Efemérides

Sergio Almirón, a 35 años del último amistoso antes de México 86

El 26 de mayo de 1986, seis días antes de debut en el Mundial de México ante Corea del Sur, la Selección Argentina jugó su último partido preparatorio contra el Neza mexicano. Un duelo informal arbitrado por Carlos Salvador Bilardo, el DT que “cada 5 minutos cortaba el juego para darnos indicaciones y decirnos cómo teníamos que jugar”, remarca tres décadas y media después el autor del último gol del encuentro que terminó 3 a 0.

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Este miércoles se cumplen 35 años del último amistoso jugado por la Selección Argentina antes de comenzar a escribir la historia de México 86. Fue un partido informal ante el Neza, un juego que duró 97 minutos de corrido, que tuvo como árbitro a Bilardo y como ganador al equipo nacional por 3 a 0 con goles de Diego Armando Maradona, Juan José Paculli y Sergio Almirón.

El recuerdo nos abre la posibilidad de charlar una vez más con el actual entrenador del Arias Foot Ball Club, integrante de ese plantel que alcanzó el último título mundial de mayores para nuestro país. Sergio “Carucha” Almirón cuenta cómo se gestó ese grupo comandado por Carlos Salvador Bilardo y con Maradona como bandera.

“Fue un partido todo seguido (sin entretiempo ni cambio de lado), Bilardo los hacía así e iba haciendo los cambios, me tocó entrar faltando unos 20 minutos y hacer el último gol”, describe Almirón de ese encuentro que se jugó 6 días antes del debut en el Mundial ante Corea del Sur.

Diego Armando Maradona saluda al capitán de Israel antes de iniciar el partido, el 4 de mayo de 1986 (Archivo Clarín).

Almirón fue parte de Argentina campeón que tocó el cielo con las manos en el estadio Azteca del América, aunque no pudo sumar minutos en cancha por disposición del entrenador. De eso habla, y con el paso del tiempo tiene sensaciones encontradas.

– ¿Qué recuerdo tiene 35 años después?

– Tengo todo muy claro: la ansiedad después de haber hecho una gira, para mí muy buena, donde convertí goles, esperando el primer partido para ver si me tocaba  o no, y no me tocó y seguí trabajando. A veces es lindo recordar todo lo bueno que ha pasado y es muy importante también lo que no pasó. Te ponés  a analizar y sirve, en el caso mío ahora como técnico. Por supuesto que siempre quise jugar, pero a veces las cosas no se dan por diferentes motivos, no me tocó y al otro día del partido seguí entrenando de la misma manera y esperar el segundo y así continuamente, es lo que hacía y de lo que me siento orgulloso.

– Al principio, ¿Le quedó un poquito de bronca por no haber entrado a la cancha en ningún partido del torneo?

– Bronca no, queda una duda de que hubiese pasado si hubiese jugado, lo mío fue muy bueno en la gira previa al Mundial, me queda esa duda y nunca me voy a olvidar lo que me dijo el profe Echeverría después del partido que jugamos con Israel, donde hice 3 goles: “Negro, decí que estas lesionado, haceme caso”, de ahí fuimos a Colombia (vs. Juniors 0 a 0). Tal vez si le hacía caso hubiese jugado de arranque, porque ese partido no fue muy bueno en general, hoy lo analizo y digo tenía razón el profe pero no se puede volver para atrás. Al otro partido quería jugar, desde el primer día  hasta el último estuve metido de la misma manera.

Los 3 goles a Israel en el partido que quedó como cábala

Esa gira había comenzado con sendas derrotas ante Francia y Noruega, de allí en más la Selección descartó varios amistosos. Las críticas hacia Bilardo brotaban en todos los medios y las dudas hacia la cita mundialista eran muchas. El 4 de mayo de 1986 Argentina comenzó a cambiar el rumbo, goleó 7 a 2 a Israel con 3 goles de Almirón, 2 de Maradona y los restantes de Claudio Borghi y Carlos “Chino” Tapia.

– Para usted por los goles y lo que significó par el grupo: ¿Ese partido con Israel quedó en la historia?

