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Media Distancia

Plan B

Belgrano vive un presente soñado. En lo social y cultural, el club hacía rato caminaba solo. Ahora está a punto de tomar vuelo hacia Primera División.

Publicado

el

Hugo Caric

Periodista.

El 22 de mayo de 2021 hubo Cabildo Abierto en el Gigante de Alberdi. La conducción de Luis Fabián Artime anunciaba la llegada de su segundo entrenador en 105 días, y el pueblo pirata quería saber de qué se trataba eso del regreso de Guillermo Farré. “Es un honor darle la bienvenida a uno de los últimos ídolos que vistió la celeste”, tocó de primera el novato presidente. “Sentía que tenía que estar acá”, devolvió la pared el nuevo DT.

Más allá de esos pases cortos, la postal de la asunción, que mostraba juntos a dos de los exfutbolistas con mejor imagen positiva en el club, sirvió para descomprimir los ánimos, en las tribunas y también puertas adentro. El Plan A se había escrito con B y no precisamente de Belgrano. Alejandro Orfila y varios jugadores del Team Bragarnik (Christian,  influencer fetiche del fútbol argentino) habían desembarcado para apuntalar la consigna “ascenso o fracaso”, vara alta que se puso “el Luifa” cuando decidió hipotecar su idolatría e ir en procura del Sillón de Arturo Orgaz.  

Cuando recibió la llamada de emergencia, Farré hacía sus primeros palotes del otro lado de la línea de cal. Llevaba cinco meses como ayudante de campo de Ricardo Zielinski en Estudiantes de La Plata, tras haber colgado los botines en Estudiantes de Río Cuarto. Aquel breve exilio futbolístico le había sucedido al pulgar abajo de Ricardo Caruso Lombardi, que le impidió subirse nuevamente al bergantín y navegar las aguas del retiro soñado.

Hasta ahí, su legajo en la “B” señalaba 327 partidos y 15 goles, incluido el que le marcó a River en el Monumental de Núñez el 26 de junio de 2011 y que lo subió para siempre a un pedestal. “Cuando tenga 80 años me van a seguir haciendo notas y preguntando por ese gol”, reconoció alguna vez.

En busca de un destino

Entre el partido ante San Martín de Tucumán que le puso fin a la era Orfila (tres triunfos, dos empates y cuatro derrotas) y el partido ante San Martín de Tucumán de esta semana, pasaron cosas. Incluido otro llamado de Bragarnik, también amo y señor del Elche de España, que ofreció a la dupla Sergio Gómez-Favio Orsi (por entonces desocupada, luego en Ferro y hoy en Godoy Cruz) para darle continuidad al incipiente vínculo con el prestanombre de la Popular Sur del Estadio Kempes. El olfato de goleador le permitió al “presi” cambiar el palo sobre la marcha.

En los últimos dieciséis meses, Farré le agregó otros 57 folios (33 victorias, 14 igualdades y 10 traspiés) al expediente de su idilio con Belgrano, y algo más que eso. Le cambió el “chip” a un equipo que empezó por hacerse cargo de la obligación de ser protagonista y que terminó convirtiéndose en candidato. Además de haberse ganado la adhesión incondicional de sus simpatizantes, “apenas” 29 mil cada vez que el Pirata entra a su cancha.

Más pragmático que vistoso, y quizá recostándose demasiado en la comprobada pericia de su DT para reacomodar piezas sobre la marcha, Belgrano agarró el liderazgo en la séptima fecha y no lo soltó más. Guste o no guste, lleva 26 jornadas en la cima, mirando desde arriba al resto de los equipos de la Primera Nacional, que son un montón, y parece encaminado hacia una vuelta olímpica inédita en la segunda divisional de la AFA. De las cuatro veces que el Pirata subió a Primera, dos fueron porque logró el segundo ascenso (1991 y 1998) y otras dos por promoción (2006 y 2011).

TÉCNICO QUE DEBUTA… Guillermo Farré se encamina a coronar con otra vuelta olímpica su primera experiencia como entrenador.

Viaja en Primera

Belgrano vive un presente soñado. A los goles de Vegetti (“¡¡¡Pablooo, Pablooo!!!”), las pisadas de Zapelli y las atajadas de Losada, se suman la gran campaña del equipo femenino, con un largo invicto en la AFA y también encaminado hacia un destino de máxima categoría; los más de 50 mil socios que registran sus padrones; y las buenas noticias que llegaron recientemente para la tesorería: 2,6 millones de dólares por ‘el Chino’ Zelarayan y 1,7 millones de euros por “el Cuti” Romero.

Después de aquellas turbulencias del despegue, el vuelo de bautismo de Artime Presidente enderezó el rumbo, recorrió su ruta sin necesidad de ajustar demasiado el cinturón de seguridad y prepara su aterrizaje a destino. En la torre de control ya se anuncia su próximo arribo a la Liga Profesional.

A IMAGEN Y SEMEJANZA. Goleador, capitán y referente: el Vegetti de hoy se parece mucho al ‘Luifa’ de ayer. Una figura clave para el equipo, que se ganó el corazón de la hinchada celeste.

Con las cuentas más o menos ordenadas (el ingreso en moneda extranjera del equivalente a más de 600 millones de pesos, le permitirá compensar con creces el déficit diario de 1 millón de pesos anuales del primer ejercicio), la “B” está a punto de dar un salto deportivo que, de entrada, le representará quintuplicar sus ingresos por derechos de televisación.

La superpoblación de equipos que también padece el certamen de elite, le auguran un futuro más distendido en su regreso. La cancha y la caja estarían en orden para encarar el último año de mandato y los primeros 12 meses de campaña, además de un calendario todavía indescifrable.

Las banderas de Belgrano

En lo social y cultural, el club hacía rato que caminaba solo. El asunto era no detener la marcha de los cambios que había impulsado Jorge Franceschi, en su primera y mejor versión dirigencial. De un buen tiempo a esta parte, el Pirata había apostado fuerte a reforzar su vínculo con la historia, la gente, las conquistas y las luchas del barrio Alberdi. Derechos humanos, diversidad, inclusión… Belgrano no fue el creador de todas esas banderas, pero sí el que las levantó cuando otros las habían arriado o las tenían a media asta.

En vísperas del 6 de febrero de 2021, el día del clásico que Artime y Armando Pérez jugaron en las urnas, había dudas sobre la continuidad de aquellas acciones y de algunas actividades -teatro comunitario, cine club, clases de cajón peruano, cursos de historia y narrativa, taller de títeres para niños- en el caso de que cantara victoria el conglomerado con mayoría de empresarios, incluido el candidato a presidente, de “Primero Belgrano”. Muchos de ellos miraban con demasiado cariño hacia barrio Jardín.

Un mes y medio después de asumir como mandamás del Pirata, “el Luifa” canceló sobre la hora una entrevista periodística conjunta con Andrés Fassi, su colega de Talleres, argumentando que tenía “una reunión impostergable”. La frustración del caso -quien escribe era el promotor de aquel primer encuentro entre ambos como máximas autoridades de sus clubes-, fue atenuada por la noticia de que el faltazo se debía a un encuentro con familiares de víctimas de la última dictadura militar. Con ellos ajustaba los detalles de un homenaje a exsocios belgranenses, en vísperas de un nuevo 24 de marzo. El hombre había entendido la jugada.

La exclusividad de la primera foto quedaría para los “aliados estratégicos” que ambos comparten. A menudo, también “los primos” se parecen.

Fotos: prensa Belgrano de Córdoba

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