Fútbol

Martín Cabrera: “Olimpo fue mi segunda casa, aunque desde lo sentimental siempre me acuerdo del Estudiantes del 2001”

A sus 44 años, el ex volante riocuartense repasa su extensa trayectoria en el fútbol y comenta a qué se dedica actualmente. Un verdadero trotamundos, que pasó por 14 clubes y hoy encontró asilo en Córdoba.

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Martín Cabrera, mediocampista ex Estudiantes, repasó su extensa trayectoria.

Claudio Martín Cabrera es uno de los integrantes que tuvo la gloriosa Clase 79’ de Asociación Atlética Estudiantes, la que consiguió logros a nivel local, provincial y nacional, teniendo como principal figura a Pablo César Aimar. De corazón “celeste”, el “Tín” – con 22 años – fue protagonista en el ascenso al Argentino A que alcanzó la institución de Avenida España en 2001 y que le abrió las puertas a una extensa trayectoria por diferentes instituciones del país.

Característico jugador del ascenso, mediocampista con despliegue y gol, Cabrera supo convertirse en ídolo en Olimpo de Bahía Blanca siendo parte de los ascensos a la Primera División entre 2006, 2007 y 2010.

En el cuadro bahiense su papel más preponderante estuvo en el 2007, quedando en la retina de la institución con su gol en la última fecha ante Atlético Rafaela que significó el título.

Ese Olimpo se destacó en el certamen logrando el 68,4% de los puntos, gracias a 23 triunfos, 9 empates y sólo 6 derrotas en 38 encuentros disputados. Fue el equipo con mayor cantidad de goles a favor con 65 y el segundo con menos en contra con 31.

El máximo goleador fue Ismael Blanco con 30, seguido por Martín Cabrera con 12. Cabe agregar que Juan Basanta, mundialista en Brasil 2014, era uno de los defensores de ese plantel.

Cabrera también pasó por Quilmes, Talleres de Córdoba, Argentinos Juniors, Aldosivi, Patronato de Paraná y hasta tuvo un corto periplo en Atenas. Lo último a nivel profesional fue en Fenix y terminó de despuntar el vicio en la Liga Riotercerense con la camiseta de Atlético Ascasubi.

Desde Córdoba capital, el ex mediocampista repasa su trayectoria, habla de Estudiantes, su memorable paso por Olimpo y cuenta qué hace en la actualidad.

“Estoy radicado desde el 2018 en Córdoba, trabajo acá en una empresa que se dedica a la estética. Me encargo un poco de la logística y la cartera de clientes. Ese trabajo me permite estar bastante en casa y me da lugar a estar concentrado en otros ámbitos, como en el caso de las intermediaciones en los mercados de pases. A esto último lo hago porque gracias a Dios conocí a mucha gente del fútbol y muchos ex compañeros están ocupando cargos en diferentes clubes del país. Por el momento es mi única vinculación que me quedó en el fútbol”, comenta Cabrera.

¿Nunca se le dio por ser técnico o dirigente?

M.C: Tengo el curso de técnico en divisiones inferiores y podría ponerme con eso, incluso ya tuve la propuesta de Estudiantes para formar parte de su estructura. Pero estoy muy cómodo en Córdoba, con mis hijos grandes y con la complicación de la distancia. No lo descarto, en algún momento tomaré ese desafío porque me gusta y me muestro abierto, aunque no pronto.

¿Es raro haber encontrado estabilidad en un lugar luego de recorrer tanto como jugador?

M.C: Es raro estar mucho tiempo en un lugar. Mi hijo más grande tiene 19 años y vivió en 19 lugares diferentes. Una cosa de locos. Se explica desde el bienestar de la familia y el hecho de tomarme el fútbol como un trabajo, siempre prioricé los desafíos deportivos y el trato en los clubes.

Martín Cabrera, vía Meet, brindó detalles sobre su presente y repasó su extensa trayectoria en el fútbol.

¿Qué fue lo último en cancha?

M.C: Lo último mío fue en Fenix jugando la B Metropolitana. En 2016 estuve en Racing de Córdoba, donde jugué Federal B y sufrí una rotura parcial de ligamentos. Luego de ese paso me pongo a hacer rehabilitación, no hizo falta operar, y a fines de agosto 2016 me llaman de Fenix por la relación que tenía con Marcelo Escudero (ex jugador de River que asumió como técnico). A Marcelo le expliqué la situación, le dije que estaba muy bien en Córdoba y que mi idea era dejar o jugar por acá cerca, aunque la insistencia me terminó de convencer y acepté. En un primer momento me llevaron para jugar 15 o 20 minutos por partido y terminé jugando más de lo pensado. En Fenix estuve cuatro meses, fui solo y eso a mi edad me jugó en contra. Así que rescindí contrato a fines del 2016 y terminé con mi carrera profesional.

¿El retiro debió haber sido en Estudiantes?

M.C: La vuelta en Estudiantes se dio en 2015, pero jugué poco y no me fue como hubiera querido. Coincidió también en un cambio de ciclo en entrenador, un recambio importante en el plantel y desde lo particular tampoco pude demostrar. Pero no reniego de nada, en mi carrera siempre me manejé de la misma forma y estoy agradecido a todos los clubes por donde pasé. Lo de Estudiantes no fue una cuenta pendiente, lo que me puede haber quedado pendiente es el hecho de mantenerme más tiempo en un club o haber jugado en el exterior.

En 2015, Martín Cabrera tuvo su segunda etapa en Estudiantes.

¿Olimpo fue su paso más importante?

M.C: Olimpo es mi segunda casa, jugué dos años y gané tres títulos (2006, 2007 y 2010). Tengo el cariño de Bahía Blanca bien latente, de hecho la gente me pide que vaya a trabajar ahí cada vez que me contactan. El Olimpo del 2006 fue el mejor equipo en el que jugué, por las figuras que tenía. Profesionalmente me quedo con ese Olimpo, porque fue de los mejores que tuvo la historia de la B Nacional. Aunque desde lo sentimental me quedo con el Estudiantes que ascendió en el 2001, porque éramos todos amigos y me quedó muy grabado lo que logramos. En el Estudiantes del 2001, y le puedo sumar el del 2009 donde no estuve pero los seguí de cerca, se vio a las claras las posibilidades que tuvimos los pibes surgidos del club. Pasó casi siempre que la prioridad la tenían los de afuera, pero en esos años tuvimos mucho lugar y devolvimos la confianza. Desde lo personal, más allá de lo sentimental que nombré recién, fue mi despegue como jugador profesional y ese logro me ayudó a madurar rapidísimo.

La formación de Olimpo de Bahía Blanca que consiguió el ascenso a Primera en 2007. Cabrera (parado – primera de la izquierda) entre sus titulares.

Otro caso particular es la Clase 1979 de Estudiantes…

M.C.: La 79’ fue de lo mejor de la provincia y tuvo reconocimiento a nivel nacional, fue un disfrute constante con amigos. En ese momento entrábamos a la cancha, nos divertíamos y la pasábamos lindo con todas las familias. Sabíamos que jugábamos bien, pero no teníamos la conciencia de los logros conseguidos y muchos menos la carrera que podíamos hacer en un futuro.

¿Aimar ya era todo lo que es ahora en esa 79’?

M.C.: Pablo siempre fue diferente al resto, tenía grandes cualidades como deportista, muchas condiciones y era un líder silencioso. Está demostrado todo lo que ha hecho. Lo que más destaco es la sencillez con la que explica las cosas, se hace entender muy fácil porque así entiende él la forma de ver el deporte y la vida. Creo que su personalidad tiene que ver con la crianza que tuvo, con quiénes se rodeó y la manera en la que llevó su carrera.

Identificado con Estudiantes, pero con paso por Atenas ¿Cómo vivió esa experiencia?

M.C.: Llegué luego de mi paso por Morón y de que no se terminen de concretar algunas posibilidades de la B Metro. También tenía presente la chance de Jorge Wilstermann de Bolivia, que jugaba Copa internacional, y cuando estaba casi todo cerrado se cayó el pase. La explicación es simple, ellos no pasaron la Primera Fase de Sudamericana y quedaron eliminados con Peñarol en Uruguay, yo me iba a sumar luego de esa llave y no se terminó dando. A partir de ahí, necesitaba estar en actividad, era mitad de año y no podía estar parado. Primero hablé con Estudiantes, quedaron en llamarme y nunca lo hicieron, es por eso que a través de (Daniel) Tosco me llegó la propuesta de Atenas, quien me dijo que me sume a jugar el Federal B a partir de septiembre. Sé que no gustó mucho en alguna parte de Estudiantes, pero disfruté mucho y me queda un gran respeto a ambos, de hecho a los meses volví por Hugo Mattea y tuve mi segundo paso.

En 2014, Cabrera jugó para Atenas en el Argentino B.

¿Terminó con buena relación con todo el mundillo del fútbol?

M.C: Tengo relación y me llevo bien con el 95% de la gente con la que compartí cancha. Con el único que no quedó relación fue con Marcelo Fuentes, a quien conocí desde Quilmes y la había pasado bien. Aunque me decepcionó cuando coincidimos en Patronato. Fuimos a jugar un amistoso a otra ciudad con el equipo de suplentes, y chicos que no veníamos sumando tantos minutos, y él no fue acusando tener algunas cuestiones personales. Cuando el micro nuestro salió dio la casualidad que lo vimos paseando el perro, una situación cómica y que me despertó enojo. Al día siguiente convocamos a una reunión en el vestuario y se lo hice saber. A partir de ahí cortamos la relación y nunca más nos cruzamos.

¿Siempre en la misma posición en cancha?

M.C.: He rotado demasiado en posiciones, en Quilmes debuté de stopper por derecha por el convencimiento de Marcelo Fuentes, el técnico en ese momento. Me insistió tanto, que me veía muy bien y le terminé haciendo caso. Para qué ja ja. Jugué en una especie de línea de tres, en el primer tiempo nos fuimos perdiendo 3-0 y me fue mal, aunque sirvió de experiencia. Después ya me terminé adaptando como volante por las bandas y hasta llegué a jugar de extremo.

De 2012 a 2014, Cabrera vistió la camiseta de Morón.

Trazando un paralelismo entre Talleres, Estudiantes y Atenas, ¿imaginó el presente que viven?

M.C.: En el caso particular de Talleres, creo que era lo más factible de suceder en algún momento, porque es un club muy popular y tiene mucho acompañamiento de sus socios. Necesitaba de alguien como Fassi que lo reacomodara y tenga esa visión de futuro. Similar a lo de Estudiantes con Dagatti, que desde hace varios años se convirtió en una gran institución y tiene reconocimiento a nivel nacional. Las buenas gestiones decantan de logros, no tenés mucho margen de error si se trabaja bien, se le cumple a la gente que contratás y te manejás bien. Atenas creo que va por ese mismo sentido.

¿Se siente reconocido por la gente de Estudiantes?

M.C.: En parte sí. Aunque creo que el reconocimiento se lo lleva más la gente de afuera. Los chicos de acá, como Germán Rodríguez, ‘Pepe’ Bogni, y algunos más, son muy queridos pero el reconocimiento no es constante. La gente se queda con el presente y jugadores foráneos. No digo que esté mal, pero habría que poner a los chicos de acá a la misma altura.

Ficha: Claudio Martín Cabrera

Fecha de nacimiento: 8 de agosto de 1979. Clase 79 como Pablo Aimar.

Lugar de nacimiento: Río Cuarto.

Puesto: Volante.

Trayectoria: Inferiores-2001 A.A. Estudiantes; 2002-2005 C.A.I. (Comodoro Rivadavia); 2005 Quilmes A.C.; 2005 Talleres (Córdoba); 2006-2007 Olimpo (Bahía Blanca); 2007-2009 Argentinos Juniors; 2009 Talleres (Córdoba); 2009-2010 Olimpo (Bahía Blanca); 2010-2011 Aldosivi (Mar del Plata); 2011-2012 Patronato (Paraná); 2012-2014 Deportivo Morón; 2014 Sportivo Atenas, 2015 Huracán de Comodoro Rivadavia, 2015 Estudiantes, 2016 Racing de Córdoba, 2017 Fénix, 2017 Club Atlético Ascasubi.

Fotos: archivo Al Toque
Redacción Al Toque

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