– Primero fuimos todos al Muro de los Lamentos y poníamos un papel escrito con lo que queríamos. Los recuerdos de ese partido son muy buenos, no me voy a olvidar jamás en la vida porque no es fácil marcar 3 goles, había muchos hinchas de la Selección y mucha gente de Newell’s que vivía en Israel.  Recibí el abrazo de Diego en cada gol y eso es otra cosa que tengo muy grabado. En Israel pensaba que había demostrado que tenía ese lugar, pero no me acordaba que faltaba que llegue (Jorge) Valdano.

Los goles del 7 a 2 sobre Israel

¿Les llegaban las críticas hacia el equipo o Bilardo los tenía al resguardo de eso?

–  Sabíamos todo lo que pasaba, cuando estábamos en Suiza nos llamaron por teléfono y nos decían que nos querían echar a todos. No fue fácil, fue muy duro. El equipo se hizo fuerte por todas las cosas que vivimos y sufrimos, hubo veces que entrenamos en lugares que realmente no eran adecuados para una Selección. Éramos  consientes de las críticas, pero también de que lo podíamos revertir por el grupo que se armó. Que armó Carlos.

– ¿Es verdad que Bilardo no quería jugar amistosos?

– Carlos era muy reacio en eso, estábamos muy golpeados y en los  amistosos no encontrábamos el rumbo, en ese sentido fue muy inteligente. Él quería estar en todo, parar el equipo, frenar el partido cada 5 minutos para poder corregir y en los amistosos a eso no lo podía hacer. No era miedo sino tener la posibilidad de hacer lo que él quería porque era muy enfermo, en el buen sentido de la palabra. Todo pasaba por él, y el tiempo después le dio la razón, era muy detallista. Te podía caer a tu casa o al entrenamiento sin avisarte, cuando íbamos a AFA a buscar el viático estaba con un fibrón y una carpeta, y te agarraba para darte indicaciones. Él quería que te entre en la cabeza lo que tenía planificado y se conocía a todos los jugadores de todas las selecciones, a los que jugaban, los que estaban en el banco y los que habían quedado afuera.

El recuerdo de Cuciuffo, Brown y Diego

Hay 3 jugadores de ese plantel que ya no están en este mundo. El primero en partir, tras un trágico accidente, fue el cordobés José Luis Cuciuffo, luego falleció su tocayo, el “Tata” Brown y finalmente Diego Armando Maradona (este 25 de mayo se cumplieron seis meses de su partida).

“Desde el primer día al último fueron tan importantes como el resto, fueron muy buena gente y personas. Me acuerdo que Cuciuffo se enojaba cuando lo cargábamos pero siempre estaba feliz; el “Tata” estaba con una sonrisa y de Diego qué te puedo decir”, comienza el recuerdo de cada uno de sus compañeros ausentes.

 “Fueron 3 jugadores, 3 personas, 3 amigos de un engranaje que es muy difícil que se vuelva a repetir, no porque no salgamos más campeones, yo creo que se va a salir, pero armar algo así como se armó de la nada, con 90 % de jugadores locales, jamás en la vida se va a armar. Esos 3 jugadores son la bandera del fútbol argentino, son nuestros 3 héroes, futbolísticamente hablando”, concluye la descripción.

Sergio Almirón (primero de la izquierda) junto a Enrique, Batista, Maradona y Pumpido.

Su relato continúa sin intervenciones, Almirón comienza a describir lo que Maradona significó para ese grupo: “La gente que lo ha juzgado por su vida privada es porque no tiene conocimiento realmente cómo era. Es y seguirá siendo Diego, un tipo espectacular que te brinda el corazón, honesto,  sincero, ganador. Diego fue, no un ser humano, un extraterrestre, que cuando quería se ponía bien y era todo. Con todos fue muy generoso en todo sentido”, agrega.

– Se sabe que se mantienen todos en contacto, pero, ¿con quiénes tiene más relación?

– Estamos en un grupo de WhatsApp y hablamos todos, pero normalmente fuera de ese grupo suelo hablar con el “Negro” (Héctor) Enrique, el “Chino” (Carlos) Tapia, con “Bichi” (Claudio) Borghi, el “Cabezón” (Oscar Ruggeri), pero gracias a Dios me llevo bien con todos.

