Las argentinas Mariana De Almeida y Daiana Milone serán las primeras dos árbitras mujeres en un partido de Copa Libertadores. Actuarán como juezas de Racing vs. Nacional y Defensa vs. Delfín, respectivamente. Su designación fue en reemplazo del trío arbitral brasileño que dio positivo de Covid-19. Un repaso histórico por la participación de mujeres en el arbitraje de fútbol.
Este jueves 17 de
septiembre marcará el regreso de los equipos argentinos a la Copa Libertadores
de América después de muchos meses de parate deportivo por la pandemia
Covid-19. Este día, además, marcará la historia en el arbitraje femenino: se confirmó
en las últimas horas que las argentinas Mariana
De Almeida y Daiana Milone serán
las primeras dos árbitras mujeres en un
partido de Copa Libertadores masculina. De Almeida será asistente en el
encuentro entre Racing y Nacional de Uruguay en el “Cilindro de Avellaneda”
desde las 17 horas. Por su parte, desde las 19 horas, Milone hará lo propio en el
choque entre Defensa y Justicia y Delfín de Ecuador en Florencio Varela.
La designación de las
argentinas fue en reemplazo del trío arbitral brasileño que dio positivo de
Covid-19 y quedaron desafectados. Se trata de Anderson Daronco (juez principal)
y sus asistentes Fabricio Vilarinho, Rafael Alves y Bruno Arleu (cuarto árbitro)
que fueron aislados en un hotel de Buenos Aires.
De Almeida era
estudiante de periodismo deportivo y, después de entrevistar a un árbitro para
la carrera, empezó a estudiar en AFA para ser jueza. En 2008 se convirtió en
árbitra FIFA y ya participó de dos mundiales y de los Juegos Olímpicos de Río
2016. El caso de Milone es herencia familiar. Su padre era árbitro y una vez lo
acompañó a un Boca – River y ahí supo que quería seguir su camino. Fue árbitra
en categoría D, C, Primera B, B Nacional, Juveniles y Reserva, y participó del Mundial
Sub 17 femenino de Jordania 2016. Las dos tienen además experiencia en
Superliga.
Milone será asistente en el partido de Defensa y Justicia vs. Delfín.
Tarjeta roja a los prejuicios
Antes era impensado. Ahora es normal.
Si bien todavía son pocas, cada vez son más. Ellas derribaron otra barrera,
pero está claro que quieren ir por más.
El arbitraje femenino apostó doble y
logró la aceptación de la mujer no sólo como partícipe del ambiente futbolero
sino también como máxima autoridad reguladora dentro del verde césped.
En la actualidad existe un
triunvirato representativo de mujeres a nivel internacional que representa la
figura femenil en los diferentes torneos. Los casos de Bibiana Steinhaus en la
Bundesliga alemana, Claudia Umpierrez en la Primera División de Uruguay y
Melissa Borgas en la élite del fútbol de Honduras, son el fiel reflejo de que
ellas también lo pueden hacer.
Si bien son ligas con un nivel
disímil, en países desarrollados, en desarrollo y hasta tercermundista, estas
tres damas ya tienen su lugar ganado en buena ley para arbitrar en el primer
nivel.
Para hallar el caso más emblemático
del arbitraje femenino internacional hay que viajar hacia el país de las
revoluciones. Francia es la tierra de Stéphanie
Fappart.
La árbitra de 35 años marcó un hito
en la historia del arbitraje femenino al convertirse en la primera dama en
dirigir la final de un partido de fútbol masculino. Frappar dirimió órdenes en
el juego que disputaron Liverpool y Chelsea por la Supercopa Europea el 14 de
agosto de 2019.
Stéphanie Fappart fue la primera mujer en dirigir la final de un partido de fútbol masculino
Más allá de que el resultado sea
anecdótico y que la coronación haya sido para los “Reds” de Jurgen Klopp, la
francesa tuvo una destacada actuación en el juego y hasta cobró correctamente
un penal a los 98 minutos del primer tiempo suplementario para Chelsea.
Tras un 2 a 2 en los 120 minutos, el
partido más importante que dirigió la francesa quedó en manos de Liverpool
quien se coronó por intermedio de los penales.
Stephanie Frappart comenzó a interesarse
por el arbitraje a los 13 años. Siendo futbolista, la dama nacida en Valle de
Oise el 14 de diciembre de 1983, empezó a interesarse por las leyes del fútbol.
Promovida a árbitra internacional en
2011, Frappart rompió varios prejuicios en su país de origen. En 2014 fue la
primera mujer en dirigir en la Ligue 2, segunda división francesa, y en 2019,
meses antes de ser nombrada como mujer de negro para el Mundial Femenino,
dirimió órdenes entre Amiens y Racing Club de Estrasburgo en la Ligue 1 de Francia,
saltando otra valla más hacia la igualdad.
Frappart atenta al reclamo de Christian Pulisic, el estadounidense jugador del Chelsea, durante la final de la Supercopa de Europa.
El 7 de julio de 2019 fue arbitra principal en la final del Mundial Femenino de Francia que disputaron Estados Unidos y Holanda, y el 14 de agosto de la misma temporada la francesa daría otro paso importante. Ante los ojos del mundo dirigió Liverpool – Chelsea en la Supercopa Europea masculina.
A las Frappar, Steinshaus, Umpierrez,
Borgas, entre otras, se les sumará en la segunda mitad del 2019 y en el inicio
de la Liga Santander de España, Guadalupe Porras. La mujer nacida en 1987 en
Badajoz se convertirá en la primera asistente en dirigir en la máxima categoría
española superando así a su compatriota, Marisa Villa – actual responsable del
arbitraje femenino del Comité Técnico de Árbitros – quien llegó hasta la
segunda división.
En estas tierras la lucha fue más
dura. Ellas debieron embarrarse para dar vuelta la historia.
Fue Florencia Romano en 1996 quien comenzó a abrir el camino. La
arquitecta, y por entonces maestra mayor de obras en Tucumán, le envió una
carta documento a la Asociación del Fútbol Argentino con intenciones de ser
reconocida y así tener la oportunidad de arbitrar al máximo nivel.
El pedido de quien también practicaba
boxeo de manera amateur fue totalmente ignorado por el titular de AFA en ese
entonces, un tal Julio Humberto Grondona. En consecuencia, Romano decidió
encadenarse en el edificio de la calle Viamonte 1366 de la ciudad de Buenos
Aires con huelga de hambre incluida. Un mes después, las ganas de la tucumana
triunfaron ante la negativa de Grondona y el máximo responsable de la entidad
madre del fútbol argentino decidió “ponerla a prueba”.
Romano es un símbolo de la lucha del arbitraje femenino argentino.
Fue así que, en 1998, Florencia Romano se convirtió en la primera árbitra argentina
en impartir justicia en un juego de planteles superiores. El partido
correspondió a la Primera División D y enfrentó a Victoriano Arenas con Muñíz.
En 1998, Florencia Romano se convirtió en la primera árbitra argentina en dirigir un partido de planteles superiores
A la experiencia de Romano se le sumó
en la misma temporada la inclusión como silbante de Salomé DiIorio. La oriunda de Quilmes, Buenos Aires, también
dirimió justicia en un cotejo de Primera División, pero con un agregado: se
graduó como la primera árbitra internacional argentina y en 2012 representó al
país en los Juegos Olímpicos de Londres y ese mismo año hizo lo propio en la
Copa Mundial Femenina, que se jugó en Canadá.
Pero fue Estela Álvarez de Olivera quien rompió líneas del patriarcado en el
ámbito del deporte argentino más pasional. La misionera escaló categorías y en
2009 llegó a dirigir cuatro partidos en el Torneo Nacional B. Aunque el final
para ella no fue feliz. Tras un mal partido entre Deportivo Merlo y Ferro no
tuvo nunca más chances de ser árbitra principal.
Romano, Di Iorio y Álvarez de Olivera
fueron las pioneras nacionales del arbitraje argentino.
Tuvieron que esperar hasta fines de
2017 para que dos mujeres debuten en la Primera División A del fútbol
argentino. Con 29 años la rafaelina Gisela
Trucco, hermana del árbitro intencional Silvio Trucco, se convirtió el
lunes 30 de octubre en la primera mujer en debutar en la Superliga. La
profesora de Educación Física fue asistente número dos de Fernando Rapallini y
tuvo a Ezequiel Brailovsky completando la terna en el partido que Defensa y
Justicia recibió a Olimpo de Bahía Blanca.
Gisela Trucco fue la primera arbitra mujer en la Superliga.
Un mes después llegó el turno de la
rosarina Gisela Bosso, quien fue
asistente dos de Ariel Penel en el juego entre Olimpo de Bahía Blanca y Godoy
Cruz Antonio Tomba de Mendoza.
Gisela Trucco se convirtió el lunes 30 de octubre en la primera mujer en debutar en la Superliga
En Río Cuarto, el arribo de las
mujeres a cargo del arbitraje en fútbol masculino llegó en la misma temporada
en que Romano comenzó la serie de protestas a nivel nacional. Desde 1996 y
surgidas de la Escuela Agustín Basso, según data una nota realizada por el
Diario Puntal en octubre de ese año, cinco damas se animaron a la presencia en
las canchas.
Fueron Silvia Esquibel con 41 años, Blanca
Nieves Pissinis de 38, Miriam Puig
con 33, Luisa Becerra y Paula Adorno con 28 y 27,
respectivamente, el primer equipo de asistentes que presentó la Liga Regional de Río Cuarto.
Silvia Esquibel, Blanca Nieves Pissinis, Miriam Puig, Luisa Becerra y Paula Adorno fueron las primeras asistentes que presentó la Liga Regional de Río Cuarto
El recorrido de Paula Adorno fue mucho mayor en relación a las otras cuatro
protagonistas en el inicio de esta historia del arbitraje regional. La ex
futbolista, que participaba de los torneos barriales que desarrollaban a
orillas del río Cuarto, barrio Las Ferias, Alberdi, entre otros, comenzó la
actividad en 1997 y con 50 años dirige actualmente en fútbol Senior – Mayores.
Paula Adorno tuvo un puñado de
partidos como jueza de línea en Primera División B Y C, pero casi toda su
carrera se desempeñó como árbitra principal de Tercera División y mujer de
negro los sábados en categorías infanto-juveniles de la Liga Regional de Río
Cuarto. En el presente Adorno es asistente en el fútbol de mayores y comenta
que no le dan lugar para ser árbitra principal porque la vieja camada todavía
sigue con los prejuicios noventosos.
* “Tarjeta roja a los prejuicios” es un extracto del libro “Miralas Gambetear – Las mujeres cambian la historia del fútbol con golazos a los prejuicios de género”. | Reservalo escribiendo al WhatsApp de Al Toque