Fútbol
Renato Cesarini y los Romagnoli: Una relación a flor de piel
Andrés y Román encaran una nueva temporada con el club de sus amores enfocándose en competir en Zona Campeonato de Primera B. Comentaron las condiciones en las que está el plantel, los objetivos y lo que significaría conseguir el salto de categoría con el “naranja”.
Todo aquel que se considera amante del fútbol debe conocer al menos una pareja de hermanos que jugaron o juegan juntos. Y siendo sinceros, muchas veces costó distinguir entre uno y otro porque son casi idénticos. Es que así como en las series animadas conocimos a los hermanos Korioto (de Los Supercampeones), en la vida real hay gemelos o mellizos que eligieron la misma actividad deportiva, como si su cerebro estuviera conectado o pensaran lo mismo.
Aunque en estos casos existen paralelismos. Sobre todo dentro del fútbol. No sólo hay hermanos que se han enfrentado (caso los Milito en los Racing – Independiente), sino que hay otros que sí comparten equipo pero no se parecen en nada desde los rasgos físicos.
La única arista que les queda en común, además de la sangre, es el amor por los colores.
En el ámbito de Liga Regional de Río Cuarto se da una particularidad en el ascenso: de hermanos que comparten equipo, pasión y hasta nombre.
En Renato Cesarini juegan juntos desde hace cinco años Andrés y Román Romagnoli. El primero es el arquero y capitán del equipo, el otro es mediocampista ofensivo que le aporta verticalidad al equipo conducido por Gabriel Bozzer.
Juntos intentan llevar a lo más alto al “naranja” en el actual torneo de Primera B. Y van por buen camino, ya que finalizada su participación en la Primera Fase, y por la Zona Centro 1, lograron clasificar a la Zona Campeonato, donde los 12 mejores se disputarán dos ascensos a Primera A. Fueron tres victorias, un empate y dos derrotas en los seis juegos que disputaron justo antes el parate, para clasificar segundos, con 10 puntos, detrás del líder Deportivo Río Cuarto, que ganó el grupo con 15 unidades.
Los hermanos Romagnoli y un amor llamado Renato Cesarini.
En lo que refiere a preparación física, desde hace dos semanas Andrés y Román trabajan junto al plantel de manera presencial y se alistan para la reanudación de la competencia. Este próximo viernes jugarán el primer amistoso de pretemporada ante Herlitzka de Las Vertientes en lo que significará la primera práctica formal de fútbol.
“Pensábamos que desde el nivel íbamos a estar bajos por el nuevo parate que tuvimos, pero debemos decir que en estas dos semanas hemos mejorado un montón desde lo físico y técnico. Obviamente nos falta un poco de rodaje e intensidad, para eso trabajamos en lo que resta para el inicio. Ahora con este nuevo amistoso podemos ver en qué condiciones futbolísticas estamos realmente”, dijo Andrés, el mayor de los dos que juega en Renato Cesarini.
Por su parte, Román, de 21 años, indicó: “Estamos volviendo de a poco, poniéndonos a punto con cada entrenamiento. Tenemos gente joven y que enseguida se recupera. Me parece que desde lo físico estamos bastante bien y con muchas ganas de comenzar a sumar amistosos”.
Fue un inicio complicado el del “naranja” en la Primera Fase clasificatoria, ya que empató en la primera fecha 1 a 1 con Fusión y luego cayó goleado 3-0 con Deportivo Río Cuarto. Se recuperó en la tercera jornada, levantó su nivel y enderezó la clasificación, para culminar la primera instancia del torneo en el segundo lugar en la Zona Centro 1.
En relación a la performance mostrada por el equipo y el primer lugar que se adjudicó Deportivo Río Cuarto, su clásico rival, los hermanos analizaron.
“Deportivo no sorprendió, porque todos los años se arma con planteles competitivos. Nosotros fuimos de a poco, creo que lo principal fue trabajar desde la cabeza, porque desde lo físico estábamos bien. Nos acomodamos con el correr de las fechas y creo que terminamos mejor a lo que habíamos empezado”, dijo el arquero.
Mientras que el mediocampista agregó: “Nos encontramos con un gran equipo como Deportivo, pero se dio un poco la lógica en nuestro grupo: pasamos los dos mejores. Tenemos mucha confianza en nosotros, creemos que somos un equipo bastante ofensivo y que con gente joven sacamos la diferencia. No sé si somos candidatos, porque hay muchos equipos que se arman para lograr lo mismo, pero con el correr de los partidos se va a saber quién está para pelear hasta lo último”.
El legado “naranja” es quien une futbolísticamente a los hermanos Romagnoli. La sangre es quien los acerca de por vida. Y el nombre, el sello que puso papá Mario en ellos.
Tanto Andrés como Román, y sus otros dos hermanos, llevan como primer nombre Mario, como su papá fallecido hace unos años atrás. Si bien reconocen que en la actualidad ninguno es llamado por su primer nombre (Mario), en la infancia fue toda una particularidad.
Mario César, Mario Alejandro, Mario Andrés y Mario Román son los cuatro Romagnoli unidos por sangre y separados por pasiones. Mientras los más grandes se inclinan por la actividad hípica, los más chicos encontraron en Renato Cesarini su segunda casa.
“Debuté a los 17 en el club, me fui a Banda Norte un año, pero volví enseguida. Renato nos enderezó en todo, si bien la educación sale de casa este club nos dio un montón de cosas a los Romagnoli. Desde amigos, momentos buenos y otras experiencia que fuimos sumando a lo largo de los años”, indicó Andrés y añadió: “Cuando Román debutó fue una emoción grande. Ahora más maduro lo seguimos disfrutando, con más tranquilidad, pero con el mismo placer. El que nos sigue es mi hijo de siete años, quien por ahora se paró de volante, lo vamos llevando de a poco”.
Román, el creativo, también comentó impresiones de lo que significa la escuela “naranja”: “Renato es otra casa para nosotros, desde chiquitos nos fue formando y pasamos toda nuestra infancia ahí adentro. Mi papá nunca fue jugador de fútbol, pero al ver que a nosotros nos gustaba jugar nos llevó al club junto a mi mamá. Además tiene algo distinto porque lo compartí con mi hermano en todo momento, Andrés me vio debutar, fue uno de los que me corrigió cosas dentro de la cancha y ahora puedo decir que estoy mucho más maduro”.
La pareja de hermanos Romagnoli siguen sumando temporadas en Renato Cesarini y son otro de los ejemplos de una familia que comparte colores y minutos dentro de una cancha. Característicos son los casos en nuestra Liga, entre hermanos o padre e hijo (los Viillagomez en Defensores de Alberdi o los Baigorria en Social Recreativo Reducción). En este caso el disfrute también es permanente, como así el sueño de lo máximo a lo que aspira la institución de barrio Obrero.
“Lo pendiente sería conseguir el ascenso, buscamos eso todos los años. Es un sueño que compartimos con mi hermano y mis compañeros. Ojalá lo podamos cumplir porque sería como un cierre de ciclo”, cerró Andrés, el arquero.
“Lo pendiente sería conseguir el ascenso, buscamos eso todos los años«
Renato Cesarini ya finalizó su participación en la Zona Centro 1, porque dicho grupo tiene cuatro equipos y dos fechas menos de disputa. Es por eso que en la reanudación de la competencia liguera, el 29 de agosto, tendrá fin de semana de descanso.
El “naranja” ya se mentaliza en la Zona Campeonato de Primera B, donde junto a Deportivo Río Cuarto, Los Incas de Achiras, Banda Norte, Atlético Granada de Holmberg, Santa Paula de Carnerillo y Centro Social Las Higueras, espera por los otros cinco elencos que clasificarán a dicha instancia.
Redacción Al Toque
Fotos: Al Toque
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