Una escuelita con tu nombre, “tío” Sevila

Es sábado de octubre y amanece frío en la ciudad. Más en la periferia. En el barrio Jardín Norte se siente, pero en la esquina de 17 de Octubre y Araucanos militantes de Tierra, Techo y Trabajo no detienen los preparativos para homenajear a Ricardo “tío” Sevila, nombrando así a la escuelita de fútbol que funciona desde hace un año. Nombre de un formador para un espacio de formación, no sólo de fútbol.

Son más de cien niños, niñas y adolescentes, coordinados por Marcelo “pachi” Sosa, jugador de Renato Cesarini. Explica que se ha podido formar Sub 10, Sub 12 y Sub 14 en la rama femenina, mientras que en masculina se añade Sub 8. La necesidad de un espacio para el fútbol se ve en el mapa: en todo Banda Norte, sólo está la posibilidad de Asociación Atlética en Parque Sarmiento y, más reciente, la Escuelita Argentinos Juniors en Las Delicias.

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Sobre cómo sugió la escuelita, Carolina Bustos, integrante de Tierra, Techo y Trabajo, aporta: “Estábamos organizando una iniciativa vinculada al cuidado del ambiente, que era de Promotores Ambientales y varios compañeros mencionaron que lo que necesitaba el barrio era una Escuelita de Fútbol, sobre todo para trabajar el deporte vinculado al sentido de comunidad, poder abordar ciertas temáticas con infancias y adolescencias relacionadas al cuidado, a que no estén tan expuestos en la calle y en ese sentido se empezaron a organizar los compañeros que hoy están a cargo a la escuelita de fútbol”.

En este año de existencia, los equipos femeninos y masculinos pudieron participar de las Ligas Barriales, además de tener otras experiencias futboleras como ir a la cancha de Estudiantes a ver la Primera Nacional.

Mientras avanzan los preparativos del acto, llegan los primeros niños que le piden al “pachi” pelotas para estrenar las dos canchitas que por el momento son arcos colocados el día anterior. Minutos después llega el homenajeado: Ricardo “tío” Sevila. De a poco llegan vecinos, más niños y familiares y amigos del “tío”, entre ellos jugadores formados por él. “Es un orgullo, muy lindo. Aparte por dónde viene: chicos que uno los tuvo en el club desde muy chicos”, comenta Ricardo Sevila a Al Toque Deportes, y agrega: “Lo valor muchísimo más porque lo que hacen es importantísimo. A veces uno cree que conoce todo y falta un montón de cosas para seguir conociendo porque son lugares que habitualmente uno no viene y es muy lindo la forma en cómo lo viven, la forma de ser solidarios, cómo se van apoyando uno al otro. Porque aparte ahora han incorporado a las niñas a la actividad deportiva y el entusiasmo que tienen”.

Formador nato, Sevila sabe qué significa el fútbol en estos barrios y la potencia del deporte. Destaca: “Si nosotros dedicáramos más tiempo al fútbol, solucionaríamos muchísimos problemas que tenemos en la sociedad, pero muchísimos problemas. Diferencias que no deberían ser tal, pero jugando al fútbol la pelota es una y la pelota está”.

Con pocos oradores y mucha emotividad, se realiza la formalidad del acto que pone en relieve tanto el trabajo territorial de la organización como la capacidad, docencia y humanidad de Ricardo Sevila. Desde la mañana del sábado 22 de octubre una escuela de formación en fútbol lleva el nombre de un formador reconocido por toda la ciudad.

