Habib Baduy y su experiencia en Las Vegas: “Con sedes así el torneo se dificulta, nadie se lo quiere perder”

Habib Baduy pasó este miércoles por los micrófonos de El Centro que Necesitás, programa de Al Toque Radio, en donde contó sobre su experiencia en el Mundial Máster de Judo que se realizó en la mítica ciudad de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos.

El judoca nacido en Cinco Saltos, provincia de Río Negro, y radicado hace casi 15 años en Río Cuarto, consiguió la medalla de bronce en su categoría, integrada por luchadores que compiten habitualmente en el circuito olímpico.

Baduy fue a Las Vegas pocas semanas antes del Gran Premio de Fórmula 1 que se disputó en el circuito callejero por las principales calles de la ciudad, en medio de hoteles y casinos de lujo. El judoca contó sobre esta experiencia, su rendimiento deportivo, el recibimiento que le hicieron en su ciudad y el presente del judo a nivel nacional.

– ¿Qué te pareció Las Vegas como ciudad?

– Cuando fuimos estaban preparando toda la ciudad para la Fórmula 1, ya había movimiento. Es una ciudad de locura, me encantó. Los yankees agrandan todo, pero es una cosa espectacular, es accesible todo. La comida es barata, no es caro, de todas formas te podes gastar lo que vos quieras. De la ventanilla del avión pude filmar toda la ciudad cuando me fui. Cuando llegamos fui a Hollywood con mi papá. No me gustó Los Ángeles, mucha gente en situación de calle. Ahí nos fuimos a Las Vegas. Yo estaba cortando peso, mi papá compró una pizza, la comí igual y cuando llegué bajé esos tres kilos que me faltaban. A los 31 años valoras cosas que antes no, quizás antes iba a Las Vegas y no le prestaba atención.

– ¿Cómo se vivió el Mundial en medio de una ciudad como esa?

– Cuando son sedes así, el torneo se dificulta por tres. Nadie se lo quiere perder. El récord de los torneos máster eran 700 luchadores, acá hubo 1.400, una locura. Me fui a bendecir con un cura, le dije que le iba a traer la medalla y lo hice. Sabía que se iba a dar la medalla, me enamoré de mi proceso. La primera lucha la hice contra un yankee muy fuerte, una técnica que venía preparando con mi hermano con chicos más pesados, que si salía con ellos salía con cualquier persona. Fui a Mundiales Junior, Copas del Mundo, Mundiales Senior. He ido a competencias a nivel internacional, y no tuve la performance que tuve ahora. Luché en categoría M1 con gente que está en el circuito olímpico. Sigue siendo un alto rendimiento.

– Dijiste que te enamoraste del proceso, ¿cómo fue ese proceso?

– Soy un deportista muy fuera de lo común. Siempre anduve bien solo, divirtiéndome a mi manera. Ganaba el Nacional, Panamericano, y clasificaba a los torneos internacionales. Ahí me profesionalizaba con kinesiólogo, entrenador y demás, y no me iba bien. Ahora me preparé 100% con mi hermano, en un gimnasio cercano al consultorio que tengo, y directamente entrené ahí con constancia. Las virtudes técnicas las tengo, empecé de muy chico. Bajé 20 kilos para la categoría y disfruté mucho el proceso. Valoré el hacer ejercicio, me dolía la espalda, las manos, el cuello y ahora ya no.

– ¿Cómo fue el recibimiento en Cinco Saltos, tu ciudad?

– Me fui a los 17 años de Cinco Saltos, la mitad de mi vida ya la pasé en Río Cuarto. Es una escuela que tiene 70 años de historia, con 200 judocas, han llegado a tener 400. Es una ciudad de 50 mil habitantes donde todos hicieron judo. Me hicieron una cena agasajo, es la primera medalla mundial del club en su historia. Es como Tandil en el tenis, Cinco Saltos en judo. Mi mamá se subió a la autobomba pero yo no estaba, imaginate lo que significa el judo para nosotros.

– ¿Cómo ves el presente del judo a nivel nacional?

– El judo tuvo 1.300 competidores en Jujuy en el Nacional Clausura. Gente federada que se organiza y viaja, es una movida de 4.000 personas. No se puede hacer en cualquier sede porque hay que tener capacidad. Siempre fue así, perdió mucho peso en la pandemia, y ahora se está recuperando. La movida máster hay una organización fuerte también, están tomando impulso las categorías +30. Se va a dar de a poco. Tenemos que crear referentes.

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Fotos: Al Toque / Gentileza Habib Baduy
Redacción Al Toque