“Sapito” Palacios, el correcaminos de la región

En el mundo del atletismo local y regional un nombre es el que resuena en casi todas las carreras. Claudio “Sapito” Palacios tiene 50 años y desde los 16 que entrena para correr en maratones y certámenes similares.

Siempre vencedor en su categoría de 50 a 55 años, también se impone en las tablas generales. Un nombre estridente para todos, el “Sapito” -oriundo de General Deheza- es reconocido por su constancia y capacidad para dar ese plus necesario en las competencias.

“Gracias a Dios tengo esa virtud de que puedo entrenarme bien, a un nivel de élite”, explicó Palacios en diálogo con Al Toque Deportes. Es que llama la atención que, con su edad y compitiendo a la par de jóvenes, sea tanta la ventaja a su favor.

El entrenamiento es fundamental, pero también el apoyo familiar y el ser paciente que fue toda su vida junto a la disciplina. Más de 30 años de cuidado personal y físico le permiten al “Sapito” dominar de punta a punta las pruebas más importantes de la región.

En una charla mano a mano, Palacios recorrió sus últimas competencias, habló sobre el parate por la pandemia, el atletismo en su vida personal y lo que viene para un año cargado de incertidumbre, pero con certámenes de jerarquía a la vista.

– ¿Qué lugar ocupa el atletismo en su vida?

– El atletismo para mí es algo fundamental. La mayoría de mi familia compite, mi esposa y mis hijas también participan y tienen el atletismo metido. Es una forma de vida familiar hace bastante tiempo. Gracias a ellos puedo dedicarles dos horas diarias a la tarde después del trabajo o al mediodía.

– ¿Cómo logra mantenerse físicamente?

– Le dedico dos horas todos los días. Mi entrenamiento es un poco exigido ya que soy de entrenar seis días de la semana, a veces cinco. Todo depende si hay competencia el fin de semana. Casi siempre hago día por medio velocidad y fondo.

– ¿En qué tipo de carreras se siente más cómodo?

– Siempre fui corredor de calle, me siento cómodo ahí en la parte más llana porque es en donde entreno. Voy a la montaña para perfeccionarme y exigirme un poco más porque es más dura. Estamos tratando de hacer un poco de montaña que son al aire libre, que no es como correr en ciudad que tiene más trabas por protocolos. En la montaña hay más espacios y se hace todo por campo.

– ¿Cómo transcurrió el tiempo de parate debido a la pandemia?

– Eso fue un poco raro, ya que todos pasamos mucho tiempo sin competir y sin hacer nada. Entrenaba en el patio de mi casa, pero es muy chiquito. Un poco me aburría ahí. Trataba de hacerlo dos días a la semana, a veces tres, siempre en casa.

– Ya con las competencias de regreso, ¿qué rescata de las carreras en Alpa Corral y la última, en el Cross Río Cuarto?

– En Alpa fue una carrera dura, corrimos el sábado con mucho sol y humedad y pude ganar los primeros 20 kilómetros. Esa noche llovió mucho, entonces el domingo estuvo más fresco, pero fue una carrera bastante complicada. Pude quedarme con el primer puesto en los otros 20 kilómetros de ese día y el certamen. Por otro lado, este fin de semana en Río Cuarto fue una corrida linda, era la primera vez que la hacían acá. También fue dura, porque tenía muchas formas de correr. Teníamos asfalto, parte de cross y otra en el río.

– ¿Cómo sigue su año en cuanto a las carreras oficiales?

– Ahora vengo entrenando para estar presente el 18 de abril en los 42 kilómetros de La Pampa, pero con todo esto de la situación sanitaria que cambia todos los días no sé si voy a poder estar. Me parece que tenemos mucho protocolo para salir de la provincia, entonces priorizo competir cerca y cuidarme lo más que pueda. En dos semanas participaré de una carrera en Caleta Oliva, en homenaje a los Caídos de Malvinas.

– Por último, ¿por qué el apodo “Sapito”?

– Jaja, eso lo tengo desde siempre. Cuando era chico, me la pasaba afuera, jugando en la vereda, entonces mi mamá me empezó a decir así. A partir de eso, de toda la vida me conocen como Sapito y estoy muy acostumbrado a ese apodo.

Fotos: Deportes Río Cuarto/Río Cuarto Trail Run
Redacción Al Toque