Ese afecto y estima hacia él es unánime. Un ejemplo es Mariano Passero, formado por Ricardo Sevila como jugador y ahora está como técnico de la Primera División local de Estudiantes. “Es sumamente satisfactorio que lo reconozcan en vida, sobre todo por una idea que siempre él ha tenido que es a través del fútbol la cercanía con este tipo de barrio, con estos chicos”, afirma Passero, y suma: “A mí me pone muy contento que le hayan puesto el nombre de la escuelita, pero me pone contento ver esto: que el fútbol es de los barrios, es de los chicos, es de quienes realmente lo quieren jugar y veo que hoy es una certeza de que necesitamos más fútbol en las calles”. “Si hay una palabra que a él lo define es ‘formador’. Él es un formador de vida, que ha usado el fútbol para inculcar sobre todo los valores. Es muy difícil ver a alguien con su edad que tenga una relación con chicos de 12 o 13 años, porque la brecha de edad es muy grande, y a través del respeto él sigue inculcando esos valores de respeto, compromiso, pero sobre todo de humanidad”, define Mariano Passero, para enfatizar: “Tengo una frase que se la he robado a él que es: ‘primero el estudio, segundo el estudio y tercero el estudio’. Necesitamos que los chicos estén en el sistema escolar, que terminen el secundario y los que tienen la posibilidad de una carrera universitaria, seamos nosotros en apoyarlos”.

Otra prueba de la marca en las vidas que dejó Ricardo Sevila es la historia de José Flores, actual jugador de Sportivo Municipal, quien con su familia también asistió al homenaje. “Estoy acá por lo que representa el Tío Sevila. Siempre fue referente, siempre fue un ayudante de los que menos tenemos y hoy estoy muy feliz porque la verdad es que se merece esto y mucho más”, comenta Flores.

Como una ilustración de quién es Sevila, la historia de cómo lo conoció José resume mucho: “Dios me dio la suerte de conocerlo al Tío, mirándolo en una práctica que ellos realizaban en el río. Yo me encontraba en ese momento en el cirujeo y tenía un caballo que lo llevaba a pastear cerca de donde entrenaban y me acerco al Tío y le pedí una posibilidad para poder llegar al club y poder hacer lo que me gustaba. Él desinteresadamente me dio la posibilidad de entrar al club y siempre ayudó a los que menos tenían. Él trató siempre de ayudarme, que yo salga de la calle a través del fútbol. Hoy en día soy un agradecido a él, a Dios y creo que el deporte me salvó y el Tío me abrió las puertas para que yo pueda salir de la calle”, recuerda Flores.

Como corolario de la jornada, jugadores de la Primera Nacional de Estudiantes llegaron para ser el centro de atención de niños y niñas quienes se quedaron con autógrafos y fotos. Un cierre de almuerzo con choripanes marcó el reinicio de esta escuelita, que con un nombre de peso, sigue dando vida a niñeces y adolescencias en el Jardín Norte.

¿Qué es Tierra, Techo y Trabajo?

Es una organización social que forma parte de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular). En el Barrio Jardín Norte y en ese sector de la ciudad no sólo impulsaron el fútbol. Calorina Bustos explica: “Además de la Escuelita de Fútbol tenemos un centro comunitario, que es la Arveja Esperanza; un espacio de educación popular que es El Galponcito, donde se hace acompañamiento a las trayectorias escolares de las infancias y además talleres culturales. También tenemos una cooperativa, que es una bloquera, que se llama Barrio a la Obra. Después hay espacios de acompañamiento en situaciones de violencia, las promotoras territoriales Micaela García; también hacemos asesorías gratuitas vinculadas a lo jurídico”.

¿Cómo ve al fútbol formativo regional el Tío Sevila?

“La Liga tiene desde hace muchísimos años una buena organización en cuanto a inferiores, por eso hay tantos chicos que juegan todos los fines de semana. Río Cuarto es una ciudad que juega mucho al fútbol, juega en campeonatos amateurs, comerciales, deportivos. La Liga en ese sentido está muy bien. Yo, a lo mejor no estoy tan de acuerdo con los Sub 13, Sub 15, Sub 17, porque se genera una distancia en el crecimineto de los chicos: en un Sub 13, dos años de diferencia se nota. Eso se podría rever, porque lo veo todos los días en la competencia. Hay chicos que compiten con ya casi hombres o adolescentes contra otros niños. Pero, en definitiva, es muy bueno, porque se participa todos los fines de semana y vuelvo a decir: si nosotros al futbol, y al deporte, le damos más importancia, lograríamos otro tipo de respuesta en la sociedad. Tenemos que tratar de que los chicos estén todos los días en el colegio y en la canchita”.

Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque