La habilitación de público: el grito al cielo dirigencial
Lo oficializado por el Gobierno de Córdoba, en relación al ingreso de 100 personas a los espectáculos deportivos en espacios abiertos, trajo cierto resquemor en el seno liguero. ¿Los clubes viven de las entradas? ¿O es sólo la abstinencia de presenciar un partido?
En los últimos días se desató la polémica entre los
dirigentes de clubes de Liga Regional de Río Cuarto como consecuencia de la
primera habilitación que oficializó el Gobierno provincial en relación a la
vuelta del público a las canchas. En ese marco, desde Córdoba anunciaron que se
regirán por el DNU (decreto de necesidad y urgencia) nacional y permitirán el
ingreso de 100 personas por partido (sólo parcialidad local).
Aquí vino el grito al cielo. Los clubes pedían que la
cantidad sea la de 200 personas, ya que sostenían que con esa cantidad cubrían
los gastos en lo que refiere a logística y organización para abrir los
estadios. Antes de entrar en análisis, esto dijo el presidente de la Agencia
Córdoba Deportes, Héctor “Pichi” Campana en dialogo con Noticias Al Toque tras
conocerse la habilitación mencionada.
“La autorización siguió los lineamientos del ultimo DNU
nacional, donde permite actividades al aire libre a 100 personas. Hubo un
reclamo de la Federación de Fútbol por habilitar una cierta cantidad de
personas a los partidos, y en consecuencia vender más entradas para solventar
los gastos, pero quedó en cien personas, como marca el DNU. Nosotros
preferimos ir de menos a más”, le dijo Héctor Campana a Noticias Al
Toque.
Quien en relación a la metodología a seguir explicó: “El
nuevo protocolo no tiene que ver con un deporte propiamente dicho, porque corre
a cuenta de las Federaciones, pero sí una manera de cómo debemos proceder ante
la detección de un algún contacto estrecho, caso positivo y cómo deben
comportarse los presentes en los estadios”.
Campana se refirió a cómo procederán en caso de contagios. No habrá testeos previos en el ámbito amateur.
“Siempre hay dudas en relación a los contactos, en caso de
tener algún síntoma se hace el testeo correspondiente, pero las competencias no
van a tener testeos previos. Los viajes en las competencias se van a regir por
las normas generales que sigue la sociedad, nadie escapa a la realidad y a las
normas que sigue cualquier ciudadano común”, cerró el presidente de la
Agencia Córdoba Deportes.
El testimonio de Campana deja en claro que el ingreso de público para los espectáculos deportivos se producirá gradualmente en cuanto a cantidad. Teniendo en cuenta, siempre, la situación epidemiológica que acontece en cada zona/región y/o localidad de la provincia.
Sin barbijo ni distanciamiento, la vuelta del público en Córdoba. Fue en el estadio de la Liga Cordobesa, en la final de la Copa de Verano del Concejo Deliberante. Jugaron Unión San Vicente y Unión Florida.
En la opinión pública de Río Cuarto y región, el DNU por el
cual lleva los “lineamientos” la provincia cayeron de mala manera. Se debe más a
la abstinencia de la gente por volver a presenciar un partido de fútbol, que a
los verdaderos ingresos que genera el corte de entrada por parte de los clubes.
¿Por qué? A continuación los detalles.
Las entidades que son parte de la Liga Regional de Río
Cuarto no viven del corte de entradas, sino que “sobreviven” con ellas. El
ingreso de la gente, y posterior recaudación, sólo sirve para cubrir los gastos
que requiere la misma apertura de los estadios. No más.
En 2019, última temporada oficial de competencia, llevar
adelante la apertura de una cancha costaba entre 22 y 25 mil pesos. De aquí se
desprendían gastos en árbitros (entre 10 y 12 mil pesos), policías (4/5 mil – 2
adicionales), viáticos a la delegación de jugadores (entre 4 y 5 mil) y
sanidad/ambulancia (otros 2 mil).