– ¿Enrique era el diferente fuera de la cancha?

– Con el “Negro”, Carlos Tapia y el “Bichi” Borghi estábamos siempre juntos, éramos muy compinches,  pero el “Negro” es único, una vez estábamos charlando y dijo: “Con la guita que voy a ganar ahora, me voy a comprar un (auto) BM(W)”,  yo le dije: “Negro, porque no te comprás calzoncillos, ¿tenés? ja ja”. Eso quedó grabado y hace poco lo contó en una nota.

En un equipo histórico de Newell´s

Sergio Omar Almirón nació en Rosario el 18 de noviembre de 1958, el Parque Independencia fue desde siempre parte de su vida, hizo inferiores en Newell’s Old Boys, donde debutó con 18 años en primera división.

Tras su consagración en el Mundial y un paso por el fútbol francés, regresó a la “lepra” para integrar un equipo formado por todos jugadores nacidos en la institución y que se quedó con el título de Primera División de AFA de la temporada 1987/88.

“Fue un equipo que se empezó a formar en el ‘81, nos dirigió el ‘Indio’ (Jorge) Solari en un Metropolitano que estábamos por irnos al descenso”, aclara para comenzar a hablar de esa gesta histórica.

Gustavo Dezotti, Sergio Almirón y Víctor Ramos en el Newell’s del 88.

“Ser campeón con el equipo que me vio nacer, en el que éramos todos del club, los jugadores, el cuerpo técnico y hasta el utilero fue muy especial”, asegura.

“A la Selección y a ese quipo los comparo, porque en Newell’s éramos todos del club y en la Selección casi todos locales, dos grupos espectaculares, muy humildes y con hambre de gloria”, analiza.

– En estas épocas se habla mucho de los jugadores que vuelven de Europa para jugar en sus clubes. Usted fue pionero en eso…

– Fuimos los primeros, (Víctor Rogelio) Ramos y yo volvimos de Francia y (Roque Raúl) Alfaro, de River. Llegué de Francia, del aeropuerto fui derecho al club, y cuando bajaba las escaleras de hablar con los dirigentes, subía el Indio (Jorge Solari) para rescindir el contrato y me dijo: “bueno ahora que vienen ustedes me quedo yo también”.

Luego de que se fue Solari tomó las riendas del equipo José Yudica. En ese marco, Almirón recuerda: “El ´Indio´ y Yudica fueron muy importantes para mí”.

Su estadía en el “tricolor” de Arias.

Desde 2016, Sergio Almirón es el director técnico del Arias Foot Ball Club, en su primer torneo fue subcampeón de la Liga Regional de Fútbol de Canals, en 2019 obtuvo el Torneo Apertura y a comienzos de la presente temporada ganó la Supercopa 2019 ante Pabellón Argentino de Alejandro Roca. En ese contexto, repasa la experiencia como entrenador.

– ¿Qué encontró en Arias?

– Yo estaba de vacaciones en México y mi hija me retó, me dijo que tenía que dejar de viajar y que tenía que estar junto a mis viejos, que ya están grandes y gracias a Dios los tengo vivos a los dos. De ahí salió lo del Arias, vine al pueblo a hablar con la gente y me gustó muchísimo  cuando me ofrecieron trabajar para formar una base con todos jugadores del pueblo, me hizo acordar mucho a aquellos procesos porque había que trabajar, porque las cosas no se logran de un día para el otro. A veces con la suerte se te da, pero es muy lindo trabajar, trabajar y trabajar y que se te dé el premio porque es tuyo. Siempre les digo a los chicos que me hace acordar mucho a lo que viví en divisiones inferiores y primera, porque fue un proceso como el que se encaminó acá.

Pasó más de media hora de charla en la siesta del 25 de mayo, Almirón podría seguir contando anécdotas y aportando enseñanzas, de este lado del teléfono un periodista trata de aprender y disfrutar de cada palabra que escucha sin dejar de asombrarse por la humildad de un grande de nuestro fútbol. Seguramente no faltarán oportunidades para seguir conociendo detalles de uno de los 43 jugadores que se consagraron campeones mundiales con la Selección mayor de Argentina.

Redacción Al Toque
Fotos: gentileza Sergio Almirón.

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