Bruno Farías y un año que confirmó el salto

El calendario todavía no se terminó para Bruno Farías, pero el balance del año ya está claro. En plena temporada italiana, el jugador nacido en Río Cuarto cierra un 2025 intenso, de esos que dejan marcas positivas: nuevas experiencias, aprendizajes constantes y la sensación de haber tomado una decisión clave a mitad de camino.

“Lo cierro de una muy buena manera”, resumió Farías. Y el repaso no es menor. En un mismo año, el joven basquetbolista vivió su primer Mundial con la Selección Argentina, debutó en Serie A y también sumó experiencia en Champions, pasos que —según él mismo cuenta— impactan tanto en lo deportivo como en lo mental. “Son cosas que te hacen dar pasos importantes a nivel mental, vas desbloqueando cosas”, explicó.

El cambio de club, concretado en la segunda parte del año, fue un punto de inflexión. Farías se incorporó a Pallacanestro Varese, institución que tiene como mánager a Luis Scola, uno de los grandes referentes del básquet nacional. “Con el cambio aprendí muchas cosas, fue muy positivo para mí. Era algo que necesitaba”, señaló.

La adaptación, además, fue rápida. El contexto ayudó: un entorno conocido y la presencia de varios argentinos dentro del club facilitaron el proceso. “Conozco mucha gente de acá, hay un grupo importante de argentinos. Eso hizo que se me hiciera más fácil adaptarme. Los primeros meses fueron muy positivos”, contó, destacando la continuidad en los entrenamientos y la posibilidad de competir y aprender día a día.

En cuanto a lo estrictamente deportivo, Farías detalló cómo es su rol dentro de la estructura del club. Actualmente compite en Sub-19 Serie B y, por una cuestión administrativa de fichas, no puede integrar oficialmente el plantel de Serie A en los partidos. Sin embargo, su rutina cotidiana lo mantiene en el máximo nivel. “Me entreno todos los días con la Serie A, como si fuera un jugador más. Eso es muy bueno para mí, porque eleva tu nivel. Entrenás con jugadores que estuvieron en Euroliga o incluso en la NBA, y de eso se aprende muchísimo”, explicó.

Desde lo personal, el presente lo encuentra con confianza y convencido de la decisión tomada. “Me siento en un muy buen momento, aprovechando cada minuto que juego para demostrar que tranquilamente podría estar en Serie A. Creo que fue un gran acierto este cambio para seguir agregando cosas a nivel individual”, afirmó.

Con la temporada italiana que se extenderá hasta junio, Farías ya piensa en lo que viene. Sus objetivos, lejos de grandilocuencias, están bien claros: seguir trabajando, entrenando y sumando herramientas a su juego para alcanzar las metas que tiene en mente. Y, sobre todo, no perder el disfrute. “Más allá de que es un trabajo, no olvidarme que es algo que me divierte hacer”, cerró.

Un año exigente, un salto de calidad y un presente que invita a mirar hacia adelante. Para Bruno Farías, Italia no es solo un destino: es parte del proceso.

Fotos: FIBA / Varese Basket
Redacción Al Toque