Los disturbios, la mancha negra en los festejos

Centro Cultural Alberdi se quedó con el título Clausura de Primera A de Liga Regional de Río Cuarto al derrotar en la final a Lautaro Roncedo de Alcira Gigena. El “mercedario” fue merecedor del título de principio a fin, no sólo por lo hecho en la última serie sino por la certeza de ser el mejor equipo de la temporada. Así se alzó con el tercer trofeo en su historia tras la coronación en la Liga Riocuartense en 1957 y el Clausura 2017 de la Liga Regional de Río Cuarto.

Su gente armó una verdadera fiesta en las tribunas, se vendieron más de 500 entradas anticipadas durante el fin de semana y otro centenar se acercó al “Trampero” sobre la hora el partido. Aunque la celebración no fue total, ya que por varios minutos hubo momentos de tensión, miedo y descontrol.

Lo más notorio fue en el instante final del partido, cuando el arquero Luciano Cometto se disponía a patear el penal (que luego convirtió) mientras los hinchas del local ya habían roto el alambrado perimetral y buscaban invadir el terreno de juego. El árbitro Fabricio Rivero detuvo el partido en ese momento hasta encontrar garantías por parte de la policía, que intentó hacer un “cordón” de seguridad e impedir que el público se abalance.

Posterior a la ejecución del arquero de Alberdi, que significó el 2-0 y final del partido, vino lo peor. El plantel festejaba en mitad de cancha abrazado a sus familiares, cercanos y un puñado de hinchas, mientras que en una de las cabeceras se producía un feroz enfrentamiento entre otro grupo reducido y la policía.

Hubo gas lacrimógeno, piedrazos, golpes de puño y hasta balas de gomas. En la parte menos congestionada se pudo visualizar a menores de edad atemorizados por la situación y la parcialidad visitante retirándose rápidamente del estadio.

 Esta fue la parte negra que tuvieron los festejos en barrio Alberdi, protagonizada por un grupo de inadaptados que hicieron que la fiesta no sea completa.

Cabe agregar que los hinchas de Roncedo también se vieron perjudicados, ya que en el inicio del partido sufrieron roturas y ralladuras en sus automóviles, los cuales estaban estacionados a metros del “Trampero”.

Alberdi ya viene de una sanción sufrida durante la parte final del Torneo Apertura. También por culpa de un grupo de desestabilizadores que intentan hacernos creer que no podemos convivir en un partido de fútbol y siembran terror al resto.

Será un punto a tener en cuenta por parte de las autoridades que garantizan un evento deportivo de tal magnitud. El comportamiento de un grupo de simpatizantes no fue el correcto, el estadio no brindó toda la seguridad requerida y falló el operativo policial.

Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque