Informes Especiales
Las barreras que rompe Nadia Podoroska
La tenista rosarina de 23 años alcanzó las semifinales de Roland Garros en su primer cuadro principal en París. Con pocas oportunidades en Sudamérica, se radicó en España para ponerle rumbo a su carrera. Conocemos más sobre las dificultades que conlleva para las tenistas nacionales desarrollarse en el circuito femenino.
En una temporada totalmente atípica para el circuito tenístico, el último Grand Slam del año -solo por esta vez, Roland Garros– nos trajo gratas sorpresas.
Diego Schwartzman logró alcanzar las semifinales de un Grand Slam por primera vez en su carrera, tras derrotar en un partidazo de más de 5 horas al campeón del US Open -y finalista de las dos últimas ediciones de Roland Garros-, Dominic Thiem. El viernes jugará ante Rafael Nadal o Jannik Sinner por un lugar en la definición.
Pero sin dudas, la gran noticia para el tenis argentino durante la estadía en París se trata de Nadia Podoroska. La tenista rosarina de 23 años llegó a semifinales de Roland Garros en su primera participación en el cuadro principal.
Tras pasar tres rondas clasificatorias, la “rusa” se asentó con paso firme en el cuadro. En primera ronda venció a la belga Greet Minnen por 6-2 6-1. En segunda ronda superó su primer gran escollo, la kazaja Yulia Putintseva (#23 del mundo) por 6-3 1-6 6-2. Con confianza, eliminó a la ex #26 del ranking, Anna Karolina Schmiedlova por 6-3 6-2 y superó en octavos de final a la ex n° 1 del mundo en dobles, Barbora Krejcikova por 2-6 6-2 6-3.
En cuartos de final, derrotó a la n° 5 del ranking mundial de la WTA, la ucraniana Elina Svitolina, por 6-2 6-4. Espera para jugar el jueves en semifinales por la ganadora del partido entre la italiana Trevisan y la polaca Swiatek. Por primera vez desde Roland Garros 2004, un Grand Slam tiene a semifinalistas argentinos en el cuadro de varones y mujeres (Gaudio, Coria, Nalbandian/Paola Suárez). Un sueño que no se detiene para la rosarina, pero que comenzó a gestarse hace muchos años.
El gran viaje desde Rosario a París
Podoroska comenzó entrenándose en el Club Atlético Fisherton, el mismo lugar que vio los primeros pasos de Luciana Aymar en el hockey. A los 14 años y 9 meses logró sus primeros puntos oficiales para el ranking, siendo la segunda tenista argentina más joven en la historia en conseguirlo –Gabriela Sabatini ingresó al ranking con 14 años y 5 meses-.
En 2016, la “rusa” superó la clasificación del US Open y participó de su primer cuadro principal en un Grand Slam, donde cayó en primera ronda ante la alemana Beck. A partir de allí tuvo sobresaltos en su carrera, hasta que llegó la gran coronación de su carrera en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
En Lima, consiguió la medalla dorada en un partido memorable ante la estadounidense Caroline Dolehide. Remontó un set abajo y un 0-4 en el definitivo para ganar 2-6 6-3 7-6. El oro en los Panamericanos reafirmó una decisión de vida de Podoroska en cuanto a su carrera. Hoy, se encumbra en París como la primera argentina en cuartos de final de un Grand Slam desde que lo lograra Paola Suárez en Wimbledon 2004. Tuvieron que pasar 16 años para que veamos la celeste y blanca bien alto en el circuito femenino.
¿Cómo es el desarrollo del tenis femenino sudamericano?
No es común encontrar en el tour de las tenistas un habitué de jugadoras sudamericanas en los primeros planos de los grandes torneos. Las estadounidenses, europeas, balcánicas y asiáticas tienen un desarrollo mucho mayor de sus jóvenes tenistas que lo que ocurre en estas tierras.
Dialogamos con Germán Rosso, miembro de Tenis ProActivo, quien nos contó un poco más sobre las dificultades y escollos que tienen los y las tenistas de nuestro país y de toda la región para irrumpir en el circuito profesional.
– ¿Esperaba este rendimiento de Podoroska en Roland Garros?