Vale aclarar que los costos en árbitros varían de acuerdo a
la divisional en que dirijan, con el agregado de que los jueces mantendrán en
el 2021 los mismos aranceles que exigían en 2019. Además, en sanidad, en muchos
casos, sobre todo en los pueblos, es municipal y no requiere un monto. En relación a los policías también hay una
salvedad: el CoSeDePro mantiene el pago de dos adicionales por partido y exige
dos más que corren a cuenta del club local.
Redondeando costos son 25 mil pesos los que suelen gastar
los clubes para abrir sus estadios. ¿Hay ganancia por el ingreso? La respuesta
es no.
En las últimas temporadas los estadios de la Liga Regional
de Río Cuarto no se vieron repletos de gente, no hay una gran convocatoria como
para que se produzca el enojo o disconformidad dirigencial. Salvedades como la
de Banda Norte en 2016, Centro Cultural Alberdi y su campaña en 2017, la de
Acción Juvenil en todo su 2018 o la de Belgrano de Vicuña de Mackenna en 2019
escapan a la lógica, ya que llevaban más de 300 personas por partido. Aunque,
como se dijo, son sólo salvedades.
Lo cierto es que en cada estadio, en temporada normal, el
promedio de público no sobrepasa los 150 asistentes. Y teniendo en cuenta que
la entrada general en 2019 estaba en 150 pesos, a 150 personas da una
recaudación de 22.500.
El agregado está en la cantina de expendio de bebidas y
alimentos. Aquí los clubes locales solían recaudar entre 10 y 15 mil pesos,
aunque hay que restarle lo que gastaban por viáticos a las delegaciones:
choripanes y gaseosas a los futbolistas, cuerpo técnico y colaboradores, tanto
del local como del visitante (unos 4 mil pesos).
La suma total entre costo y ganancia hace que la balanza no
varíe para un lado u otro. Entre apertura y recaudación hay 5 mil pesos de
diferencia. Muchísimo menos de una boleta de luz mensual que los clubes pagan
religiosamente.
Un Banda Norte – Atenas en 2018. La tribuna popular del “verde” semivacía. Incluso los presentes miran hacia la calle.
El desconformidad dirigencial – aquí queda de lado el hincha
y la familia que concurre a la cancha – parece venir por viejos resquemores
políticos. Dentro del seno liguero hay mandatarios que apuestan a la vuelta del
fútbol acorde a las circunstancias, mientras que otros – la minoría, pero con
peso suficiente – prefieren seguir en “pausa”.
Lo cierto y fehaciente es que el futuro prometedor para los
clubes no viene desde el corte de entradas, de aquí no embolsan grandes cifras
que ayudan a la economía institucional. Lo que se gasta para abrir se recupera
con el ingreso de al menos 150 personas. Es decir: plata que va y viene.
Es por eso que la habilitación gradual de público parece ser
una buena medida. Los organismos públicos habilitaron poca cantidad de gente en
las canchas, es cierto. Produjo cierto enojo, también. Pero hay que tener en
cuenta que este “volver a empezar” podría haber sido con los estadios vacíos
teniendo en cuenta que la pandemia no abandonó ningún rincón del país. Todo lo
contrario, se estima un rebrote de contagios.
Mientras tanto, las instituciones continúan apostando a la
preparación de sus equipos. Un 95% de los equipos de Primera A se han reforzado
con más de diez futbolistas y varios de ellos han presentado nuevos cuerpos
técnicos. Todos pagos, en su ley. Pero ninguno recibirá el dinero recaudado de
entrada, sino más bien de sponsoreo o algún empresario del ámbito privado loco
por sus colores.
La conclusión se torna simple. El grito al cielo por las
entradas se produce porque nos acostumbramos a pedir más, exigir, sin tener en
cuenta que el grueso de los ingresos viene desde otro sector.
Por lo pronto la Liga largará su temporada oficial el
próximo 28 de febrero. La fecha pactada no sufriría modificaciones, aunque este
jueves podría haber una nueva reunión entre dirigentes y habrá más tela para
cortar.