La deserción infanto-juvenil: la preocupación de los profes

El pasado jueves 10 de septiembre la Liga Regional de Río Cuarto determinó que la temporada oficial 2020 quede totalmente suspendida a causas de la pandemia del coronavirus que impide que las actividades deportivas se desarrollen con normalidad. La decisión va acorde a la situación epidemiológica de Río Cuarto y la región, y alineada con las posturas de la Federación Cordobesa de Fútbol y otras ligas del interior del país.

Esta suspensión total abarca al fútbol de Primera División masculino y femenino y a las categorías infanto juveniles.

A partir de este momento surge un gran problema que genera dolores de cabeza en clubes y formadores, y que viene siendo una constante en el último tiempo: la deserción deportiva.

La problemática no es tema de debate que se inició a partir de la suspensión de la temporada por el coronavirus, aunque sí magnificó la preocupación. El abandono deportivo de innumerable cantidad de jóvenes viene siendo una constante en todos los ámbitos organizacionales y se debe a diferentes motivos que se especifican a continuación:

• La aparición masiva de la tecnología que provoca el desinterés del niño/a por la disciplina deportiva.
• La falta de placer ante la propuesta de los profesores en cada entrenamiento que dificultan que el niño/a se entretenga y juegue y disfrute al mismo tiempo.
• El poco apoyo de padres o clubes ante el desarrollo de sus deportistas. Sobre todo en edades claves en el inicio de la actividad o en plena adolescencia.
• Las exigencias por encontrar al “salvador” en edades tempranas, que muchas veces generan el efecto contrario y el resultado es trauma o stress.
• La enorme cantidad de actividades extra deportivas que los niños desarrollan en una jornada (escuela, clases de inglés, música, visitas médicas, entre otras). Muchas veces hacen que el perjudicado empiece a priorizar actividades y deje de lado la del deporte.
• La poca preparación de profesores/formadores en la mayoría de las ocasiones, que poseen muy poca experiencia como tales y son, o han sido, deportistas. Su función mal desarrollada puede generar desadaptación en niños/as por el trato o metodología de trabajo.
• La exposición a la competición y resultados. Otro enfoque a desarrollar largo y tendido para entender la diferencia entre los dos conceptos.

Estas son algunas de las razones que pueden explicar el alto índice de abandonos de la actividad deportiva y específicamente del fútbol. Y, como si fuera poco, apareció una pandemia que trunca etapas y procesos.

En ese marco, comienza un gran desafío por parte de los técnicos de categorías infanto juveniles, que no sólo deberán formar sino que también conseguir que no haya una masiva deserción hacia el fútbol. Los aspectos psicológicos, pedagógicos y de entretenimiento comenzarán a conjugarse, y quien tenga mayor formación profesional seguramente sea quien aventaje a los demás.

A continuación, diferentes puntos de vistas de especialistas en la materia. Formadores, coordinadores y dirigentes de una punta y la otra de la región.

Carlos Gariboglio, presidente de Rosario F.C. – institución caracterizada por la contención de chicos “rescatados” de lugares hostiles de Río Cuarto –, Sergio Lorenzo, coordinador de las categorías infanto juveniles de Municipal de Adelia María, Claudio Valentín, coordinador de las formativas de Lutgardis Riveros de Alcira Gigena, y Daniel Fiore, quien hace las veces de coordinador de Asociación Atlética Banda Norte y es secretario en Liga Regional de Río Cuarto y trata estas cuestiones.

La deserción, por Gariboglio

“La deserción es la gran preocupación que tenemos nosotros, no sólo Rosario, sino la mayoría de los clubes. En el adolescente está el gran problema, porque son los que comienzan a dejar, entre los 14 y 15 años los chicos empiezan a estar en otra. En Rosario se habían formado grupos hermosos en cada categoría y logramos sacar a chicos de la calle, pero con todo esto se han desenchufado del fútbol y va a costar volver a traerlos”, comentó el dirigente.

“Este año habíamos incluido más categorías, porque me había puesto en contacto con todas las vecinales y empezamos a reclutar chicos. En enero nos visitó el intendente y habíamos llegado a un acuerdo de conseguir un colectivo que hiciera un recorrido por lugares apuntados de la ciudad. Era un gran proyecto, pero se perdió todo por todo esto (la pandemia). Más o menos íbamos a trabajar con 250 chicos en infanto juveniles”, dijo Garibloglio.

Y cerró: “A nivel particular estoy de acuerdo con la suspensión de la temporada, estoy asustado por la situación. Además porque es muy difícil trabajar con chicos en esta condición, es doblemente desgastante. No quiero ser pesimista, pero creo que esto va para largo, si el chico no puede ir a clases menos va a poder ir a jugar al fútbol”.

La opinión de Sergio Lorenzo, de Municipal de Adelia María

“Nosotros estamos entre los 128 y 130 chicos por sábado, en la semana se trabaja con 240 más o menos. Con todo esto no se ha perdido el contacto, se sigue, lo que se ha perdido es la respuesta y el entusiasmo. En los más chicos se nota muchísimo, desde los 14 años en adelante quizá la respuesta es un poco más favorable”.

“Estimo que va a haber un 50% de deserción, sobre todo en edades críticas que van de 9 a 11 años y de 16 a 20/21. Por lo menos es lo que estamos experimentando en el club, muchos se van a trabajar y hace que tengan otra visión en cuanto al fútbol”, comentó Lorenzo.