– No esperaba que llegara tan lejos, creo que tarde o temprano lo iba a hacer porque venía trabajando bien, desde los Juegos Panamericanos. En algún momento iba a dar este salto y lo sorprendente es que sea en este Roland Garros viniendo desde la qualy. Algunos tenistas salieron muy bien de la pandemia, y ahora se están viendo los resultados. Tácticamente la noto muy clara y precisa, obviamente aguantando físicamente los tres partidos de qualy y los cuatro que lleva en el cuadro principal. Era una cuestión de tiempo que ocurriera.
– ¿Por qué es tan complejo llegar a un alto nivel de rendimiento para los y las tenistas argentinos?
– El tenis no creo que sea la excepción a lo que nos pasa en la parte económica como país. El momento en que “La Legión” apareció fue durante el 1 a 1. Hoy la situación pesa mucho para viajar. Además, la competencia interna y sudamericana es de bajo nivel con lo cual cuesta mucho hacer la transición. Eso significa plata y tiempo y ahí es donde no hay. Se pone mucha expectativa con chicos o chicas a nivel sudamericano pero eso no te asegura que sean exitosos mundialmente porque el nivel es diferente. Creo que dedicarse al alto rendimiento no es para todos, es mucho esfuerzo y sacrificio que encima se realiza de manera individual y tener la suerte de tener un buen equipo de trabajo no es común. Si lo encontrás, lo económico lo tiene que afrontar solamente el tenista y los comienzos son muy duros. Podoroska desde chica pintaba como promesa y una de las grandes virtudes es haber seguido, son años de trabajo para que pase lo que esté pasando. Ojalá sea el comienzo para algo más.
– ¿Qué sucede con el circuito femenino en Sudamérica?
– El nivel no es tan bueno, por ende se generan muchas expectativas con chicas que son n° 1 a esos niveles y es contraproducente, porque no pueden manejar ese título que generalmente les ponen de “la nueva Gaby Sabatini”. En Europa es diferente, la mentalidad y la exigencia son otras. Creo que esa transición es dura y las jugadoras sudamericanas tardan un poquito más en madurar tanto física como tenísticamente, por eso cuesta su inserción en el circuito. Después está todo lo que tiene que ver con el sistema: los sponsors no las apoyan tanto, hay poca cantidad de torneos y el cobro también es menor. La falta de políticas también afecta, es algo que está cambiando últimamente con la incorporación de ex jugadoras en la AAT para tomar decisiones políticas y hacía rato que no había medidas particulares para las tenistas. Por eso es mucho más meritorio lo de Podoroska.
«Para cualquier tenista sudamericano, dedicarse al alto rendimiento no es fácil. Implica mucho esfuerzo y sacrificio que se hace de manera individual. Conseguir un buen equipo de trabajo no es común»
Germán rosso- tenis proactivo
– ¿Qué debería cambiar para que las tenistas tengan más oportunidades?
– Lo veo un poco filosófico, pero se debería cambiar a una cultura de trabajar más a largo plazo y no a corto. Se tienen que alinear voluntades, debería haber mucho más diálogo y consenso entre los que toman decisiones y los que saltan a la cancha. Alinearse los clubes, sobre todo los que tienen la posibilidad de ser clubes de tenis. Acá en Río Cuarto hay clubes que tienen tenis, entonces a la hora de tomar decisiones se priorizan otras cosas. También deberían premiar a aquellas que hacen bien las cosas, con incentivos. No tener ningún tipo de reconocimiento o beneficio no está bueno. El pensamiento es a corto plazo y se realiza mucho esfuerzo con poco rédito. Hay que priorizar la paciencia y el tiempo para un proyecto más largo. Más allá de que el plan sea comenzar por los niños, para mí el primer paso es que los adultos que toman decisiones y que están a cargo del trabajo de los niños y escuelas de tenis, sean escuchados por los directivos y que haya consenso. Dejar de lado egos y ponerse a trabajar en equipo. La clave es erradicar del tenis de una vez por todas que es un deporte individual. Los que llegan lejos tienen mucha gente trabajando en equipo en pos de un objetivo común.
Fotos: Roland Garros/Juegos Panamericanos
Redacción Al Toque
Este artículo fue posible a la autogestión de periodistas. Hoy necesitamos de vos. Te invitamos a que seas parte de la comunidad de Al Toque Deportes asociándote con un mínimo aporte mensual