Este jueves falleció Francisco Fiandino. El “Cacho” -nacido en 1942- fue un referente del fútbol chacarero. Símbolo de Independiente Dolores de General Cabrera en la década del 60, campeón provincial con la Liga Regional y dueño de una extensa carrera como jugador y entrenador que lo llevó a trascender latitudes.
Otro
referente partió para sumarse al equipo de cielo arriba. El 17 de septiembre
despertó con la triste noticia del fallecimiento de Francisco Fiandino. El
“Cacho” -nacido en 1942- dejó una huella recordable en su paso por el fútbol
regional. Emblemático jugador de Independiente Dolores de General Cabrera que
enarboló una extensa carrera que lo llevó a trascender latitudes. Trelew y
Estados Unidos albergaron por un tiempo las “locuras” del “Cacho”.
Un momento consagratorio en la trayectoria de Fiandino fue en 1968 cuando formó parte de la selección de la Liga Regional que venció a la Liga Cordobesa y se consagró campeón provincial. Cuatro años más tarde logró la histórica clasificación de Independiente de Trelew al Campeonato Nacional. El “Cacho” jugó en Atenas y fue convocado para reforzar diferentes equipos ligueros que enfrentaban a los grandes de AFA en fechas especiales. Como en diciembre de 1966 que vistió la casaca “verde” en la derrota de Banda Norte ante Boca por dos a cero en el Parque Sarmiento.
Como
entrenador registró una extensa carrera: San Lorenzo de Las Perdices (campeón
1984), Acción Juvenil de General Deheza, Atenas, Atlético Bell de Bell Ville,
Rivadavia de Arroyo Cabral, Estudiantes, Atlético San Basilio, Atlético Ticino,
Vélez de Oliva, entre otros. Y dirigió en casi todos los departamentos de la
provincia y más allá también. Si hasta estuvo en la Pacific Soccer League de Los Ángeles. En 1988 brindó clínicas de fútbol
en Las Vegas Nevadas.
El
repaso por la vida futboltísica de Francisco Fiandino obliga a apartarnos de
los datos estadísticos para reflejar en palabras ese temperamento que lo
convirtió en un verdadero personaje, único e inolvidable.
Fiandino fue uno de los maestros futbolísticos de Guñazú.
Míster Francisco Fiandino
El mensaje de Pablo Guiñazú en las redes sociales atestiguan el agradecimiento de siempre por parte del “Cholo” hacia el entrenador que lo puso en primera.
QEPD gran Maestro del Fútbol y la Vida!! Señor Ético, Humilde y sabio siempre y en cualquier circunstancia!! Gracias por todas las enseñanzas Gran Maestro Cacho Fiandino!! El Fútbol te recordara Eternamente y estarás en cada Anécdota futbolística!! GRACIAS IDOLO pic.twitter.com/qfO1mKcrIO
El 1 de mayo de 1995 Fiandino mandó a la cancha a un joven Guiñazú antes que inicie el segundo tiempo del entretenido Acción Juvenil 3 – Lautaro Roncedo 3. “Yo lo ponía de 5 y él se enojaba, quería jugar más adelante, porque le gustaba hacer goles”, contó el “Cacho” en Al Toque Deportes. Esos fueron los primeros pasos de la gran carrera que transitó el ex volante y por eso hoy recuerda en público a la persona que le dio el empujón inicial.
También
Fiandino fue parte de los comienzos de Julio Buffarini cuando lo colocaba de 9
en los torneos formativos de la Liga 25 de Mayo.
El desplante del centrojás
14 de diciembre de 1965. La multitud que copó el estadio de Atenas observaba como los dos equipos juntos daban la vuelta olímpica. Acción Juvenil derrotó a Independiente Dolores en el tercer partido y se quedó con el primer título de la flamante Liga Regional de Río Cuarto. Pero falta un protagonista. Ésa tarde Francisco Fiandino se negó sumarse a las filas del campeón siendo el único que no participó del recordado hecho.
“Los veintidós jugadores dieron la vuelta olímpica menos uno. Yo no di la vuelta. Vas a dar la vuelta después que jugaste tres partidos ‘a cara de perro’, en los que hubo comentarios hasta que hubo ‘vendidos’ de un lado y del otro”, afirmó el “Cacho” en el libro Centro Atrás. A lo que aclaró: “No sé, a lo mejor ahora como entrenador digo otra cosa. Pero me pareció una burla que demos la vuelta olímpica todos abrazados y todos juntos. No lo sentí y no la di. Y lo volvería a hacer”.
Independiente Dolores de General Cabrera en 1967. Parados: Rufer, Castro, Rossi, Rivero, Fiandino, Olivero y Pagani. Agachados: Galván, Aliendro, Nazor, Lovera y Constantini.
El penal más curioso del mundo
Uno de
los hechos más curiosos y notables en la carrera de Fiandino sucedió el 6 de
agosto de 1972. El estado público de la anécdota quedó plasmada en la
contratapa del diario deportivo Olé.
“Ese
año ganamos el campeonato de la Liga de Fútbol Valle del Chubut. Jugamos el
torneo Regional y llegamos a la final con All Boys de La Pampa”, contó el
“Cacho” sobre su periplo por tierras patagónicas.
En ese juego decisivo frente a los pampeanos aparece un detalle que convierte el relato en un hecho extraordinario: “Yo estaba lesionado y no jugué el partido de ida en La Pampa, donde perdimos 1-0. En Trelew juego, pero a los 26’ del segundo tiempo me cambian porque ya la rodilla no me permitía ni caminar. Me senté en el banco y ganamos el partido 1-0. Había que definir la clasificación al torneo Nacional en los penales. En la tanda los jugadores no estaban en la mitad de la cancha como sucede ahora, sino que estaban al borde del área. La serie estaba 3-2 para nosotros. Ellos patean y Parsechián ataja. Si convertíamos, ganábamos. Me paré, agarré la pelota y lo metí. Nadie se dio cuenta de que yo había sido sustituido”.
Fiandino sobre la polémica en Trelew: ” Me paré, agarré la pelota y lo metí. Nadie se dio cuenta de que yo había sido sustituido”.
La última “locura”
2 de octubre de 2018. El apellido Fiandino vuelve a ser noticia. Ése martes un paro de transporte paralizó la actividad diaria en toda la provincia. Menos para el “Cacho” que se subió a su moto Zanella 110 y recorrió los 90 kilómetros que separan a Las Perdices de Oliva para asistir al entrenamiento de Independiente. “El director técnico no puede faltar a la práctica”, expresó el DT en aquella oportunidad.
Inquieto por naturaleza. Su presencia se hacía notar. En cualquier lugar de nuestra región y más allá. En 2010 fue tendencia en los foros del diario La Nación por sus apariciones desde Sudáfrica opinando sobre el Mundial.
Aparecen
infinitas historias, una tras otra, que componen un compilado de Cuentos de los años felices. Se podría
decir que el “Cacho” Fiandino vivió con intensidad y en plenitud.
Se fue
escaleras arriba un emblema del fútbol regional y chacarero, con un estilo
propio que lo distinguió como jugador y entrenador. Se fue un habitante de las
canchas. El paisaje futbolero pierde un protagonista de grandes historias. Por
todo lo dejó, se fue un digno personaje escapado del mejor cuento de Osvaldo
Soriano.