Este 25 de enero se celebra el Día Nacional del Reportero Gráfico en homenaje al recordado fotógrafo de la revista Noticias. A 24 años de su asesinato, colegas realizarán diferentes muestras artísticas para recordar a quien tomó la imagen que sacó del anonimato al empresario Alfredo Yabrán.
Una bala de luz que disparaste todavía ilumina este paisaje de hombres
temerosos, abominables. Una bala de fuego quiso callarte y te hizo más grande,
inolvidable
¿Cómo se mata a un hombre? ¿Cómo se puede? ¿Cuándo se olvida un hombre? ¿Cuándo se aprende?”. (Guillermo Cantón, en homenaje a José Luis Cabezas).
A 24 años de su asesinato, José Luis Cabezas será recordado
y homenajeado por periodistas y reporteros gráficos. El crimen del fotógrafo
que tomó la imagen que sacó del anonimato al empresario Alfredo Yabrán ocurrió el
25 de enero de 1997 en el partido bonaerense de General Madariaga.
Este lunes la Asociación de Reporteros Gráficos de la
República Argentina (ARGRA) llevará a cabo una serie de actividades para
homenajear a Cabezas en el barrio que lleva su nombre que se ubica entre las
localidades de Berisso y Ensenada, en el sur del conurbano bonaerense.
“Se cumplen 24 años, y no nos olvidamos. El 25 de enero de 1997, José Luis Cabezas fue brutalmente asesinado en Pinamar por hacer visible el rostro de Alfredo Yabrán, uno de los protagonistas de la trama mafiosa del poder de los 90”, recordó la entidad gremial a través de un comunicado.
José Luis tenía 35 años. Había nacido en Wilde, el 28 de
noviembre de 1961, en una familia de clase media baja. Empezó sacando fotos en
la plaza. Había entrado a la revista Noticias después de venderles la última
foto con vida del ministro de Economía Miguel Angel Roig, en la embajada de
Francia. Fue su primer gran logro periodístico.
A mediados de los 90’ comenzó la travesía de obtener
registros fotográficos del empresario Alfredo Yabrán, empresario sospechado de
manejar, mediante testaferros, empresas de servicios postales, de transporte y
depósitos fiscales bajo la protección del poder político argentino. Cabezas
emprendió la peligrosa tarea junto a su colega Gabriel Michi.
Las fuentes que los orientaban indicaron certeras que Yabrán
iba a estar en el balneario Marsella. Como un veraneante más, Cabezas hizo como
que fotografiaba a una pareja de turistas (Michi y Laura, su mujer de
entonces). Por encima de los hombros de sus acompañantes obtuvo la foto de tapa
y le puso rostro al personaje más enigmático y sospechoso del país cuando la
revista apareció el 3 de marzo de ese año.
El 26 de febrero de 1996 Cabezas había acariciado la gloria profesional y a la vez, sin saberlo, labró su sentencia de muerte. La tarde de ese día fotografió a Yabrán cuando caminaba distendidamente con su esposa María Cristina Pérez a orillas del mar.
La foto tomada por Cabezas a Yabrán y su esposa que fue tapa de la revista Noticias.
Un año después Cabezas y Michi repetían la estrategia, sin
saber que esta vez los vigilados y perseguidos eran ellos. El fotógrafo, que ya
estaba en la mira de los asesinos, llegó a Pinamar el 15 de diciembre, y cuando
cinco días después arribó Michi, le comentó preocupado que estaba recibiendo
amenazas veladas con insidiosas referencias a su beba Candela, de tan sólo
cinco meses (uno de sus tres hijos).
Con el miedo de por medio, ya se estaba confabulando el
trágico final planeado por Yabrán, su numerosa custodia y una parte importante
del cuerpo policial bonaerense que posteriormente liberaría la zona en Pinamar.
La oportunidad llegó cuando Cabezas y Michi asistieron la
noche del 24 de enero a la fiesta anual del empresario Oscar Andreani. El
periodista se fue cerca de las 4, pero Cabezas eligió quedarse un rato más.
Gabriel lo despidió y le dejó las llaves del auto Ford Fiesta que compartían en
el trabajo diario.
Los asesinos, que habían llamado la atención de los vecinos,
decidieron emboscarlo cuando llegara al departamento de Rivadavia 1256, donde
vivía con su mujer, Cristina Robledo. Estaban dentro del auto Fiat Uno de la
policía Silvia Belawsky, esposa de Guillermo Prellezo (oficial de Pinamar),
cuando lo vieron llegar. Eran alrededor de las 5,15 de la madrugada de ese 25
enero de hace veinticuatro años. Los vehículos partieron en caravana en busca
de la excavación de 14 metros largo, 7 de ancho y 2 de profundidad a la vera de
un camino rural de General Madariaga, donde se consumaría el crimen terrible.
Cabezas tenía sus manos esposadas y dos proyectiles de un
arma calibre 32 alojados en su cavidad craneana. Luego fue incinerado con nafta
dentro del vehículo en el que se trasladaba.
Tras dos juicios orales, fueron encontrados culpables los
policías Gustavo Prellezo -sindicado como autor material del homicidio-, Aníbal
Luna y Sergio Camaratta. Además de Gregorio Ríos, Jefe de Seguridad de Yabrán,
Alberto Gómez, en aquel entonces comisario de Pinamar, y el grupo delictivo
denominado “Los Horneros”. El juicio y pena se llevaron adelante rápidamente y
todos recibieron perpetua, aunque años más tarde la mayoría de los acusados
recibieron la libertad condicional.
En tanto, el polémico empresario Alfredo Yabrán fue
encontrado muerto el 20 de mayo de 1998 con un tiro en la boca en el baño de su
casa en San Ignacio, Entre Ríos. Tenía que declarar cinco días antes.
El caso Cabezas fue clave en la historia argentina, ya que
desnudó falencias y manejos desmedidos del poder político y privado de la
Argentina, y porque puso en tela de juicio la libertad de expresión.
El repudio a la muerte del fotógrafo atravesó, sin discrepancias, todas las ideologías, creencias y situaciones socioeconómicas, y fue creciendo al son del ruego convertido en consigna: “No se olviden de José Luís Cabezas”, formulado en una carta leída por sus padres, cuando lo enterraron el 28 de enero de 1997 en el cementerio de Avellaneda.
En su nombre, la Ley 24.876 de 1997 estableció el 25 de
enero como Día Nacional del Reportero Gráfico.
A 24 años del asesinato de José Luis Cabezas, el fotógrafo que no
olvidamos.
Fuentes: Infobae y Todo Noticias Redacción Al Toque