Las revoluciones de Maradona

“Si no hubiese sido futbolista, Maradona seguramente hubiera encabezado una revolución en Argentina”. (Emir Kusturica – Director de Cine. Autor de la película Maradona).

En 1981, cuando recién empezaba a dar sus primeros pasos en el fútbol y aún jugaba en Boca Juniors, Diego Armando Maradona analizó fuertemente dejar de jugar al fútbol. No soportaba lo que generaba. Le molestaba la fama. No toleraba que su representante Jorge Cysterpiller tuviese que comprar todos los boletos del cine para que Diego y Claudia puedan ver una película tranquilos. Diego quería cambiar todo por tranquilidad. Lamentablemente nunca alcanzó la calma.

Esa anécdota refleja lo que es la vida de Maradona. Es uno de los deportistas más conocidos del planeta, trascendió todo tipo de fronteras y su fama lo llevaría a vivir momentos inolvidables. También sensaciones de perturbación.

El sinónimo de revolución es transformación. Diego transforma todo lo que toca, desde sus inicios en los Cebollitas hasta su actualidad como DT de Gimnasia de La Plata. En todas sus etapas ha vivido momentos que resultaron ser eternos.

La gira mundial con Boca Juniors

Cuando Boca Juniors contrató a Maradona, la institución atravesaba una delicada situación financiera. Diego significó un importante motor de recaudación. Con esta lógica, la entidad xeneize decidió salir al mundo. Con Maradona como pop star visitaron distintos lugares de Europa, Asia y África. Cientos de anécdotas, estadios desbordados y miles de dólares fue el resultado una gira que tuvo momentos exóticos.

Una de las situaciones más llamativas fue lo que generó Maradona en Costa de Marfil. Una multitud esperó al plantel en el aeropuerto para recibir al 10. “En el exterior, fue lo más grande en mi vida. Esos negritos esperándome en el aeropuerto me emocionaron en serio. Yo ni me imaginaba que me conocían tanto. ¿No viste que cuando íbamos para almorzar vinieron como veinte y uno me llamó Pelusa?”, dijo Maradona en un reportaje realizado por la revista El Gráfico.

Pero mientras Boca Juniors tenía en su staff al mejor jugador del planeta, la dirigencia no tenía dinero suficiente para solventar los gastos de los juveniles que residían en el predio de la Candela. Maradona era uno de los pocos futbolistas del plantel superior que visitaba a los jugadores de inferiores, a los cuales acompañaba con alimentos, botines y vestimenta para que puedan entrenar.

Dios de barro en Nápoles

En 1984, un padre desesperado acudió al Napoli para que el club organice un encuentro solidario para recaudar dinero para afrontar la operación de su hijo. El club hizo oídos sordos al pedido, pero el que no ignoró el pedido fue Diego Maradona.

Las imágenes que hoy muestra el archivo son una de las mejores postales del fútbol mundial. En un potrero de barro ubicado en las periferias de Nápoles, Maradona lideró a su equipo en un partido amistoso que tuvo como objetivo recaudar fondos para el niño napolitano.

Un fenómeno en el Parque de la Independencia

“Sólo dos veces mi esposa osó interrumpir mi descanso y despertarme, una cuando se desató la Guerra de Malvinas y la otra cuando Diego arregló con los vecinos”. La célebre frase de Roberto Fontanarrosa, fanático de Rosario Central, marca claramente lo que fue la llegada de Diego Maradona a Newell’s Old Boys. Todos querían tener a Diego y fue la lepra quien pudo llevarlo en 1993.

El lunes 13 de septiembre de 1993 más de 30 mil hinchas dijeron presente en el primer entrenamiento de Maradona.  Fue un hecho histórico para Rosario y nadie quiso perderse un momento culminante y único en la historia de Newell’s. Cuenta la historia que marineros de Sri Lanka – país insular ubicado en el océano índico – que estaban en el puerto rosarino al enterarse del entrenamiento abierto no dejaron pasar esa oportunidad y fueron a ver al mejor jugador de todos los tiempos.

Furor en Calcuta

En diciembre de 2017 Maradona hizo explotar a la India. Si bien el país asiático no tiene al fútbol como el deporte principal (lo es el cricquet) la visita del astro argentino generó una verdadera conmoción.

Lo recibieron en Calcuta con una estatua de diez metros que lo muestra sosteniendo la Copa del Mundo, jugó un partido a beneficio y visitó a las monjas de la Madre Teresa. «Yo les agradezco mucho el cariño que tienen por mí, porque lo que ustedes vieron en los videos, eso uno lo lleva dentro de toda el alma. Yo no soy Dios, soy un simple jugador que hizo sonreír a la gente en un campo de fútbol», dijo Diego en ese momento.

Presidente honorario en Bielorrusia

En julio de 2018 asumió oficialmente su cargo como presidente del Dinamo Brest, el club más popular de esta ciudad ubicada en el suroeste de Bielorrusia, cerca de la frontera con Polonia. Miles de personas lo recibieron para compartir un momento histórico. Maradona dio una conferencia de prensa en la que recibió un anillo de regalo y firmó autógrafos y se marchó al estadio en un vehículo militar. Fue un paso fugaz por Bielorrusia pero bien maradoniano.

Redacción Al Toque