El mundo narco, sus estrategias de marketing y el fútbol en el medio

Gustavo Grazioli

Periodista.

El último gran acto de exhibición de Los Monos se dio en el Estadio Coloso Marcelo Bielsa, en lo que fue la despedida del ídolo leproso, Maxi Rodríguez. Durante la foto protocolar, en la que posaron todos los invitados del mediocampista, entre ellos Lionel Messi, la postal tuvo un invitado inesperado: el enorme telón que desplegaron en el corazón de la popular de Newell´s, en el que se leyó un mensaje de código mafioso: “Nosotros estamos, más allá de todo”. La foto recorrió todos los medios nacionales e internacionales y lo que dejó en claro es de quien dependen los altos mandos del club rosarino.

Antes de eso, a principios de año, hubo otros actos con el sello de las bandas narcos. En febrero asesinaron a Lorenzo Altamirano, un joven de 28 años, malabarista y músico, sin ningún vínculo con barras ni con el negocio de la droga. A metros de la puerta 6 del estadio de Newell’s, lo bajaron de un auto y sin mediar palabra le asestaron tres tiros y entre sus ropas le encontraron un papel con una nota dirigida a personas vinculadas a Los Monos y la barra. “Dejen de sacar chicos del club para tirar tiro en Rosario”.

Más tarde, los primeros días de marzo, el supermercado de la familia de Antonella Roccuzzo, ubicado a 25 cuadras de la cancha de la Lepra, amaneció con 14 disparos en su fachada y una advertencia. «Messi te estamos esperando. Javkin es narco, no te va a cuidar», decía el papel escrito que salió por todos lados, con destino directo al astro rosarino y al intendente de la ciudad.

El mundo narco, sus estrategias de marketing y el fútbol en el medio. La sangre no para de derramarse, las crónicas policiales se siguen acumulando y la guerra por el poder prolifera a gran velocidad. “Siempre hago la metáfora de la cancha chica del fútbol que explica la cancha grande de la realidad”, dice Carlos Del Frade a Al Toque Deportes.

“En los 90 empezaron a aparecer los famosos empresarios privados que se acercaron a los clubes de fútbol para ayudar y eso generó una caja distinta en lo que empezaron a cobrar las barras como bandas de sustentación del poder empresarial dirigencial futbolero”, agrega el periodista y diputado provincial santafesino del Frente de la Soberanía, especialista en el tema del narcotráfico, quien en 2016 presentó un informe titulado “Geografía narco” y en 2019 un proyecto de ley para la confección de un “mapa narco”.

– ¿Qué quisieron hacer con esa famosa bandera que apareció en la despedida de Maxi Rodríguez?

Lo que se mostró en la cancha de Newell’s es el título de la propiedad de la popular que es propiedad de la barra, que hoy en realidad es la banda narcopolicial de Los Monos.

Es muy interesante el vídeo donde aparece (Ignacio) Astore, el presidente del club, mirando cómo se llevan la bandera. Eso es muy claro y el indicador de que la dirigencia de un club es testigo de lo que hacen los dueños verdaderos, las bandas narcopoliciales.

Y agrega: Lo que quedó claro con la bandera de Newell´s es que hay una especie de impostura, haciéndonos creer que el que sale electo de una elección de Central o de Newell´s es el presidente, pero el que maneja el club es la barra y hay que ponerle mucha plata para que te apoye y no te haga un desastre

– ¿A qué te referís con eso de que “la cancha chica del fútbol, explica la cancha grande de la realidad”?

La gran metáfora del presidente de Newell´s, mirando lo que hacen Los Monos es exactamente lo mismo que pasa en la mayoría de las dirigencias políticas que mira lo que hacen las bandas narcopoliciales en la cancha grande de la realidad, en los barrios. Esa imagen es tremenda.

El estado está presente, pero de forma corrupta. No es estado ausente, como se dice. Esa es una narcosonsera, como decimos nosotros.

– La hipocresía en su máxima expresión…

Nos indignamos por la bandera de Los Monos, pero el pase del pibe (Facundo) Buonanotte es posiblemente el mayor caso de lavado de dinero y de fuga de capitales de manera flagrante frente a la sociedad. Son seis millones de euros que no tienen la dirigencia anterior ni la dirigencia actual. Se robaron seis millones de euros, dicho públicamente por todos lados, y no se sabe donde están.

Se indignan por los delitos de más abajo, pero por este caso de guante blanco, nadie se indigna. Es más fácil que vaya preso el que le abrió la puerta al que metió la bandera de Newell´s, a que se investigue donde fueron a parar seis millones de euros que debieron entrar a un club rosarino. Es muy alevosa la hipocresía.

– En 2021 te tocó sufrir amenazas de muerte, ¿Cómo se convive con algo así?

Hay que hacer como hace la gente simple. A mí me emociona y mucho la valentía de la gente simple. En los barrios rosarinos hay mucha gente que sufre usurpaciones, balaceras, amenazas o que le matan a un familiar, pero todos los días se ve que al otro día se prenden las luces, se enciende el motor del remis, del taxi, levantan la persiana del almacén, abren el kiosquito, se abren las puertas de las escuelas, del centro de salud. Eso es mayoría. La gente simple, aún con miedo, le mete para delante porque esta es una ciudad de cultura obrera. Hay que aprender de eso.

Cuando desde la Secretaría de Derechos Humanos de La Nación y de la Provincia, me dijeron de ponerme un custodio, me negué. Primero porque las bandas son todas narcopoliciales y me iba a tener que estar cuidando de eso. Le meto para delante hasta el día que toque, que ojalá sea nunca.

Del Frade entiende que el foco de los medios nacionales e internacionales esté puesto en Rosario, no se desentiende de que el año pasado hubo 288 homicidios por narcotráfico y 155 en lo que va del 2023, pero insiste en que no se vive con ese miedo que se transmite por ahí. Viaja en colectivo porque no tiene auto. Dice que lo han parado en la calle personas que pertenecen a bandas y que le han dicho cosas para amedrentarlo, pero sigue el curso de su trabajo como diputado provincial. “Te marcan la presencia. Te paran, te dicen a los lugares donde vas o qué tal te está buscando. Si no tuvieras otra sensibilidad probablemente te achiques”, dice.

– ¿Qué futuro le ves a esto?

Hay dos negocios que están desbocados. Las armas y la droga. Eso no lo paras con una tanqueta de gendarmería, eso se detiene cuando cortas el flujo de dinero que generan ese tipo de negocios. Hay que parar la circulación de la guita.

– Estamos en vísperas de elecciones, este domingo se vota en Santa Fe, ¿Qué es lo que debe hacer el poder político para erradicar este drama del narcotráfico?

Lo único que hay que hacer es un acuerdo político de los grandes partidos que van a gobernar para sacar y eliminar los nichos de corrupción de la policía. Si no lo hacen, la cosa va a ser peor. El núcleo del manejo de los barrios pasa por quien está haciendo de estado corrupto. El tipo que sube a un patrullero en lugar de cuidar a la gente, cuida el bunker o cuida al nido de donde salen las armas. A ese tipo hay que sacar y eso lo hace la política.

Por Gustavo Grazioli