La experiencia del Patagonia Run desde adentro

A principios del mes de abril se desarrolló la famosa carrera Patagonia Run con epicentro en la localidad de San Martín de los Andes, provincia de Neuquén.

Desde Río Cuarto hubo participantes. En este caso, destacamos la historia de Federico Morelli, dueño del gimnasio Salud y Deportes donde aproximadamente 50 alumnos lo acompañaron a competir.

Morelli disputó la distancia de 110 kilómetros a lo largo de 23 horas, 23 minutos y 15 segundos. Hubo más de 5.000 participantes en la competencia.

En diálogo con Al Toque Deportes, el oriundo de Las Higueras se refirió al certamen: “El balance siempre es positivo. Disfrutamos de un lugar maravilloso al que tuve la suerte de ir por quinta vez. Es una carrera que no tiene detalles en lo más mínimo, es espectacular y la paso muy bien. Personalmente fue una carrera extremadamente dura, me fue muy extrema. Si bien hoy con el descanso de los días que pasaron estoy súper feliz y lo volvería a hacer, en el momento fue muy dura y larga. A su vez, tuve la suerte de ir con 50 alumnos de mi gimnasio Salud y Deportes, todos pudieron terminar con un balance muy positivo”.

Morelli destacó el nivel de competencia que hubo en el Patagonia Run: “Si bien es una competencia que pertenece a una liga internacional -Spartan Trail-, para nosotros sigue siendo una carrera de montaña con muchos corredores de nivel altísimo. Estaba uno de los mejores del mundo, Pau Capell, corriendo la misma carrera que nosotros, pero en otra categoría. Hubo muchos corredores extranjeros, de Sudamérica y de todas partes del mundo. Este deporte determina que todos hacemos lo mismo. El circuito para mí, que soy amateur, es el mismo que de un profesional. Nos involucra a todos en un mismo lugar. Al primero y al último se los trata de la misma manera”.

Sobre el circuito, el corredor dijo: “En el recorrido hay muchísimo desnivel. Corrí una distancia larga, el desnivel acumulado es muy grande. Nosotros entrenamos en las sierras de Córdoba que, a pesar de ser un terreno agreste, no se compara con este. Acá hay subidas y bajadas muy empinadas, e inclusive se hace difícil bajar que es donde uno tiene más velocidad. Pensando que somos corredores, pero no atletas, hizo que costara mucho más. Sin embargo, es muy disfrutable”.

El paisaje también hace parte necesaria de esta carrera icónica: “Hicimos cumbre en tres cerros diferentes. Me tocó llegar a una a las 2 de la madrugada, con la noche oscura pero muy despejada, y ver el cielo estrellado es imponente. En otro, veías de frente el Volcán Lanín y de espalda quedaba el Lago Lácar. Más allá de la fatiga y el tiempo que transcurría en la montaña, son las cosas positivas que le quedan a uno”, relató Morelli.

El atleta pudo compartir recorrido con atletas de diferentes sitios: “Me crucé con corredores de todos lados durante la carrera, de Córdoba, Mendoza, Mar del Plata, Uruguay. Todos estábamos con las mismas sensaciones, sabiendo que era una carrera dura y que necesitábamos mucha concentración para sortear los obstáculos de la montaña. En algunos momentos nos dábamos cuenta que estábamos en un lugar inmaculado”.

Fotos: Gentileza Federico Morelli
Redacción Al Toque