Fútbol contra el desalojo

Hace casi 95 años, Ramona Bustamante nació en el campo de la familia, un monte que compone el paraje Las Maravillas, a unos 20 kilómetros de Sebastián Elcano, en el norte provincial.

En los ´90, en sintonía con el avance de la frontera agropecuaria y su consecuente desmonte, aparecieron dos productores hermanos de apellido Scaramuzza oriundos de Oncativo a reclamar la posesión de esa tierra. La jugada preparada: hacerle firmar a Ramona, quien no sabía leer y escribir, papeles para quedar como los propietarios. Nada de fair play.

Audiovisual «La Sin Tierra» de 2015

Tras varios intentos de desalojo, la resistencia de Ramona y su familia y el acompañamiento de diversos organismos como el Movimiento Campesino de Córdoba permitió que los y las Bustamante continúen en el campo, con su campo, aunque con una fisonomía cambiada: sí ocuparon parte de las tierras, derribaron su casa, envenenaron pozos de agua, desmontaron otras fracciones de tierra.

La alerta surgió nuevamente hace dos semanas, con la notificación formal firmada por la jueza de Primera Instancia Civil y Comercial, Emma del Valle Mercado, en la que resolvió hacer lugar a la acción de desalojo solicitada por los Scaramuzza.

Ante la difícil situación, colectivos de toda la provincia y del país se movilizaron en defensa de la familia campesina. Dos jugadores de la elite del fútbol mediterráneo también se sensibilizaron ante tal situación: el capitán de Talleres Juan Cruz Komar y el jugador de Belgrano Gerónimo Tomasetti viajaron los 220 kilómetros que separan la capital provincial de la casa de Ramona para conocer su situación.

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“El agronegocio arrasa y se quiere llevar puesto todo”, publicó el capitán del “T” en su cuenta de Instagram, junto con fotos en el lugar. “En el verdadero campo, donde los y las campesinas defienden sus derechos y nuestra soberanía alimentaria, jugadores de fútbol con conciencia social. El fútbol es pueblo y el pueblo es conciencia”, escribió Mariano Saravia, futbolero y periodista quien también viajó hasta la casa de Ramona.

En contra del prejuicio sobre el compromiso de jugadores profesionales, Komar y Tomasetti –oriundo de la ciudad de los usurpadores- salieron del campo de juego para ir a otro campo, ese que no es el de juego, y que a la vez resiste monocultivos, números de rindes y liquidaciones. Fútbol a favor del pueblo. Fútbol contra el desalojo.

Foto: Facebook Mariano Saravia
Redacción Al Toque