Santiago del Estero asciende con Toviggino como “mecenas”

Roberto Parrottino

Periodista.

Sarmiento de La Banda (Santiago del Estero) conocerá el sábado próximo si Los Andres o Argentino de Quilmes -finalistas del Reducido de la B Metropolitana- será el rival en la Promoción en cancha neutral por el ascenso a la Primera Nacional. El domingo pasado, Sarmiento le ganó la Reválida del Federal A a Villa Mitre. Había perdido 1-0 en Bahía Blanca, pero a Villa Mitre le habían cobrado offside en dos situaciones de gol. Ganó 3-1 en el estadio Ciudad de La Banda. A Villa Mitre le expulsaron dos jugadores, uno antes del 1-0 y otro en la falta-penal del 2-0. Y más. El partido terminó en una batalla campal, con más policías que futbolistas.

En 2021, Villa Mitre había perdido la final del Federal A por el ascenso directo al Nacional -con fallos arbitrales escandalosos en su contra- ante Güemes, también de la provincia de Santiago del Estero.

Recapitulemos: en los últimos diez años, los clubes del fútbol santiagueño festejaron siete ascensos (y pueden ser ocho con el acceso a la Promoción de Sarmiento de La Banda). En 2014, Central Córdoba subió a la entonces B Nacional y, luego de descender, volvió en 2018. Al año siguiente, ascendió a Primera (sin descensos en Primera, jugará la final de la Copa Argentina 2024 ante Vélez). En 2015, Vélez de San Ramón subió al Federal A. En 2017, Mitre, a la B. Y en 2021, Güemes. Ya en febrero de 2024, Sarmiento de La Banda ascendió al Federal A.

Detrás de los subidones de los clubes de Santiago -y oculto, porque no le gusta que le saquen fotos- aparece Pablo Toviggino, titular del Consejo Federal desde 2015, tesorero de la AFA y una especie de “jefe de Gabinete” de Claudio “Chiqui” Tapia. Toviggino administra incluso poder propio. Llegó al Consejo tras ser vicepresidente de Comercio Central Unidos y, de ahí, saltar a la conducción de la Liga Santiagueña de Fútbol. El designador arbitral del Consejo Federal de Toviggino es el ex árbitro de Primera Gustavo Bassi, denunciado por “sugerirle” a los árbitros que favorezcan o perjudiquen a tal equipo. Bassi, coinciden los testimonios, pide “colaboraciones” a los clubes y envía recaudadores. Las sospechas de favores, las “polémicas” arbitrales y las denuncias públicas de rivales sobrevuelan los ascensos en cascada de los clubes de Santiago.

En 2019, en la final de ida de la Región Centro del Federal Amateur, Atenas de Río Cuarto cayó 1-0 de local ante Güemes, con “el arbitraje del sanjuanino Pablo Núñez, de floja labor”, quien “sacó de las casillas a más de uno” y “debió salir custodiado -más de la cuenta- del campo de juego” (en la vuelta, sucedió la sentada de los jugadores de Atenas en plena cancha, a modo de protesta). El sanjuanino Núñez fue el árbitro el domingo pasado en la Reválida ante Villa Mitre que se llevó Sarmiento de La Banda, que es entrenado por Pablo Martel, el mismo que en 2019 era el entrenador de Güemes. Martel, condenado aquel año a doce meses de cárcel por violencia de género, dirigió a Unión Santiago, Vélez de San Ramón, Independiente, Güemes y, ahora, a Sarmiento, todos de Santiago. Martel, 38 años, es cuñado de Toviggino. Y, a través de “Bramar Mantenimiento y Limpieza Institucional”, prestador con contratos millonarios del gobierno provincial de Gerardo Zamora.

A partir del viento a favor con el que juegan los clubes santiagueños -los videos viralizados de las jugadas confirman el grotesco-, Sarmiento de La Banda fue empujado por los arbitrajes en los cuartos de final de la Reválida frente a Olimpo de Bahía Blanca y en la semi ante Germinal de Rawson. “Fue una locura. Nunca en mi vida me tocó vivir una cosa así. Es mucha la impotencia, la indignación. Fue alevoso. Todo. La chiquita, la grande, un penal fuera del área. Nunca nos dejaron llegar cerca del área rival, todos foules en la mitad de cancha. Nos hacían foules a nosotros y nos cobraban al revés”, había denunciado Facundo Affranchino, ex River, capitán de Olimpo, a quien lo cortaron en la cabeza producto de un piedrazo en el estadio de La Banda. “Yo no dirijo nunca más, pero este hijo de puta (por el árbitro Núñez) no puede dirigir más. Sarmiento no merece estar en otra categoría porque robó todos los partidos”, dijo, el domingo pasado, Carlos Mungo, técnico de Villa Mitre.

Con el “mecenazgo” de Toviggino y el logo del gobierno provincial en todas las camisetas, Sarmiento puede convertirse en el tercer club de Santiago del Estero, junto a Mitre y a Güemes, en la Primera Nacional, antesala de la Liga Profesional, en la que juega Central Córdoba. Cuatro clubes de Santiago en las dos principales categorías del fútbol argentino por primera vez en la historia. La irrupción de la provincia también se certifica con la construcción del Estadio Único Madre de Ciudades en Santiago, lindera a La Banda. Santiago-La Banda es la quinta aglomeración urbana con mayor índice de pobreza de Argentina (64%). De ahí es Sarmiento, que tras perder por penales el primer ascenso ante Central Norte de Salta, jugará el partido más importante en sus 115 años.

Gráfico: Al Toque