Se juega como ellos quieren

¡La cancha es un billar! Se ha escuchado en más de una oportunidad en el último tiempo, cuando se hace referencia a los estadios de Atenas, Alberdi, Juventud Unida de Río Cuarto, Toro Club de Coronel Moldes, Ateneo Vecinos, entre otros. Es el primer comentario que se utiliza para abrir el dialogo e introducirse a lo que puede ser el partido.

Entre ese debate e intercambio de ideas se produce un mimo a los héroes anónimos que se dedican a poner en óptimas condiciones el campo de juego. En primera instancia, la lista se compone por la empresa contratada para realizar los servicios de monitorero, rellenado, sembrado y nutrición del suelo. En segunda medida, al tan esencial canchero, empleado que pasa horas y horas dentro del club.

PyH Campos Deportivos es una de las empresas que acapara la atención en la región y que en el último tiempo ha sabido romper fronteras y extender su trabajo por fuera de la provincia. Con base en Coronel Moldes, sale hacia el exterior para transmitir su experiencia y trabajo.

“La empresa está como PyH Campos Deportivos desde hace 6 años, pero hace 20 que nos dedicamos a esto. En mi caso lo vengo haciendo desde que vivía en Córdoba, y mis hijos se criaron con esto desde que nos instalamos en Moldes. Desde acá vamos para todos lados, el sur de Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y un par de lugares más. En la Zona: desde Deheza a Mackenna”, indicó Pablo Piatti, propietario de PyH.

Todas canchas distintas, algunas con más mantenimiento que otras, y con continuidad en competencia tanto de Liga como Nacional. Este factor produce que varíe el trabajo que realiza PyH, a la hora de estudiar previamente las características del suelo y los costos para llevar adelante la descompactación, rellenado, sembrado y riego.

“Todo depende del suelo que tengan. Se hacen varios estudios de suelo, se mira cómo están emplazados los estadios, y en base a eso se planifica qué hay que hacer. Desde compactar, rellenar, subsuelar, hasta aportes de germinación. Nosotros hacemos todo el proceso, lo único que solemos terciarizar es el tema del riego”, detalló Piatti.

Quien en relación a la altura recomendada agregó: “En Liga Regional se utiliza un parámetro de 6 centímetros aproximadamente. Hay clubes que lo dejan un poco más alto por cuestiones físicas, pero lo recomendado personalmente es la altura que dije. Empareja el juego y nos permite a nosotros tener referencias para el mantenimiento posterior. Son detalles que hacen fundamental el trabajo”.

Desde hace seis años esta empresa ha acaparado la mayoría de los estadios de Liga Regional, y entre uno de los desafíos más difíciles que tuvo fue la del estadio Los Teros de Juventud Unida de Río Cuarto. Un terreno que históricamente sufrió consecuencias por sus características del suelo, salinidad del agua e inclemencias climáticas. Aunque desde hace más de cuatro años el panorama cambió gracias al aporte y experiencia de la empresa moldense.

En ese marco, Piatti comentó: “En Juventud Unida estuvimos casi un año realizando estudios, planificando y sembrando. Fue uno de los grandes desafíos por las características de suelo que tenía. Tuvimos que retirar sedimento, rellenar con otro tipo de tierra, sembrar  y gracias a una instalación de riego hubo otro tipo de estadio. Hoy mantiene un piso espectacular”.

Entre otros factores en los que ayudó la empresa, según su asesor técnico, fue en la prevención de lesiones. El mejoramiento de casi todos los terrenos en la Primera A y en un puñado de equipos del ascenso, generó no sólo mayor despliegue, más minutos de juego aprovechado, sino que también proyectó a un andar tranquilo de los deportistas en plena competencia.

“Las condiciones del piso también ayudaron a esa prevención de lesiones. Hoy en día hay muy pocos ejemplos de jugadores que pisen mal por el suelo en canchas sembradas y mantenidas. Que se hayan acomodado los pisos provocó un beneficio para el jugador”, dijo Piatti.

La última ingeniería estuvo supeditada al fenómeno climático de la nieve y a las restricciones sanitarias que acontecen. No hay competencia oficial, ni entrenamientos presenciales a la vista, mientras que hace unos pocos días los estadios se cubrieron de blanco por la nieve caída en distintas partes de la región.

“El lado positivo del parate es que las canchas sembradas están impecables, los césped no sufrieron grandes alteraciones porque casi ni se pisan. Eso ayuda a que sigan creciendo las buenas referencias sobre las canchas de la Liga de Río Cuarto, que hace aproximadamente unos cuatro o cinco años se han caracterizado por ser las mejores en la región”,  indicó el asesor. Y remarcó: “No sé si perjudicó o benefició, lo que no hay que tratar de hacer es pisar el suelo cuando está la nieve, porque mandás el frío para abajo. Lo que hay que hacer es dejar que la nieve se derrita sola, y ahí se ve beneficiado el césped de invierno por la humedad que largue”.

PyH no sólo cubre de verde los estadios, sino que también construye una relación con los protagonistas principales que tiene cada institución. Así lo remarcó Piatti, que destacó la función del canchero: “Este trabajo nos ha permitido hacer buena relación con todos los clubes, con todas las dirigencias que están y han pasado. También es fundamental mantener buen contacto con cada canchero, porque ayudan a la etapa del mantenimiento del campo. A ellos les brindamos capacitación, eso va dentro del paquete de lo que ofrecemos a la hora de poner en marcha nuestro trabajo”.

No importa que sea día domingo o feriado. El resembrado se lleva a cabo con miras a que el terreno esté en óptimas condiciones para la competencia. Lo que sí prima es el conocimiento sobre la materia, las condiciones del suelo, el sistema de drenaje que tenga el estadio y las inclemencias climáticas de cada estación.

Aquí aparece el equipo de PyH, que tiene a Pablo Piatti como cabeza de grupo, y a sus hijos Elías, Joaquín y Benjamín como laderos y técnicos en el mantenimiento. En Liga Regional se juega como ellos quieren.

Redacción Al Toque
Fotos: PyH Campos Deportivos