Leonardo Cabrera: “Soñamos con un fútbol con muchísimas menos presiones”

Claramente, el éxito del trabajo en las categorías infantiles y juveniles no puede ni debe medirse por los resultados, aunque cuando ellos van acompañados de un proceso de crecimiento general dentro de la institución no deja de ser un parámetro de atención.

Deportivo Río Cuarto jugará este próximo sábado 7 finales de la Zona de Plata que se van a desarrollar en cancha de Everton de Coronel Moldes, con la línea Amarilla, que a su vez consiguió el ascenso a la Zona de Oro, mientras que la Verde pasó de Bronce a Plata. De eso habló su coordinador Leonardo “Limón” Cabrera.

“Una cosa no quita la otra, uno como formador, o en mi caso como coordinador, tenemos como objetivo proponer un proyecto y proceso que tras cierto tiempo comience a dar sus frutos, y eso tiene que ver claramente en lo numérico”, dice Cabrera para poner en lugar el valor de las estadísticas marcadas.

“Nosotros al éxito nos sentamos a medirlo en el proceso vivido, lo que mejoraron los chicos y las categorías, a cuantos proyectamos al plantel superior o a categorías superiores, pero obviamente que como en cualquier deporte, quienes toman decisiones, que son los dirigentes, se mueven a través de los números, y estos dicen que estas metas han tenido buenos resultados”, explica.

“Los libros dicen que al cabo de 3 años de un proceso bien realizado deberían verse los resultados, estamos en el tercer año y la teoría ha cumplido”, detalla Cabrera.

“El proyecto lo presentamos en el 2022, cuando el club tenía una única línea que no estaba totalmente formada, el primer año completamos esa primera línea, en el segundo presentamos 2 completas y este año 3: Amarilla, Verde y Blanca. Desde lo numérico fue un año fantástico, pero me quedo con el proceso que va de aquellos no más de 100 chicos que encontré cuando presenté el proyecto a estos 360 del 2024”, agrega Cabrera.

“Deportivo Río Cuarto fue el primer club en alejarse del centro de la ciudad y sufrió la deserción de categorías enteras, por eso este proyecto se llama ‘Devolverle la memoria al Deportivo’, no es fácil para que el papá te elija estando tan lejos y si lo hace es porque ha visto algo positivo en el accionar dentro de la institución”, dice el entrenador de la Primera, y remarca: “El martes tuvimos una prueba para chicos libres y se acercaron más de 60”.

“Tenemos las líneas Amarilla, Verde y Blanca porque preferimos eliminar la A, B, C, entendemos que la letra encasilla. En cambio, el color lo suaviza, no obstante, hacemos selectivos porque entendemos que es un deporte colectivo y de constante crecimiento individual, y uno no puede alejarse de esto, pero uso una frase que dice que ‘hoy no es siempre’, y tenemos muchos chicos que juegan en categorías más grandes, con edad de Sub 13 jugando en Sub 15 y de éstos en Sub 17”, continúa explayando sobre el formato del trabajo.

“En la línea Blanca, que a priori, pareciera que es la que tiene a los chicos que más necesitan atención para su crecimiento, tiene al primer Sub 17 que debutó en Primera, esto muestra que Bautista Toledo no entró en ese momento, pero su evolución fue tal que no solo fue el primero, sino que estuvo 5 o 6 partidos e Primera. Esto pasa porque los entrenamientos son iguales para los 3 y el esfuerzo de los profes también, al que mejor lo aprovecha, estamos ahí para observarlo”.

“Con mis 18 compañeros, lo que hacemos es trabajar hasta el cansancio, que lo hacen todos los profes, pero siempre teniendo un porqué de lo que realizamos, con una teoría evaluada y fundamentalmente planificada, y sin olvidarnos de, como dice Pablo Aimar, darles las herramientas a los chicos, pero sin olvidarnos que es un juego”, cuenta.

Por otra parte, anticipó que ya comenzaron con pruebas para jugadores libres que puedan sumarse en la próxima temporada, lo que obliga a mirar de cara al 2025: “A fin de año tomamos los 360 nombres y las evaluaciones para realizar los selectivos y a principio de año avisarle a cada jugador en qué línea va a jugar”.

Y anticipó la posibilidad de sumar una cuarta línea: “Lo hablamos con la gente de la Comisión Directiva, hoy tenemos 4 canchas auxiliares de 11 y 5 de 7, le destinamos una a cada línea para poder trabajar cómodos, Armar una línea más, que contamos con los chicos, implica armar una cancha más de 11, está dentro de lo evaluativo. Con las pruebas que pudimos hacer, para el 2025 vamos a poder completar los 9 equipos de las 3 líneas”, y agregó: “Yo considero que todo chico que llega con su bolsito a una prueba a un club, sea el deporte que sea, amerita que uno como adulto tenga la responsabilidad de observarlo y visualizar su potencial, pero tenemos que evaluar las posibilidades si podemos darles lo que han venido a buscar, un lugar en el juego”.

Finalmente se refirió a la situación que inevitablemente se da en esta instancia de los torneos, de un lado el festejo por la clasificación o el título y del otro la desazón: “Al final del partido va a arrojar un ganador y otro no, pero lo importante es haber sido parte del proceso, más allá de la tristeza o alegría que se va a generar cuando se pite el final”.

“Siempre intentamos un montón de cuestiones desde lo educativo, entendemos que no se puede lograr nada deportivamente hablando si no hay cimientos emocionales y educativos que vayan por los rieles correctos. Toda la semana estuvimos concientizando mediante videos, lecturas y cuentos para hacer entender que lo importante es el proceso y lo logrado”, sostuvo.

“Con muchas charlas se trata de hacer entender que esto es un juego y un deporte, que tiene 3 resultados posible, a veces se gana, a veces se empate y a veces se aprende, no se pierde, entonces es un constante crecimiento. Entiendo que es doloroso, verlos llorar a los ‘enanos’, parte el alma, rápidamente actuamos, pero es un proceso en el que la alegría de ganar es igual a la tristeza de la derrota, lo trabajamos, a veces sale bien, otras no, peor no claudicamos y soñamos con un fútbol con muchísimas menos presiones”, cerró Cabrera.

Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque