Se cumplen cinco años del ciclo Bozzer en Renato Cesarini

122 partidos, 54 victorias, 30 empates y 38 caídas en un lapso de cinco años. El número es accesorio, tanto como lo es un resultado de fútbol. Las estadísticas son apenas una estela residual que sirven para comparativas o balances. Lo que importa en un ciclo tan largo es el simbolismo que genera, la impronta que inculta y cómo forma.

Gabriel Bozzer cumple cinco años como entrenador de Renato Cesarini y lo celebra de forma medida, ya que con sus dirigidos intentan hacer pie en la máxima divisional; esa que alcanzaron hace unos cinco meses y significó el retorno tras dos décadas de estadía en Primera B.

El “naranja” funciona como un pequeño ecosistema dentro de la Liga Regional, de los pocos que existen y con objetivos que apuntan directamente a la formación de futbolistas. Funciona como una especie de círculo virtuoso contenido en identidad que le dio el barrio y su fundador: Blas “Pachacho” Maricotti.

Ese legado continúa, lo lleva adelante Santiago, hijo de Blas, quien encolumna el proyecto y traslada la identidad “naranja”. Una línea más abajo aparece todo el equipo de formadores, que tiene como principal cara visible a Gabriel Bozzer y prosigue con un gran grupo de profesores que encabezan los planteles superiores, juveniles e infantiles.

El ciclo Bozzer está de festejo este 30 de julio, porque cumple cinco años y cinco temporadas. Eso, en términos de fútbol argentino, es casi imposible de conseguir, una utopía que en este caso dio lugar a otras. Un faro que explica que las derrotas no son más que avatares de las victorias. Que se diluyen en una idea que siempre va a prevalecer.

“Es poco habitual, raro. El martes se lo trasladamos a todo el grupo y ninguno podía entender muy bien cómo llegamos a cumplir cinco años en un mismo club. Creo que todo tiene que ver con Santiago Mariscotti, quien apostó a este proyecto, tuvo paciencia y acompañó”, dice Gabriel Bozzer.

El entrenador debutó un 30 de julio de 2017 en la derrota 3-1 ante Santa Paula en Carnerillo por la última fecha del Apertura de Primera B. Diego Gutiérrez -2- y Mario Brusa para la “lechuza” y Facundo Alcaráz para el “naranja” anotaron en aquel partido que abrió el ciclo.

Bozzer asumió tras un paso como entrenador de Charrense y sustituyó a saliente Sandro Domínguez. Cabe agregar que anteriormente había sumado experiencia en Universidad y como ayudante de campo de Mauricio Vega en Juventud Unida de Coronel Baigorria y Lautaro Roncedo.

Gabriel estuvo acompañado por Maximiliano Chenones, que sólo estuvo un par de meses en el cuerpo técnico. Desde fines del 2017 hasta la actualidad, quien se mantiene como ayudante es Matías Pereyra, y con el correr de los años se sumó Agustín Foglia, uno de sus dirigidos.

“Estuve toda una semana yendo al club para conocerlo, en ese momento estaba Federico Guevara coordinando y Santiago ya había tomado las riendas en la dirigencia y debo decir que me quedé impresionado con todo lo que hacían. Me sedujo mucho la forma de proyectar y de formar gente, apunté a eso en el plantel superior y gracias a Dios se fue cumpliendo, de hecho hoy en día el plantel de primera está conformado con el 80 por ciento de jugadores propios”, relata el DT.

Y en cuanto a objetivos, remarca: “La idea es foguear a los chicos, afianzarlos en primera y tratar de que compitan en este nivel, que jueguen contra los mejores y se mantengan. No perdemos de vista nunca la formación, de hecho queremos acompañarla con la categoría en la cual nos presentamos, por eso el otro objetivo es mantenernos en Primera División”.

“Todos los años se fue mejorando en el proyecto, eso tuvo mucho que ven en que nos sostengamos en el puesto. Sí, debo decir que cuando ascendimos fui yo quien planteó nuestra continuidad a Santiago, porque somos un cuerpo técnico de B que iba a dirigir en la A, fue una propuesta mía hacia él. Santiago nos sostuvo, nos dio confianza y encaramos este nuevo desafío juntos”, asegura Bozzer en referencia a un ciclo tan largo y continuo.

En la actualidad, Renato Cesarini está en el lugar que siempre anheló. Retornó a Primera División A tras un impasse de 20 años e intenta aclimatarse a la categoría con mayoría de futbolistas de su cantera. El “naranja” ha disputado 15 partidos en el Apertura, ha ganado 3, empatado 4 y perdido los restantes 8.

Los de Bozzer se ubican decimoséptimos en la tabla y están en zona de promoción en lo que respecta a los promedios.

El entrenador de Renato explica los cambios que han realizado como consecuencia al salto de categoría: “Cambiamos en intenciones, nunca en la idea de juego ni en planteos. A lo que me refiero es que la formación varía casi siempre, pero nos retrasamos en metros y perdimos un poco ese afán de atacar tanto, de ser tan directos, por la jerarquía que tienen los equipos en la A. Ese mensaje aún cuesta hacerlo entender, nos cuesta a nosotros como cuerpo técnico, ni me quiero imaginar al jugador”.

“Hoy en día debo decir que nos está costando un poco, en el inicio quizá estábamos con el envión de haber ascendido y no nos dábamos cuenta o quizá nos parecía menos complicada la categoría, aunque con el correr de las fechas vemos algunas diferencias. Lo importante, que les remarco a los chicos, es que recién ahora, después de seis partidos, nuestros rivales directos nos alcanzaron en los promedios; fue una cantidad importante de tiempo que trabajaron para ponerse cerquita. Es por eso que evalúo y saco la conclusión de que nos estamos aclimatando y no estamos haciendo las cosas tan mal, además sabemos que esto es largo y falta mucho”.

Son muchos los episodios inéditos de esta serie que promete seguir al menos un tiempo más pero que ya será para siempre. Bozzer venció el tiempo y esfumó todo tipo de plazos, su Era dejará bases identitarias en el gen “naranja” sea cual sea el resultado.

Ciclo Bozzer en Renato Cesarini (2017-2022)

122 Partidos dirigidos | 54 Ganados | 30 Empates | 38 Perdidos | 178 Goles a favor | 135 Goles en contra.

Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque