El patín es una de las disciplinas principales del polideportivo de muchos clubes en la ciudad y la región. Realizamos un recorrido por las actividades de patinaje que se dan en distintas localidades, el parate por la pandemia y la perspectiva hacia futuro.
Las disciplinas deportivas sufrieron, quizás, el año más
complicado que se recuerde para realizar actividades. Los clubes fueron
cerrados por la pandemia y en algunos casos de la región pudieron reabrir de
manera intermitente.
La situación sanitaria en el sur y toda la provincia continúa
complicada. En el día de ayer, se registró un nuevo récord de casos a nivel
provincial y muchas localidades retroceden una y otra vez de fase.
En el plano deportivo, el panorama es similar para la
mayoría de los clubes o instituciones que desarrollan estas actividades. En
este caso, nos ocupamos del patín, una de las disciplinas más elegidas por las
niñas y jóvenes. En este recorrido, repasamos la historia y actualidad de seis
puntos pertenecientes a distintas localidades de la región para conocer un poco
más sobre este mundo “sobre ruedas”.
Cecilia Migliore – Central Argentino
El “rojo” es uno de los principales clubes de la ciudad
en el desarrollo del patinaje sobre ruedas. La profesora Cecilia Migliore
comenzó con las actividades en 1996: “Comenzamos con cinco chicas, y
actualmente manejamos entre 90 y 100 en pista”.
Cuando la competencia es habitual, alrededor de 20 patinadores
participan de torneos zonales, provinciales y nacionales. Además, dicen
presente en certámenes a nivel sudamericano y panamericano, fiscalizados por la
Federación Cordobesa de Patín.
“Este año teníamos como objetivo para las categorías A y
B torneos nacionales y panamericanos, pero por la pandemia se suspendieron
todas las actividades inclusive la práctica en el club. Debido a eso tuvimos
que realizar actividades a través de Zoom en el que se trabajó obviamente sin
patines, porque en sus casas no disponen de un salón para entrenar. Pudimos
trabajar en lo que es fuerza, resistencia, flexibilidad entre otras actividades
motrices específicas para el patinador”, expresó Migliore.
En agosto, el COE regional habilitó las prácticas
nuevamente en las instalaciones del club: “No tuvimos la misma cantidad de
patinadores que a principio de año, pero se armaron cuatro grupos en horarios
diferentes debido al protocolo. Se sumaron algunos nuevos, pero no es el
número que normalmente se suma año tras año”, afirmó la profesora.
En relación a la pandemia y el futuro de la actividad, la
experimentada entrenadora dio detalles de lo que viene en Central Argentino: “Todo
esto afectó a los patinadores tanto en lo deportivo como en lo psicológico.
También a la nueva camada que por prevención o miedo no se acercó al club. Tenemos
que enfocarnos en recuperar el rendimiento de los deportistas y prepararnos
para las competencias que tengamos en el futuro”.
Adriana Aime – Lautaro Roncedo de Alcira Gigena
Pasamos al norte del “Imperio” con la profesora Adriana
Aime de Alcira Gigena. Desde hace 13 años, se desarrolla de manera
ininterrumpida la disciplina del patinaje en Lautaro Roncedo, variando
técnicos y entrenadores, pero nunca cortando la actividad.
“El año pasado finalizamos con 35 nenas, que era más o
menos el promedio que veníamos teniendo todo este tiempo. Este año
arrancaron 50 chicas, creció un montón”, destacó la profesora del “doctor”.
Hace dos años atrás, el club decidió competir en una liga
zonal y no en las competencias de la Federación de Córdoba. Para Aime, los
costos de participar en esos certámenes eran altos y la mayoría de las alumnas
se enfocan más en el aspecto recreativo de la disciplina: “Nuestras chicas han
tenido muy buen nivel en esta nueva liga, donde hay clubes de Sampacho, Ucacha,
General Cabrera, entre otros. El año pasado comenzamos a competir”.
Este año, la actividad comenzó en febrero por la pretemporada
de las alumnas que sí compiten: “En marzo arrancamos las clases generales. Tuvimos
un mes de clases y paramos obligatoriamente por la pandemia. Nos perdimos
muchas participaciones de torneos dentro de la liga, teníamos invitaciones a abiertos
en Misiones, Chile y Brasil. La pandemia nos sacudió, teníamos un montón de
expectativas este año”, afirmó la entrenadora.
En el “albiceleste” se dictaron clases de modo virtual
durante el parate: “Grabamos videos de entrenamientos y ellas nos devolvían lo
que hacían, también para incentivar su motivación hicimos desafíos con la
plataforma TikTok”, comentó Aime.
El futuro es incierto para la disciplina en el club, pero
la profesora destacó el entusiasmo de las chicas: “Tenemos el evento de fin de
año que se reconoce en todo el pueblo. Eso las motiva mucho y también a los
padres que preguntan cuándo las pueden volver a mandar. Pienso que todo esto
puede perjudicar a las chicas que terminan el secundario este año y se van a
otro lado a estudiar”.
Natalia Iturrióz – Club Atlético Adelia María
En Adelia María, la actividad del patinaje se desarrolla
hace más de 10 años en el “canalla”. La profesora Natalia Iturrióz
estuvo presente primero con sus hijas, después como alumna y ahora como
entrenadora.
“La semana pasada cumplimos 6 años desde que el club pudo
hacernos el salón donde se practica la actividad. El club se encargaba de
alquilar lugares prestados, hasta que con la ayuda de toda la comunidad del
pueblo se juntó el dinero y se hizo lo que ahora es el gimnasio del club”,
comentó Iturrióz.