Y agregó: “Este parate va a influir negativamente en todas las edades. Particularmente en las edades claves que estamos hablando opino que en menor medida, porque ese chico es el que todavía está entusiasmado en aprender y jugar a la pelota, esos chicos van a tener más memoria y van a ser más fácil de recuperar. El que sale de la edad de juveniles va a ser el más perjudicado, todo proceso que se ve truncado es negativo. No sé con qué cantidad nos vamos a encontrar el año que viene, es una incertidumbre total saber cuántos chicos volverán a la cancha”.

Y de cara al retorno, el coordinador de Municipal anticipó: “Obviamente que esto repercute en el proyecto, pero era ilógico hacer una competencia en poco meses, mínimamente necesitás un plazo de 80 días de preparación para que el chico se adapte a las condiciones”.

“Es factible de hacer el entrenamiento individual (entró en vigencia el 31 de agosto), pero no va a ser favorable para el deporte al cual está orientado, porque los volúmenes de entrenamientos son bajos. Va a servir como distracción y para recuperar desde lo físico lo que se ha perdido. No más que eso”.

Claudio Valentín, responsable formativo en Lutgardis Riveros

“Sin dudas que en infanto juveniles hay un abanico de edades y etapas sensibles que van a perder mucho. Los menos afectados van a ser los más chicos, los de la escuelita y las primeras categorías, porque van a comenzar de cero el año que viene. Los que lo sufren mucho son los 2008/2009 que dan el salto a cancha grande, no pudieron vivir el proceso de adaptación. Y el otro gran grupo es el del salto a Primera y Reserva, no se terminan de pulir”, aseguró el coordinador del “inglés”.

“Creo que sosteniendo las categorías va a hacer que se recupere más rápido el tiempo perdido, hacer de cuenta que no pasó el año y que los chicos jueguen en 2021 como si fuera el 2020, hablando de fútbol y en lo que tiene que ver con la formación”, agregó Valentín.

Quien en relación al regreso a la actividad avizoró: “Esta va a ser una oportunidad para que se cambien calendarios y que los torneos sean más motivantes. Los torneos deben jugarse en épocas cálidas, en primavera y verano, es la etapa que más éxito que tiene en cuanto a concurrencia. Los chicos no deben jugar más en los meses de invierno”.

“El chico cuando vuelva va a recuperar más fácil las cuestiones técnicas, pero va a ser clave la motivación que tenga. Hay que hacer entrenamientos y torneos motivantes. De todas maneras ya estamos hablando de mucho tiempo perdido y no va a ser fácil de recuperar”.

“Hoy el momento es complejo con respecto a entrenamientos individuales en los clubes, deberíamos esperar para llevarlo a cabo pero es factible. A partir de ahora hay que adaptarse a convivir con el virus”.

Daniel Fiore, hombre de Banda Norte y dirigente en Liga Regional

“Estamos aprendiendo a llevar esta situación. Creo que la masiva deserción es la gran pregunta que nos hacemos todos. En Banda Norte arrancamos con 200 chicos en infantiles y otros 200 en juveniles, al principio fue novedoso trabajar por videoconferencia, pero a lo largo del tiempo se perdió la motivación. De 130 0 140 chicos que se podían reunir, teníamos 20 o 30. En la reunión interna del club estamos viendo y analizando los pasos a seguir para que el contacto sea más personal con los chicos, con cada uno”, detalló Fiore.

Y sentenció: “Los torneos van a tener que empezar a jugarse de alguna forma, sin público pero transmitidos por YouTube o alguna otra plataforma. Se pagará la entrada virtual. Los clubes están muy muy complicados, no ven la hora de reabrir sus puertas. Además son los que deben estar presentes porque son material fundamental de contención, qué mejor que un club para reunir a los chicos y que no anden jugando al fútbol por la calle”.

Fiore, Banda Norte y el retorno

“Tenemos la esperanza de entrenar bajo protocolo, ni bien podamos vamos a empezar a realizar el entrenamiento que esté permitido. Con respecto a eso hay dos posturas distintas: una es que se nos va a llenar el club y otra es que no va a venir nadie, esa es la disyuntiva”.

“El chico de inferiores se va a acomodar más fácil en la reanudación, porque es el que mejor tomó este problema. El adulto se sintió más perjudicado. El chico va a tomar rápido el cambio porque ya adoptó la tecnología, va a volver a hacer deporte con la nueva era ya incorporada”.

El rearmado de categorías, según el responsable de Banda Norte

“Esto va a dejar una secuela en edades claves, va a ser difícil llevar al chico de nuevo al club. Entre colegas hablamos y estamos organizando para el año que viene, la idea es alinearse a selecciones de AFA, no tanto en AFA en sí por los presupuestos que se manejan más arriba, pero la intención es hacer categorías por año, solas, es decir la 2008 sola, la 2009 sola, y así. Habría cuatro categorías puras en cancha grande, otras tantas en cancha chica. No queremos mezclar edades porque son diferentes periodos de adaptación, para el bien de los clubes y la Liga hay que armar ese tipo de categorías”.

“La otra idea es que la Reserva sea Sub 20, juntar a 2003, 2002 y 2001 para que el chico que no pudo jugar su último año en juveniles en cierta medida se adapte con otras categorías y no se sientan alejados en nivel y roce. Buscándole la forma de Sub 20 se van a acomodar a varios chicos que estaban de salida en las formativas”.

La postura puesta en voces de algunos de los formadores, que pisaban habitualmente las canchas cada sábado en jornadas de infanto juveniles, ya está desarrollada. Habrá que ver con el paso del tiempo, sin dejar de darle continuidad a la temática, si el fútbol formativo no pierde masivamente chicos y se ve favorecido por la abstinencia de actividad.

Fotos: archivo Al Toque
Redacción Al Toque