Nacional de Básquet y llevó adelante una gran carrera como entrenador luego de su retiro.

Cuando apenas tenía un año y medio de vida, Gustavo sufrió un infarto medular por un accidente doméstico mientras jugaba. Ese incidente lo dejó paralítico de la cintura hacia abajo. A los 6 años, descubrió en el tenis una disciplina para enfocarse y, por qué no, llevar adelante una carrera deportiva.

En 2007 se convirtió en profesional del tenis en silla de ruedas, una faceta tenística en auge en aquellos tiempos. Fernández fue creciendo tanto deportiva como físicamente junto con su carrera, adaptando su silla a su juego y a las condiciones de la disciplina.

Tras muchos años en el circuito, llegaron las épocas de gloria para el riotercerense. En 2016 ganó su primer Grand Slam en modalidad individual en Roland Garros. Luego, sería campeón nuevamente en el Abierto de Francia en 2019. Cosechó también los títulos del Australian Open (2017 y 2019) y el mítico trofeo en Wimbledon (2019). Su némesis en singles fue el US Open, en el que fue subcampeón en 2014. En dobles coronó otros tres títulos Majors (Wimbledon 2015 -con el francés Nicolás Peifer- y 2022, y Roland Garros 2019 -los últimos dos con el japonés Shingo Kunieda).

En el palmarés de “Gusti” no se puede dejar de destacar uno de sus mayores logros: fue -oficialmente- el primer tenista argentino masculino en alcanzar el n° 1 del mundo en cualquier rama del tenis (singles, dobles o adaptado), el 10 de julio de 2017. Actualmente, ocupa el cuarto puesto del ranking mundial. Tiene récord de 592 triunfos y 200 derrotas en su carrera como singlista.

Por otra parte, es importante repasar su camino en el ámbito paralímpico. Fue campeón de los Juegos Parapanamericanos cuatro veces en singles y tres veces en dobles. Se colgó la medalla dorada en Guadalajara 2011 (singles), Toronto 2015 (singles y dobles), Lima 2019 (singles y dobles) y Santiago de Chile 2023 (singles y dobles).

Este camino lo llevó a conseguir uno de los logros más importantes de su carrera en este 2024. Por primera vez, ganó una medalla en los Juegos Paralímpicos. En París 2024, y ante un estadio Philippe Chatrier repleto en el corazón de Roland Garros, venció al español Martín de la Puente para colgarse la primera medalla en la historia de Sudamérica en el tenis en silla de ruedas.

En el marco de la cobertura de Al Toque Deportes en el AAT Challenger 100 de Villa María, donde Fernández estuvo de visita con unos amigos en el jueves de octavos de final, pudimos hablar en exclusiva con el medallista paralímpico y ex n° 1 del mundo, quien repasó lo que vivió en París 2024, el cariño que recibe de la gente y sobre todo cerca de su casa en Río Tercero, y una reflexión sobre el desarrollo de la disciplina desde el interior del país.

– Siempre decís que no estás mucho en Argentina, hoy estás cerca de casa, de Río Tercero, de los afectos y amistades, ¿cómo te sentís con eso?

– Es raro verme en estos eventos porque nunca estoy en casa o en estos lugares. Me encanta ver de cerca el mundo del tenis, entonces está bueno estar. Es muy lindo el cariño que me brinda la gente cada vez que estoy cerca, acá estamos realmente muy cerca de Río Tercero. Celebro que haya este tipo de eventos en el interior que suman mucho al mundo del tenis argentino. Desde mi parte, siempre apoyándolo.

– ¿Cómo te llevás con el cariño de la gente? ¿Sentís un reconocimiento del público argentino?

– Yo venía medio de casualidad, por mi cuenta, pero cada vez que paso cerca de una cancha de tenis la gente tiene mucho cariño conmigo y eso es muy reconfortante. Yo nunca jugué en Argentina, entonces no he tenido la posibilidad de tener ese contacto con la gente. Lo disfruto mucho tenerlo como espectador y estando relativamente cerca. Esperemos que en algún momento se de la posibilidad de jugar acá en Argentina.

– ¿Cómo te sentís en este presente con tu carrera?

– Disfrutando de los últimos logros, de haber estado sano tanto mental como físicamente el último año. Realmente disfruto lo que hago, y si mantengo ese estado sé que voy a ser competitivo. Ahora tratando de terminar de hacer una buena pretemporada para el Masters y para el Australian Open y ya arrancar el 2025 espero con menos contratiempos, y disfrutar de lo que más me gusta hacer que es estar dentro de una cancha de tenis.

– ¿Qué podés decir, con la mente más en frío, lo que fue vivir la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos en la Philippe Chatrier y darle esa medalla a Argentina?

– Una locura, una emoción enorme. Así como digo esto, ya está, queda en el pasado y eso dura poco, es más un recuerdo. Es algo que va a estar ahí siempre. Cada vez que toque el tema me va a traer hermosos recuerdos. Una Chatrier repleta, con toda la gente comprometida con los partidos, disfrutándolo con la familia después de lo que fue el proceso del último año. Fue un cierre hermoso en mi proceso personal de lo que viví en el último tiempo. Va a estar ahí toda la vida, ahora tengo ganas de seguir generándome experiencias y disfrutar de esto que me gusta tanto. La idea es dar vuelta la página y seguir teniendo experiencias como esta que pude vivir.

– Siendo del interior, ¿qué palabras le podés dejar a la gente del tenis de Río Cuarto?

– Está buenísimo porque el interior sigue teniendo esa cultura deportiva, en este caso del tenis, abasteciendo de materia prima a toda la Argentina. Viniendo de Río Tercero, también Río Cuarto o Villa María, las ciudades del interior tienen mucha cultura deportiva y es hermoso. Cuesta, es difícil desde el interior pero siempre dándole para adelante con ilusión, fe y luchando por los sueños. Desearles a todos que sigamos con esa cultura deportiva que nos hace tan bien a todos.

Fotos: ENARD / Clarín / Australian Open / Roland Garros
Redacción Al Toque