Habitualmente entre 50 y 60 alumnas forman parte del
patín del Club Atlético Adelia María: “Este año se incorporó un varón, eso
me pone muy feliz, quería participar y hacerlo de manera recreativa.
También armamos un grupo de adultas, por lo que tengo patinadores desde los 4 años
hasta la adultez”, destacó la profesora.
En cuanto a las competencias, se manejan dos grupos. Uno
enfocado en el entrenamiento para participar en diferentes certámenes, y otro
que lo realiza de manera recreativa. “Este año implementamos el físico y se
habían enganchado mucho. Era la idea para trabajar este año, lo físico y el patín.
Teníamos todo encaminado hasta que nos encerramos en marzo. Después, como
Adelia María estaba bien, presenté un protocolo con una cierta cantidad de
alumnas en cada curso que fue aceptado e hicimos 15 días de nuevo en julio. Luego
saltó el brote del virus en el pueblo, y no pudimos hacer más nada”, expresó
Iturrióz en cuanto al parate.
Las perspectivas a futuro son similares a los casos anteriores,
con la esperanza de poder realizar el evento de fin de año: “Traemos
competidores mundialistas, eso también las motiva para mostrar lo que saben. Va
a ser muy complicado que lo podamos hacer este año. Mientras, las madres me
mandan videos de las chicas patinando dentro de la casa, la actividad las
motiva”, señaló la profesora del “canalla”.
Romina Giovanela – Atlético San Basilio
En el “azul” de San Basilio, la disciplina se desarrolla
desde hace 7 años. Desde 2016, la profesora Romina Giovanela conduce el
grupo de patinadoras: “Siempre manejamos un número de 70 alumnas. Este año
tuvimos 55 inscriptas, íbamos a empezar el 16 de marzo, pero por la pandemia no
pudimos largar”, comentó.
En agosto, ante la flexibilización de las actividades,
Giovanela pudo reabrir con 45 alumnas durante una semana. Luego, el rebrote de
casos de coronavirus la obligó a cesar nuevamente las actividades. “Ahora no
dejan entrar ni salir a nadie de San Basilio ni Adelia María, donde vivo, por
lo que el futuro es incierto”, expresó la profesora.
En este caso, la disciplina se desarrolla casi en su
totalidad en el aspecto recreativo: “Las nenas no se dedican solo a eso, por lo
que es difícil entrenar para competir si no se invierte más tiempo.
Participamos de encuentros amistosos en dos o tres oportunidades. Por esta
razón, tampoco vi la necesidad de continuar desde la virtualidad. Buscamos
que las chicas aprendan y crezcan, pero no había finalidad para desarrollar
clases virtuales”, afirmó Giovanela.
De la misma manera que sus pares, en San Basilio las
patinadoras trabajan arduamente todo el año para el evento de cierre: “Este año
se habían entusiasmado mucho, todos los niños tienen ansias de hacer un deporte
o algo. Trabajamos todo el año para esa fiesta que probablemente no podremos
realizar”, concluyó la entrenadora del “azul”.
Gisela Sobrero – Belgrano de Coronel Moldes
En la institución moldense, el patín se lleva a cabo
desde hace dos años. La profesora Gisela Sobrero comentó sobre sus
alumnas: “Solemos tener entre 20 y 30 alumnas que participan luego en torneos
regionales”.
La pandemia frenó las posibilidades de actividad para las
chicas de Belgrano: “Estábamos haciendo tres clases semanales divididas en
parte física y patinaje”, remarcó Sobrero.
De todas maneras, la entrenadora conserva una visión
esperanzada a futuro: “Hoy no se está dando y pensamos volver en poco tiempo,
esperamos que se puedan sumar más nenas y que el parate no afecte en general”.
Julieta Tartúfoli – General Deheza
En el caso de la localidad de General Deheza, dialogamos
con Julieta Tartúfoli, entrenadora que da clases de manera privada en el
Club de Abuelos de la ciudad con permiso de la Municipalidad.
Tartúfoli da clases hace 4 años en distintos puntos de la
región. Apenas se estableció en Deheza junto a sus dos hijos, pidió un permiso
municipal para el dictado de clases. Un grupo de adultas de Las Perdices inició
la idea de dar clases a esa franja etaria: “En febrero empecé a dar clases con
un grupo de siete mujeres adultas”, recordó.
A partir de marzo y a través de la difusión en la localidad,
Tartúfoli comenzó con las clases para niñas entre 4 y 11 años: “Se sumaron doce
nenas en el grupo infantil. Se había formado un lindo grupo para que recién estuviéramos
arrancando. Después cortamos por la pandemia”, afirmó la entrenadora.
Con respecto a la virtualidad, Tartúfoli no utilizó
demasiado ese recurso porque, a partir de la experiencia con sus hijos, sabía
de la sobrecarga que tenían las niñas: “Es complicado motivarlas con las tareas
que les mandan de la escuela, menos íbamos a poder trabajar con la poca
confianza que pudimos generar esas semanas. En junio retomamos un par de
semanas hasta que salió un nuevo brote de coronavirus en Deheza. A partir
de ahí sí hicimos más frecuentes las llamadas y ejercicios que tenían que ver
con el deporte”.
En cuanto a su perspectiva, la entrenadora quiere asegurar la tranquilidad y seguridad para prevenir cualquier foco de contagio: Al ofrecer la clase, sabemos que puede suceder eso porque no tenemos el control al 100%. Entonces tenemos que tener la seguridad de no tener ese riesgo para poder comenzar en el verano con todas las pilas”, aseguró.
Fotos: Gentileza de las profesoras de patín Gráfico: Al Toque Redacción Al Toque