Los debutantes aprueban su andar

Cuando el tiempo pase el 2021 será recordado como el año en el que el mundo comenzó a buscar la forma de ponerse de pie luego de uno de los cimbronazos más importantes de la historia, será marcado como el post 2020 y la adaptación de la población a convivir con el Covid-19.

El ámbito deportivo no escapa a la realidad. Las estadísticas marcarán que el 2020 casi no tuvo campeones en el deporte y que en muchos casos los que se consagren en el  2021 llevarán el rótulo de “Campeón 2020/21”.

Plantearse un objetivo deportivo a comienzos de temporada no era tarea fácil para nadie, y apostar a ideas nuevas era doblemente de riesgo. Aunque la actualidad financiera de las instituciones, sumado al mérito propio de los ínterpretes, promovió más rápido el nuevo proyecto.

En ese contexto, cuatro entrenadores debutaron en el cargo de director técnico en el Torneo de Primera División B de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto: Jorge “Belo” Ramírez, en Independiente Dolores de General Cabrera; Cristian “Peca” Zúñiga, en Juventud Unida de Coronel Baigorria; Diego Campos, en Recreativo Avellaneda de Tosquita y Víctor Molina, en San Cayetano.

Con historias previas diferentes, presentes similares y atravesados por un nuevo parate que le agrega suspenso al prólogo de sus carreras, los cuatro de animan a realizar, junto con Al Toque Deportes, un adelanto de balance de sus inicios.

Ramírez buscará la clasificación a la Zona Campeonato

Jorge “Belo” Ramírez espera la última fecha de la primera fase de la Zona Norte 1 para intentar acceder con Independiente Dolores de General Cabrera a la Zona Campeonato.

Para alcanzar el objetivo, “la furia roja” necesita ganar o empatar en su visita a Santa Paula de Carnerillo, aunque perdiendo puede conseguir el pasaporte dependiendo de una serie de resultados ajenos.

Independiente lleva jugados 7 partidos, con 3 triunfos, 2 igualdades y 2 caídas, con 13 goles a favor y 10 en contra.

Ramírez llegó a la dirección técnica del club en el que jugó luego de más de una década de trabajo con las divisiones inferiores. Sustituyó a Alberto Concari, quien no llegó a debutar por circunstancias de pandemia.

“Algo lindo que me pasó este año fue hacer debutar a chicos que tuve desde la escuelita”, cuenta “Belo”, quien asegura que el balance es “bastante positivo, falta un partido clave que tenemos que jugar, pero ya es positivo porque trabajamos con todos chicos del pueblo e hicimos debutar a muchos jóvenes”.

“El campeonato fue muy irregular, con equipos que cuando les hacían un gol se transformaba en goleadas que no coincidían con la realidad, por eso hicimos hincapié en ser regulares y ordenados”, analiza lo que va del campeonato, y agrega: “Es un torneo muy duro y con canchas difíciles, eso ya se notó desde la segunda ronda, terminó siendo el torneo que yo esperaba desde el principio”.

“Sabía con qué chicos me iba a encontrar en el plantel, porque los tuve en inferiores y los venía siguiendo. Lo importante que tanto ellos como los más grandes han sabido responder, además me encontré con un grupo con mucho respeto”, dice Ramírez.

Zúñiga rescata el aprendizaje

Cristian “Peca” Zúñiga llegó a Juventud Unida de Coronel Baigorria con una amplia experiencia en juveniles y femenino, y un puñado de partidos como técnico interino de la primera de Atenas, para tener su primera experiencia en el club de su pueblo.

En 8 partidos, Juventud ganó 2, empató 1 y perdió 5, con 8 goles a favor y 19 en contra, ya finalizó su actividad en la Zona Norte 1 en la que quedó último y deberá afrontar la Zona Complementación.

“Las expectativas se van cumpliendo de a poco en un trabajo a largo plazo del que no puedo ni debo salirme”, explica el entrenador y agrega: “Muy de a poco vamos encontrando la forma de trabajar en una situación compleja porque los chicos del pueblo lo hacen por una cuestión de gusto y pasión, nadie cobra, entonces sabíamos que era difícil porque hay cosas que uno quisiera exigir más pero hay que buscar equilibrio”.

Zúñiga aclara: “No me quejo ni arrepiento de haber tomado la decisión de dirigir en mi pueblo, me parece que es una experiencia enriquecedora que nos va a ayudar a crecer y dar inicio a esta profesión que tanto me apasiona”.

“Tuve que cambiar todo, yo había jugado en la B en 2014 y en la segunda (1-6 con Santa Paula) y tercera (0-3 ante Independiente Dolores) fecha recibimos dos cachetazos importantes, hubo que darse cuenta que las intenciones que uno tenía no eran compatibles con las formas a que te lleva a jugar la categoría”, reconoce el entrenador.

“Estaba dentro de las posibilidades no poder clasificar”, comenta Zúñiga respecto de los resultados cosechados en la primera fase del torneo.

Campos hace camino de la mano del debut de su club

Diego Campos llegó a Recreativo Avellaneda de Tosquita luego de haberse desempeñado en las inferiores de San Martín de Vicuña Mackenna y dos años como ayudante de campo (de Mario Vivaldi) en Primera División del mismo club (también fue jugador).

En su primer año dentro de la Liga Regional de Fútbol de Río Cuarto, Avellaneda tiene disputados 7 partidos de la Zona Sur y ya no cuenta con chances de acceder a la Zona Campeonato.

En esta primera fase obtuvo una victoria, dos empates y cuatro caídas con seis goles festejados y nueve sufridos.

“Nos encontramos con chicos que venían jugando en la Liga Independiente (Agrupación Niños Unidos del Sur Cordobés  – ANUDSC), con poco trabajo en técnicas individuales y táctica, tuvimos que tenerles paciencia a que se adapten al formato que traíamos para este proyecto que apunta al 2025. Hay muy buen material que hay que trabajarlo”, asegura Campos en relación al plantel con el que cuenta.

“Agradecido de poder hacer lo que nos gusta”, aclara antes de ensayar un balance de lo sucedido hasta el momento: “Para nosotros es muy positivo, en los amistosos buscamos que los jugadores llegaran a su nivel máximo, para después poder encontrar un buen juego colectivo y lo pudimos mantener”.

“Estuvimos a la altura en una zona difícil y pareja, los partidos que perdimos no fueron por más de un gol y le sacamos puntos al líder por lo que estoy muy contentos con el nivel de los chicos”, analiza el DT “albiverde”.

En cuanto a lo que se viene el entrenador dijo: “Tenemos que sumar partidos y minutos para luego, con los pies sobre la tierra, avaluar para qué estamos”.

Molina espera la segunda fase con un plantel renovado

Víctor Molina está realizando su primera incursión como entrenador de Primera División en San Cayetano luego de haber conformado la dupla con Fernando Taloni en el 2019 y de haber iniciado los trabajos como ayudante de campo de Ezequiel Robledo en la temporada 2020, que nunca llegó a jugarse.

El ex jugador de Banda Norte cuenta: “Tuvimos un mal arranque y ahora se sumaron algunos chicos que volvieron al club, así que nos viene bien el parate para hacer una mini pretemporada y sumar amistosos”, cuenta Víctor Molina, quien informa que hubo casi una decena de bajas y otro tanto de nuevas caras en el plantel del “Santo” para afrontar la segunda parte del torneo.

En esta Primera Fase, San Cayetano logró un empate y sufrió seis derrotas, sólo festejó tres goles y sufrió dieciocho. Le resta un partido para completar la Zona Centro 2 y participará en la Complementación.

“Se encararon bien los partidos, nos marcaron los primeros goles por errores y después nos caíamos por lo anímico, hubo partidos en los que merecíamos más y los perdíamos por errores nuestros, estamos convencidos que si conseguimos una victoria nos va a cambiar la cabeza”, analiza Molina sobre lo realizado por su equipo en la primera parte del torneo.

En cuanto a tener que afrontar la segunda mitad en la Zona Complementación acepta que es un beneficio: “obviamente uno aspira a estar arriba, pero somos conscientes que somos un equipo en formación y ahora lo queremos arrancar con todo porque creemos que podemos tener la oportunidad de estar metidos ahí (en los primeros puestos)”.

Redacción Al Toque